Esta semana se hizo público el alejamiento del empresario chileno Alejandro Weinstein del directorio de Procaps, un laboratorio de origen colombiano, listado en el Nasdaq, que oficialmente comunicó que “a partir del 29 de agosto, el señor Alejandro Weinstein renunció respetuosamente a la Junta Directiva de Procaps Group, S.A. El señor Weinstein decidió renunciar debido a desacuerdos con la Junta con respecto a las prioridades estratégicas y la dirección de la compañía”.

Consultado Weinstein por DF MAS sobre cuáles fueron estas diferencias, dijo escuetamente desde NY: “Es obvia la conclusión que el accionista controlador ha destruido el valor en la empresa y me propongo desde fuera del directorio, pero activamente, trabajar para remediar esa situación”.

Agregó que no está dispuesto a participar de un directorio que considera que en su mayoría no es independiente de los controladores y que rechaza todas sus iniciativas propuestas para cambiar el rumbo de la empresa, partiendo por un cambio en el management, donde no hay contrapesos en la empresa, el controlador tiene la mayoría accionaria, el control del management y del directorio.

En Procaps, los tres hermanos Rubén, José y Meyer Minski controlan la compañía con un holgado accionariado, sobre el 60%, mientras Weinstein, a través de la sociedad Hoche Partners Pharma, tiene en torno al 15%, lo que le da derecho a un director, que seguirá siendo el abogado Alberto Eguiguren, a quien había dado los votos. Weinstein ocupaba su puesto en la mesa directiva con los votos del controlador, y su rol específico era enfocarse en la estrategia de crecimiento de la firma, sobre todo buscar oportunidades inorgánicas.

Fuentes que conocen de la interna de Procaps indican que un punto de desacuerdo relevante es un manejo en el que Rubén Minski había comprometido su salida como CEO, prevista para septiembre, lo que no se materializó, y ahora, al parecer, está agendado para 2024. Y que había oportunidades de crecimiento que no se estaban considerando.