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Las otras vidas de J.D. Vance, el vicepresidente de Trump

Las otras vidas de J.D. Vance, el vicepresidente de Trump

Dijo en 2016 que Trump era el Hitler estadounidense y que, incluso, su figura se podía comparar con los opiáceos. No votó ese año por él, pero sí lo apoyó en 2020. J. D. Vance ha pasado por un péndulo de sentimientos hacia el candidato republicano. Y esta semana se sumó un nuevo capítulo a su relación: el abogado de Yale se convirtió en su compañero de fórmula para las elecciones presidenciales de noviembre. ¿Cómo llegó a la cúpula del GOP? Desde los montes Apalaches en Ohio, tuvo que cruzar Kentucky y Silicon Valley. Ahora, busca instalarse en Washington DC.

Por: Mateo Navas y Juan Pablo Silva | Publicado: Sábado 20 de julio de 2024 a las 04:00
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La afición no paró de gritar su nombre durante casi dos minutos. Hubo aplausos, vítores y carteles en el aire mientras sonaba “America First” del compositor de country Merle Haggard. Cuando el reloj marcaba las 20:00 del miércoles 17 de julio, la arena Fiserv, en Milwaukee, Wisconsin, estaba repleta con más de 15.000 militantes republicanos. Todo eso por J. D. Vance, el candidato del GOP para la vicepresidencia de EEUU. “Mis compatriotas americanos, mi nombre es JD Vance, ¡del gran estado de Ohio!”, comenzó diciendo el senador estadounidense, vestido de un impecable azul oscuro. “Esta noche es una noche de esperanza, una celebración de lo que Estados Unidos fue una vez y, con la gracia de Dios, de lo que pronto volverá a ser”, agregó el candidato de 39 años.

Con muchas pausas y referencias a su infancia en Ohio, Vance rescató la figura del expresidente Donald Trump, que lo escuchaba atentamente en un balcón de la arena de Milwaukee. “Esta noche podría haber sido muy diferente”, reflexionó Vance. “En lugar de un día de celebración, esto podría haber sido un día de dolor y luto. Durante los últimos ocho años, el presidente Trump ha dado todo lo que tiene para luchar por la gente de nuestro país. Él no necesitaba la política, pero el país lo necesitaba a él”, añadió el candidato a VP.

Vance decidió, claro está, ignorar los años de peleas y tensiones con Trump, a quien criticó y al que llegó, incluso, a comparar con los opiáceos, llamándolo un “escape fácil del dolor”. En ese minuto, frente a una multitud republicana, su objetivo era otro: potenciar la candidatura de su compañero de fórmula para conseguir una próxima victoria en noviembre. “Joe must go (Joe debe irse)”, gritó después el abogado.

Hace ocho años J. D. Vance no tenía ni la más remota idea de que en 2024 se convertiría en el nominado del Partido Republicano para la vicepresidencia de Estados Unidos. Y hay una forma muy fácil de demostrarlo. En la primera página de su memoria superventas Hillbilly, una elegía rural, publicada en 2016 (y adaptada al cine en 2020), Vance escribió: “Tengo 31 años y soy el primero en reconocer que en mi vida no he conseguido grandes logros. Lo más cool que he hecho, al menos teóricamente, es graduarme en Derecho en Yale, algo que al J. D. Vance de 13 años le habría parecido absurdo. Pero unas 200 personas hacen lo mismo cada año, y créeme, no te interesaría leer sobre la mayoría de sus vidas. No soy senador, gobernador o ex secretario del gobierno. No he fundado una empresa valorada en mil millones de dólares o una ONG que esté cambiando el mundo”.

Hoy, en cambio, sí es senador y es, además, el compañero de fórmula de Donald Trump de cara a las elecciones presidenciales de noviembre. Luego de la publicación de su libro -que estuvo por dos años entre los más vendidos del The New York Times- también trabajó como principal en Mithril Capital, la firma de venture capital de Peter Thiel, cofundador, junto a Elon Musk, de Paypal. No sólo cambió su currículum, también su apariencia física: en 2016 no tenía barba, mientras que hoy es conocido en el circuito político norteamericano por ser de los pocos senadores con vello facial. De hecho, según el Times, Vance es el primer candidato de un partido tradicional con barba en más de siete décadas.

Ocho años y muchos cambios. Incluso de religión e ideológicos. Todos ellos lo llevaron a ingresar a la política, escalar rangos en el Partido Republicano y a captar el interés de la campaña de Donald Trump, a quien, en 2016, calificó como el Hitler de Estados Unidos. Pero eso, ahora, está debajo de la alfombra.

Chico startup
Al salir de Yale, en 2013, Vance fue secretario de un juez federal en Kentucky y trabajó brevemente en derecho corporativo. Posteriormente, decidió tomar un avión con rumbo a San Francisco, California, donde se incorporó a Mithril Capital, una de las empresas de Thiel, especializada en el financiamiento de compañías tecnológicas emergentes. Desde ahí, conectó con el nervio de Silicon Valley, lleno de nuevos proyectos, juventud y riesgos. Y le quedó gustando. En 2017 se convirtió en socio del fondo de capital de riesgo Rise of the Rest, del fundador de AOL, Steve Case, que invertía en startups instaladas fuera de Silicon Valley y Nueva York. Dos años después, creó Narya Capital, su propio fondo de inversión. ¿El origen del nombre? Se inspiró en El señor de los anillos porque Narya es un anillo de poder forjado para inspirar a los elfos a resistir la tiranía, la dominación y la desesperación.

Narya Capital -del cual Vance ya vendió su participación- tiene un portfolio que incluye Acretrader, servicio para invertir en tierras de cultivo; Hallow, aplicación católica de rezo y meditación, y Rumble, plataforma de video para usuarios conservadores y de derecha.

Mi amigo Thiel
En 2011, mientras era estudiante de derecho en Yale, J. D. Vance escuchó por primera vez a Peter Thiel, de quien hoy es estrecho amigo y a quien ha calificado como la persona más inteligente que le ha tocado conocer. Fue un encuentro que marcó un antes y después en su vida. Tanto así, que para Vance ese hito fue el más significativo en su paso por la universidad.

Thiel, que según Forbes tiene un patrimonio de US$ 7.900 millones, les habló de cómo esos estudiantes de derecho entrarían, a medida que avanzaran en sus carreras, en competiciones profesionales despiadadas.

“Competiríamos por un puesto en la Corte de Apelaciones y luego en la Suprema. Disputaríamos puestos en bufetes de élite, y luego por ser socios en esos mismos lugares. En cada coyuntura, dijo Thiel, nuestros trabajos ofrecerían más horas de trabajo, alienación social de nuestros compañeros y un trabajo cuyo prestigio no compensaría su falta de sentido”, escribió Vance en un largo ensayo publicado en la revista católica The Lamp.

“También argumentó que su propio mundo de Silicon Valley dedicaba demasiado poco tiempo a los avances tecnológicos que mejoraban la vida -los de la biología, la energía y el transporte- y demasiado a cosas como el software y los teléfonos móviles. Todo el mundo podía tuitearse o colgar fotos en Facebook, pero se tardaba más en viajar a Europa. No teníamos cura para el deterioro cognitivo y la demencia, y nuestro consumo de energía ensuciaba cada vez más el planeta”, agregó.

Desde ahí, Thiel se ha convertido en un estrecho amigo de Vance. Tanto así, que en marzo de 2021 el empresario donó US$ 10 millones a Protect Ohio Values, un super PAC (organización exenta de impuestos que busca financiar campañas políticas) para apoyar una entonces posible candidatura de Vance. Luego, en noviembre de ese mismo año, Vance tuiteó una invitación para unirse a él y a Thiel en una cena exclusiva, a quien donara US$ 10.800. “Será un grupo pequeño, con buena comida y mejor compañía”, escribió Vance.

La fórmula le funcionó: logró ganarle al demócrata Tim Ryan por más de 6 puntos.

Las redes en el mundo tech
Los vínculos de Vance con Silicon Valley son fuertes y parece ser el elegido por el sector tecnológico. Doug Leone (Sequoia), Elon Musk (Tesla, X, SpaceX), Ben Horowitz (a16z), Eoghan MacCabe (Intercom), Ken Hovery (PayPal), Kyle Samani (Multicoin Capital), Marc Andreessen (a16z), ​​Joe Lonsdale (Palantir), Palmer Luckey (Oculus) y Shaun Maguire (Sequoia) son algunos de los nombres que apoyan a Trump.

Algunos de ellos, como Thiel y Andreessen, invirtieron en el fondo de VC de Vance, lo mismo que el ex CEO de Google, Eric Schmidt.

Musk habría hecho lobby con Trump para que JD fuera su abanderado. Lo mismo hizo Thiel, quien -con los años- se ha distanciado del ex mandatario. De hecho, en junio, en una conferencia en Colorado, el ex PayPal dijo que votaría por Trump sólo “si me ponen una pistola en la cabeza”. A pesar de eso, según The New York Times, el empresario “hizo llamadas para animar a Trump a elegir a Vance”.

“JD atrae el apoyo de gente como Peter y Elon porque es el raro político que es a la vez tremendamente inteligente y que piensa profundamente en el futuro”, declaró al Financial Times Blake Masters, otro protegido de Thiel que se presenta como candidato al Congreso estadounidense.

A pesar de esto, el abogado ha apoyado acciones antimonopolio contra grandes empresas tecnológicas. Incluso respaldó a la líder de la comisión federal de comercio, Lina Khan, cuando investigaba a Google y Amazon. Es partidario de disolver Google, dice que Facebook (Meta) censura historias negativas sobre Biden, y que gran parte del mundo de la tecnología es anticonservador.

Por eso su fondo de VC, han declarado, se trata de una compañía dedicada a “abordar los problemas más acuciantes de Estados Unidos”.

Otro de los personajes clave para Vance es David Sacks, empresario, inversionista y podcaster, a quien conoció en sus tiempos de capitalista de riesgo con Peter Thiel. En junio recién pasado, el senador por Ohio voló a San Francisco con sólo un objetivo: participar de un evento de recaudación de fondos para Trump y organizar una comida privada con ejecutivos e inversionistas en tecnología y criptomonedas. Fue un éxito. Ocurrió en la mansión de Sacks en el barrio de Pacific Heights y el ticket para participar era de US$ 300 mil. En dicho encuentro el abanderado republicano preguntó a quién debería elegir como compañero de fórmula y Sacks y Chamath Palihapitiya -fundador y CEO de Social Capital- no dudaron: respondieron Vance. Esta semana, en la Convención Republicana, el ahora candidato a VP conversó largamente con Sacks, quien también se subió al escenario a defender el nombramiento de su amigo.

Su patrimonio
Bitcoin. Startups y ETF’s que siguen el S&P 500, petróleo y oro. Puede sonar a la cartera de inversiones de un millennial que invierte en Robinhood, pero es el patrimonio de J. D. Vance, un acérrimo defensor de las criptomonedas.

Según un reportaje del medio de inversiones Barron’s, el patrimonio declarado por Vance en 2022 es de entre US$ 4,3 millones y US$ 10,7 millones. Declaró un sueldo anual de US$ 110 mil en su firma de capital de riesgo y US$ 120 mil de Harper Collins, la editorial que publicó su libro Hillbilly, una elegía rural.

En esa misma declaración, el candidato valora su cartera de Bitcoins entre US$ 100.000 y US$ 250 mil. Durante su gestión como senador por Ohio, Vance presentó un proyecto de ley que busca regular esta industria y la moneda digital se ha convertido en un gran actor de la campaña republicana. Incluso, Trump participará en la conferencia anual de Bitcoin y ha aceptado donaciones para su campaña, entre ellas, la de los gemelos Winklevoss (fundadores de Facebook), por US$ 1 millón cada uno.

¿El camaleón?
El Vance de hace ocho años no es el mismo que el actual. En 2016 no votó por Trump. Ese mismo año dijo, de hecho, que “voy y vengo entre pensar que Trump es un gilipollas cínico como Nixon que no sería tan malo (e incluso podría resultar útil) o que es el Hitler de Estados Unidos”. Dos años después, declaró al FT que “la opinión de la élite republicana sobre por qué la gente votó a Donald Trump es que los votantes de Trump son estúpidos. Creo que la opinión de la élite demócrata es que los votantes de Trump son intolerantes e inmorales. Y eso probablemente todavía se refleja mucho en la cultura popular”.

Pero cuatro años después de esta declaración, luego de la derrota de Trump contra Biden, Vance afirmó que dicha elección había “sido robada”. Y esta semana, en su Twitter, escribió: “Qué honor postularse junto al presidente Donald Trump. Él entregó paz y prosperidad una vez, y con tu ayuda, lo hará de nuevo”.

Esas críticas quedaron en el pasado, y uno de los primeros en ver una oportunidad en Vance fue Donald Trump Jr. La prensa norteamericana asegura que fue él quien “descubrió” a Vance y lo acercó a su padre. Incluso, éste declaró que el nuevo compañero de fórmula de su padre tiene “muchas posibilidades” de ser elegido presidente en 2028.

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