Lo que está ocurriendo entre Israel y Gaza es un evento humanitario, bélico y geopolítico, pero no económico. La guerra (que ya cuenta con más de 1.300 fallecidos y 3.000 heridos) no ha tenido consecuencias profundas en la economía mundial. El lunes, el primer día hábil después del inicio del conflicto, el precio del petróleo subió inicialmente un 3%, mientras que el oro creció alrededor de un 1%. Tampoco hubo un cambio sustancial en las bolsas internacionales. El martes, muchos índices experimentaron números azules.

La preocupación, eso sí, está en el mediano y largo plazo. Justamente eso escribió James Mackintosh en una reciente columna en The Wall Street Journal: “El primer paso más probable es un endurecimiento de las sanciones contra Irán, que ayudó a planear el atentado de Hamas. Ello revertiría la relajación de las tensiones con Estados Unidos, que había ayudado a Irán a aumentar su producción en unos 0,5 millones de barriles diarios durante el año pasado. Goldman Sachs calcula que cada recorte de 0,1 millones de barriles diarios en la producción iraní el año que viene elevaría el precio del petróleo en 1 dólar, por lo que este recorte por sí solo podría duplicar la subida del lunes”.

Otro análisis gira en torno a la fragilidad del contexto económico mundial. Felipe Sepúlveda, estratega de mercados de XTB Latam, explica que “el principal impacto que se puede generar en el corto plazo es la estabilidad política y económica del globo. Si bien este es un conflicto que se arrastra desde hace muchos años, estalla en un momento donde la estabilidad financiera mundial se encuentra frágil por los problemas inflacionarios y el escenario de tasas de interés elevadas”. 

Por su parte, Jorge Tolosa, operador de renta variable de Vector Capital, explica que la clave es “definir los tiempos”: “Si yo miro los impactos globales, hay un impacto directo en el fortalecimiento del dólar, dado que es una moneda de refugio. Además, hubo un alza inmediata en el petróleo, dada la influencia por la ubicación, ya que está en una zona altamente sensible y de gran producción de esa materia prima. Entonces, cualquier disturbio, cualquier interrupción, tiene un impacto en el suministro”.

Justamente, este martes la moneda estadounidense cerró sobre los $ 930, un nuevo máximo anual. Sobre el precio del crudo, algunos analistas explican que si se confirma la participación de Irán en los ataques de Hamas, el barril de petróleo podría superar los US$ 110.

Tolosa agrega que las consecuencias de largo plazo pueden vincularse a que se gatille “una resistencia a que los Bancos Centrales puedan ajustar las tasas o acabar sus procesos de alzas. Si hay algún ajuste, manteniéndose esta situación de alta resistencia y belicosidad, podrían llevar a algunos Bancos Centrales a hacer esto más extensible en el tiempo, a subir las tasas, porque hay mayor resistencia a un quiebre en la tendencia de la inflación”.

Preocupación en economía, no en los mercados

A pesar de la preocupación, las reacciones en el mercado han sido rápidas. Jorge Tolosa explica que “si hoy la bolsa está subiendo es porque el mercado financiero de Estados Unidos ya tiene internalizado un proceso de alza de tasas. Esta idea puede llevar a la Fed a que no suba la tasa, la mantenga en estos niveles y se acabe este proceso de ajuste en la política monetaria”.

Eso sí, el Fondo Monetario Internacional ya alertó que la guerra podría disparar la inflación y obstaculizar el crecimiento mundial. Esto, en el caso que se convierta en un conflicto más amplio que provoque un aumento significativo de los precios del petróleo. Por ejemplo, si el valor del crudo crece 10%, eso podría generar que la inflación creciera 0,4% al año siguiente.

Lo que sí coinciden los expertos es que esta guerra tendrá efectos menores al conflicto entre Rusia y Ucrania que estalló el año pasado. Principalmente, porque la economía rusa era muy influyente en el panorama global. Además, este nuevo choque bélico no perjudica a las exportaciones de cereales y fertilizantes.

Acciones de defensa al alza

Desde que estalló el conflicto entre Israel y Gaza muchas compañías especializadas en defensa han experimentado un aumento en sus resultados bursátiles. Por ejemplo, el ETF de BlackRock iShares US Aerospace & Defense, que tiene exposición a empresas norteamericanas que fabrican aeronaves militares y otros equipos de defensa, ha crecido 5,4% en los últimos cinco días.

La tendencia alcista también involucra a diversas firmas individuales. Northrop Grumman ha crecido 11,6% en los últimos 5 días, mientras que General Dynamics 9,3%. CACI International, por su parte, ha experimentado un crecimiento de 8,3% en sus papeles desde el jueves pasado y BWX Technologies (proveedor de componentes y combustibles nucleares) incrementó sus papeles en 6%.

Por su parte, el TA-35, índice bursátil que rastrea el desempeño de las 35 empresas más grandes que cotizan en las bolsas de Israel, cayó el lunes en más de 6%. Hasta ahora, sigue por debajo de los 5,6%.

“Uno de los principales activos a mirar es el petróleo ya que Israel es un exportador de este junto con otras materias primas. Además, en la zona que se desarrolla el conflicto podría afectar tanto aliados o enemigos de ambos bandos, los cuales también pueden ver afectada su producción de crudo. Otro de los mercados interesantes a considerar es el oro, ya que mundialmente es conocido como un refugio ante incertidumbres bélicas y financieras”, dice Sepúlveda.

Por su parte, Christopher Storaker, CEO de Arch.finance, analiza el mercado de las criptomonedas: “Esperamos ver un impacto negativo, pero transitorio, en el rendimiento de los criptoactivos a raíz de la mayor incertidumbre causada por el conflicto. Por otro lado, la industria ha mostrado señales de madurez, reforzando la idea que no es el refugio para criminales y organizaciones terroristas. En un plazo de horas, Israel ha logrado que se congelen las billeteras con las que Hamás ha buscado recibir donaciones en las redes sociales. De hecho, en 2022 menos de 0,25% del volumen transado estuvo vinculado a actividades ilícitas, de acuerdo con Chainalysis”.

¿Cómo reaccionar?

La calma en los mercados colaboró para que los inversionistas no entraran en modo alerta. A pesar de eso, los expertos entregan una serie de consejos para saber cómo responder ante estas crisis.

“Se debe reaccionar con cautela y tener claridad que las próximas semanas seguirán marcadas por alta volatilidad que dependerá del rumbo que tome en enfrentamiento y las posiciones y acciones que adopte la comunidad internacional. No obstante, deberemos seguir observando un dólar fortalecido, aumento en el precio del petróleo, precios crecientes y por tanto, presiones al alza en las tasas de interés”, comenta Rodrigo Palma, economista de la U. de Barcelona.

Por su parte, Felipe Sepúlveda opina: “Desde la perspectiva financiera se generan tanto oportunidades como desafíos ante este tipo de situaciones. Hay activos que se verán favorecidos por esta situación como otros que se van a ver bastante perjudicados. Por lo tanto, es un momento para reevaluar nuestra economía y ver si mis inversiones se pueden ver afectadas o favorecidas con esta situación y qué alternativas de refugio financiero se pueden utilizar para buscar la seguridad necesaria”.