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Quiénes son los dueños de La Piojera
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Quiénes son los dueños de La Piojera
Mauricio Gajardo, actual representante legal del bar, afirma que hoy La Piojera sigue siendo propiedad del clan Benedetti, y que es él quien se encarga de la administración del negocio.
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Fue el alcalde de Santiago quien levantó el tema: “La Piojera nos ha dicho que se ha dado un plazo de unos meses para evaluar cerrar acá e irse a Las Condes”, dijo Mario Desbordes la semana pasada. Se refería al tradicional local del centro santiaguino, ubicado en la calle Aillavillú, en el eje cercano a la estación Cal y Canto, que existe desde 1886 y que fue adquirido en 1916 por Carlos Benedetti Pini, comerciante nacido en el sur de Chile e hijo de padres inmigrantes del sur de Italia. Su eventual traslado al sector oriente sería, según fuentes del local, por el aumento de la delincuencia en el sector y cómo eso ha repercutido en una baja de ventas y asistencia.
Cuando Benedetti Pini falleció, sus cinco hijos heredaron el bar. Carlos, Yolanda, Adriana, Graciela y Carlota Benedetti Díaz se encargaron también de su administración bajo la sociedad Benedetti e hijos Limitada. En 2001, Hubertz Bernatz Benedetti, hijo de Adriana y nieto del fundador, compró la participación de dos de sus tíos, Carlos y Graciela, bajo la sociedad Plasal Inversiones S.A.
Mauricio Gajardo, actual representante legal del bar, afirma que hoy La Piojera sigue siendo propiedad del clan Benedetti, y que es él quien se encarga de la administración del negocio. La familia, dice, “son personas de mayor edad o tienen otros negocios. Todo me lo dejan en confianza a mí”. Añade que el producto estrella del bar es el pipeño y que la mejor temporada siempre ha sido entre agosto y septiembre, cerca de Fiestas Patrias.
En los últimos dos años bajó fuertemente la afluencia de público de La Piojera, lo que hizo que las ganancias disminuyeran 60%. Si antes de la pandemia vendían cinco mil litros de vino en tres semanas, ahora esa misma cantidad la logran en dos meses, ejemplifica. También se eliminó un turno de trabajo y de 35 garzones pasaron a 16.
La idea de migrar a otro lugar se empezó a gestar antes de que el alcalde Desbordes lo hiciera público, dice el administrador. En septiembre de 2024, para Fiestas Patrias, el Mercado Urbano Tobalaba (MUT) invitó al restorán a ser parte de las fondas que se celebraron allí. Gajardo admite haber aceptado sin mucha expectativa, pero se sorprendió: largas filas y mucha gente comprando. En esa ocasión, recuerda, fueron los mismos clientes quienes sugirieron que se movieran de sector. Y la idea comenzó a tomar forma.