“Lamentablemente, y pese a los esfuerzos desplegados por este directorio, como por quienes nos precedieron, no se ha logrado reunir la participación necesaria de los socios, tanto en las asambleas como para integrar el directorio, existiendo una absoluta falta de interés”.

Así comenzó la carta, difundida en agosto, que informó la disolución de la Asociación de Médicos Las Condes (AMLC), un gremio que reunió a diversos profesionales de la Clínica Las Condes y que, en los últimos años, protagonizó desencuentros con el directorio de la compañía, presidido por Alejandro Gil. De hecho, fue esta misma organización la que a mediados de 2020 amenazó con tomar acciones legales en contra de la empresa tras acusar presiones “inaceptables” por parte de la mesa. 

De acuerdo con un documento publicado en el Diario Oficial el lunes 2 de septiembre, el 31 de agosto fue el último día de este gremio. “Nos hemos encontrado con la dura y triste realidad de la falta de interés”, se puede leer de la carta firmada por Paulina Narváez, la ahora ex gerenta general de la AMLC.

Y agrega: “Nos hubiera gustado que las circunstancias hubiesen sido otras, pero ante la imposibilidad de poder cumplir con las exigencias legales y estatutarias, situación que vemos no va a cambiar, deja a nuestra Asociación sin posibilidad de tener un directorio válidamente conformado”.

En los últimos dos años cientos de enfermeros, médicos, tecnólogos y ejecutivos han dejado de trabajar en la clínica, producto de profundas discrepancias con la mesa directiva. De hecho, en julio el Sindicato Nº1 de la CLC protagonizó una huelga que volvió a poner en aprietos a las cúpulas de la institución.