Una megafábrica Tesla en Nuevo León, México, la más grande fuera de Estados Unidos, fue la promesa que hizo la empresa de Elon Musk. Sin embargo, con el triunfo de Donald Trump y la amenaza de aranceles a vehículos fabricados fuera del país, la inversión de US$ 4.500 millones podría quedar en nada.

Con ese escenario en mente, el nuevo gobierno de Claudia Sheinbaum anunció la fabricación de Olinia, un vehículo eléctrico compacto cuya fabricación será 100% mexicana y de bajo costo.

“La idea es hacer un carrito, digo carrito porque la idea es hacer un auto compacto pequeño. Un auto eléctrico Tesla es oneroso, entonces nosotros queremos un auto eléctrico pequeño, similar a algunos que se desarrollaron en China o en la India pero con desarrollo propio, que sea una alternativa para la motocicleta”, expresó la presidenta en conferencia matutina.

En México actualmente se fabrican 3,7 millones de autos al año de numerosas marcas, por lo que ya existe una capacidad instalada técnica y cadenas de suministro para una incursión de este tipo. De hecho, en Puebla, al sur de Ciudad de México, ya existe una marca privada llamada Zacua (en la foto), que fabrica un auto eléctrico con algunos componentes importados y otros locales.

Francisco González, presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), dijo al medio Expansión que respalda la iniciativa. “La expertise está, y está reconocido que hoy ya se están consumiendo las autopartes mexicanas para producir vehículos finales en algunas partes del mundo”, afirmó. Sin embargo, advirtió que fabricar un vehículo eléctrico y de bajo precio requerirá inversiones significativas en investigación y adaptaciones en las líneas de producción.

En particular, en litio, donde México no ha logrado reducir los costos de explotar el recurso por ser de difícil acceso.

El vehículo eléctrico Olinia, que en náhuatl -una de las lenguas originarias del país- significa “moverse”, debiera tener un costo por debajo de los 500 mil pesos mexicanos (unos US$ 24.500) para competir con Tesla y las otras opciones de marcas chinas como BYD o el SEV E-Wan ya disponibles en México.

Uno de los lugares que ha sonado para instalar la fábrica del vehículo sería Sonora, al norte de México, y podría incluir inversionistas privados junto con el gobierno.