Después de un primer semestre en Europa -pasó por distintos destinos y se instaló en Italia unos meses-, Sebastián Sichel volvió a Chile. Al llegar, participó en la campaña del Rechazo y retomó su práctica académica y jurídica.

Desde el 1 de octubre el excandidato presidencial está concentrado en la creación del Centro de Innovación y desafíos del Futuro en la Universidad Gabriela Mistral. Eso no es todo: el abogado se integró como asociado al estudio de Gonzalo Cubillos (Cubillos Soza Abogados) en temas de derecho público y litigios administrativos.

Después de su paso por Corfo piensa seguir apoyando a startups y emprendimientos, aplicando también la materia de su tesis doctoral: “Compra de empresas nacientes, la concentración económica y las fallas de Estado en la relación con las empresas”.

Durante la estadía en Italia dedicó parte de su tiempo a escribir un libro que analiza históricamente cómo el fracaso del centro ha permitido el surgimiento de movimientos populistas de izquierda y derecha. Se trata de un fenómeno mundial pero enfocado en Chile.

Sichel adelanta a DF MAS que además de una revisión histórica, que viene escribiendo hace años, sumó ahora su experiencia personal en política, combinando la teoría con lo vivencial, al estilo del autor Michael Sandel, explica. Incluirá anécdotas como la conversación que sostuvo con José Antonio Kast antes del debate organizado por Asech.

Éste se publicaría entre diciembre y enero -no puede contar aún bajo qué editorial- y tiene como título tentativo ¿La polarización nos está volviendo estúpidos?

También cita los casos virtuosos de Macron en Francia y Merkel en Alemania como representantes del centro, y como contraparte Bolsonaro en Brasil y Meloni en Italia.

Asegura que seguirá en política, pero descarta adherir algún partido o movimiento.

“Prefiero mantenerme independiente, y desde el centro ayudar a articular distintos movimientos como Amarillos o el grupo de Matías Walker y Ximena Rincón, entre otros, en un do thank o colectivo que los junte”, dice el abogado.