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Mercado del arte en internet: ¿vale la pena invertir?
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No es habitual, al menos en Chile, hablar sobre la rentabilidad que le ha generado a tus ahorros la última obra de Banksy. Y es que el mercado del arte, por lo general asociado a las apuestas de celebridades y multimillonarios, solo en el último tiempo se ha vuelto más accesible como una alternativa de inversión a largo plazo.
Según un reporte de Deloitte publicado en octubre de 2021, recientemente han surgido nuevos modelos “resistentes e innovadores” en el mundo de las obras de arte, lo que forma parte de un “cambio transformacional” dentro del sector.
“Los resultados de nuestro sondeo de este año muestran claramente que el mercado del arte y las finanzas ha recorrido un largo camino desde que lanzamos nuestro primer informe en 2011”, afirma en el estudio Adriano Picinati, coordinador global de Deloitte Art & Finance.
“Hoy en día, no se trata de ‘si es que’, sino de ‘cómo’ debe integrarse el arte en una oferta de gestión patrimonial y cómo afrontar los retos”, sostiene el también director de Deloitte Luxemburgo.
En enero de este año, la revista Forbes Chile publicaba un reportaje sobre el renovado interés de jóvenes chilenos por invertir en obras de arte, haciendo uso de la liquidez que obtuvieron con los retiros de 10% de fondos de las AFP.
“En tiempos difíciles y de gran inseguridad, hay una creciente demanda de ‘activos reales’ para preservar el patrimonio. Las obras de arte tienen una baja correlación con las acciones y los bonos, por lo que ofrecen diversificación a lo largo del tiempo y del ciclo económico”, explica Esteban Polidura, director de Asesoría y Productos para las Américas de Julius Baer.
Una fuente citada frecuentemente entre analistas es la investigación Citi Global Art Market, según la cual el arte contemporáneo habría ofrecido una rentabilidad anual del 14%, frente a un 9,5% en el caso del S&P 500.
Ahora bien, no es fácil que un inversionista con pequeño o mediano patrimonio se muestre interesado en adquirir, por ejemplo, un cuadro de arte contemporáneo. Esto, porque la obra podría considerarse excesivamente cara o bien por el razonable temor de amarrar las finanzas personales a los destinos de una sola pieza.
Por lo mismo, hoy existen ofertas de gestoras de patrimonio para que el cliente pueda realizar una inversión fraccionada en obras de arte, convirtiéndose en dueño de una porción del activo.
Un claro exponente de esto es Masterworks, plataforma de inversiones con sede en Nueva York que se autodefine como “la primera compañía en democratizar el acceso al mercado del arte” y ofrece la oportunidad de invertir desde los US$ 10 mil.
Según la firma, su patrimonio administrado ha logrado una rentabilidad neta del 14,3% desde su creación en septiembre de 2019 hasta marzo de 2022.
“Hemos creado una plataforma que transforma el arte físico en una propiedad basada en títulos tanto para inversionistas retail, acreditados y otros de mayor tamaño”, señala el director financiero de Masterworks, Nigel Glenday, en la web corporativa.
Otras administradoras como Yieldstreet no han perdido la oportunidad y se han lanzado a capturar nuevos inversionistas. En su Art Equity Fund IV, la gestora ofrece invertir en un “fondo diversificado de obras de arte de artistas contemporáneos mundialmente aclamados”. El monto mínimo para entrar es de US$ 15 mil.
Por supuesto, como en toda inversión, hay riesgos que vale la pena tener en cuenta: por lo general se trata de activos altamente ilíquidos y que podrían no apreciarse en el tiempo de la forma esperada. Además, nadie puede garantizar que aparezca un comprador en el momento que el titular desee liquidar su inversión.
Y cuando se habla del mundo del arte, es imposible no referirse al floreciente mercado de los tokens no fungibles (NFT, por su sigla en inglés), que por lo general muestran el trabajo de un artista dedicado a la ilustración, la fotografía u otras formas de lo que podría catalogarse como “arte contemporáneo”.
Se trata de activos digitales respaldados en tecnología blockchain (la misma que sustenta la industria de criptomonedas) para ratificar su autenticidad, lo que los posiciona como productos digitales con posibilidad de ser vendidos en el mercado y que están sujetos a variaciones en torno a su precio.
Cristóbal Pereira, cofundador y CEO de LatamTech Finance, sostiene que esta industria aún presenta riesgos importantes, ya que “el precio de los NFT ha ido disminuyendo en el tiempo. En primer lugar, porque se acabó la euforia por este tipo de arte digital. Segundo, porque es un mercado bien incipiente, bien joven, que lleva solo dos o tres años máximo”.
Agrega que si bien es posible ganar dinero con la especulación en torno a determinados NFT, aún le falta desarrollo para asemejarse a las alternativas que ya tienen cierta trayectoria.
“Tampoco es un mercado tan profundo, tan líquido, como para poder incluirlo dentro de mi gama de portafolio de inversión”, dice Pereira. “Distinto a lo que es obviamente una obra física de un artista reconocido, que tiene años de trayectoria. Eso todavía está en creación en el mundo NFT”, concluye.