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Thomas Sampson: “No hay una guerra comercial en el resto del mundo, es EEUU el que se desvincula cada vez más de la economía global”

Thomas Sampson: “No hay una guerra comercial en el resto del mundo, es EEUU el que se desvincula cada vez más de la economía global”

Con base en su investigación el académico de London School of Economics (LSE) no tiene problemas para afirmar que las políticas de Trump representan “un cambio radical” respecto a normas que se han cimentado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Dada la amplitud de las tarifas, duda que algún sector pueda verse beneficiado.

Por: Francisca Guerrero | Publicado: Sábado 5 de abril de 2025 a las 04:00
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No hay claridad sobre los propósitos, cálculos, ni la permanencia de los aranceles que anunció Donald Trump, en lo que él mismo denominó el Día de la Liberación. Pese a la persistente incerteza, ya hay cuentas que se pueden sacar en limpio y no son muy alentadoras.

La política comercial de Washington no sólo amenaza la estabilidad de la economía mundial, como dan cuenta los temerosos mercados globales, sino que también hace que Estados Unidos, otrora líder del libre comercio, avance a un severo aislamiento.

Así lo afirma, en entrevista con DF MAS, el académico de la London School of Economics (LSE), Thomas Sampson, quien plantea que “es bastante difícil encontrar una justificación económica” a las medidas adoptadas por la Casa Blanca. A su juicio no tiene sentido aspirar a reducir a cero los déficits comerciales bilaterales, tampoco proteger de competidores extranjeros para beneficiar a la industria estadounidense o pensar que ésta última sea crucial para una economía desarrollada moderna, donde el sector de servicios tecnológicos ha cobrado mayor protagonismo.

- ¿Cómo estas políticas desafían el consenso en torno al libre comercio en el marco de una economía de libre mercado globalizada?

- Obviamente, la decisión política de la administración Trump de imponer aranceles muy elevados a todos sus socios comerciales marca un cambio radical con respecto a la norma posterior a la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, los países han trabajado para reducir las barreras comerciales y, a través de la Organización Mundial del Comercio y otros acuerdos, han buscado maneras de reducirlas mutuamente. Y luego está lo que Trump hizo hace dos días: simplemente declaró unilateralmente: “Voy a aumentar los aranceles a todos los socios comerciales de EEUU”. Esta es una perspectiva muy diferente sobre lo que se intenta lograr en términos de comercio internacional.

Dicho esto, creo que es bastante difícil encontrar una justificación económica para las tarifas de Trump. La idea de que estos aranceles recíprocos reducirán a cero los déficits comerciales bilaterales de EEUU no tiene mucho sentido.

Un posible razonamiento podría ser que se trata de proteger a las empresas estadounidenses de la competencia extranjera, algo que sin duda hacen los aranceles. Sin embargo, al reducir el comercio con el resto del mundo y la competencia de las importaciones, las empresas tienden a asumir costos de eficiencia. Reducen su inversión en tecnología, se vuelven menos productivas y, por lo tanto, podríamos terminar con una industria manufacturera estadounidense menos dinámica y menos exitosa.

Además, si bien muchos creen que tener un sector manufacturero fuerte es fundamental para el éxito económico, porque históricamente ha sido así, la pregunta es si en una economía moderna, donde los servicios han cobrado mayor importancia y gran parte del crecimiento proviene de industrias no manufactureras de alta tecnología, aquello sigue siendo cierto. Es dudoso.

- ¿Deberíamos incluir otras perspectivas a la hora de analizar las motivaciones de los aranceles de Trump?

- Sin duda, el hecho de que la administración estadounidense tenga una política de America First, sea lo que sea, lo hace menos dispuesto a cooperar con otros países, incluso con aliados tradicionales de EEUU. Así que hay un claro componente político en la negativa a cooperar con otros países, lo cual lo hace más dispuesto a imponer estos aranceles que a buscar aliados.

Partida y contrapartida del shock

Respaldado por papers como “¿Liberalización de las importaciones como destrucción de las exportaciones? Evidencia de EEUU” y “Transferencia de tecnología en las cadenas globales de valor”, Sampson advierte que no habrá sectores que se libren del impacto en crecimiento de esta ola tarifaria, así como tampoco se podrá contar a países que salgan ilesos, lo que incluye a Chile.

- ¿De qué forma la economía mundial acusará el golpe?

- Si pensamos primero en EEUU, los aranceles aumentarán el costo de las importaciones. Esto se traducirá en precios más altos para los consumidores. También significará precios más altos para las empresas estadounidenses que importan insumos que utilizan del extranjero.

Este aumento de precios, como el que observaremos en EEUU, será el punto de partida de lo que ocurra en el mismo país y en el resto del mundo. Es como la contrapartida: las empresas de otras partes del mundo que antes exportaban a EEUU ahora tendrán más dificultades para hacerlo. Perderán algunas de sus exportaciones, lo cual tendrá un impacto negativo para ellas.

Como mencionas, vimos que algunos de los aranceles más altos se han aplicado a grandes economías exportadoras de Asia, por ejemplo Vietnam, cuyo crecimiento en los últimos 20 años se ha basado principalmente en las exportaciones a EEUU. Así que su economía y otras asiáticas se verán muy afectadas.

- ¿Cómo este panorama se puede ver agravado por las represalias contra EEUU?

- Si tomamos como ejemplo las represalias de China, esto aumenta el costo para los consumidores chinos, afecta las exportaciones de las empresas estadounidenses y, lo más importante, estas represalias arancelarias fragmentan aún más el comercio mundial. Podemos ver que comenzamos a avanzar hacia una situación en la que EEUU estará bastante aislado del resto de la economía global.

Hasta ahora, no ha habido indicios de que otros países vayan a levantar barreras comerciales entre sí, por lo tanto, no hay una guerra comercial en curso en el resto del mundo, es EEUU el que se está desvinculando cada vez más de la economía global y es probable que siga haciéndolo, con las represalias potenciando ese efecto.

- La reacción del mercado ha dado cuenta de la preocupación por el efecto sobre las grandes tecnológicas. ¿Cuáles son las vulnerabilidades de este sector?

- La situación varía un poco entre empresas. Por ejemplo, está Apple, que ha sido una de las que más ha bajado sus precios en los últimos días y que tiene gran parte de su producción concentrada en países de Asia, como China. Por lo tanto, Apple está muy expuesta a estos aranceles y, en cierta medida, las empresas más expuestas a ellos experimentarán caídas bursátiles aún mayores.

Hay otras empresas que, probablemente, se ven más afectadas por el temor a una desaceleración del crecimiento global, como sería el caso de Meta, que vende principalmente servicios. Aun así, si la economía global crece más lentamente, esto afectará el crecimiento futuro de sus ingresos y también a sus acciones.

- ¿Qué otros sectores podrían verse fuertemente golpeados? ¿Ve a alguno saliendo beneficiado?

- Las tarifas son muy amplias…Prácticamente todos los sectores se verán afectados. Ha habido algunas exenciones para productos energéticos y farmacéuticos, pero prevemos que se verán afectados por una ronda separada de aranceles. Así que no creo que debamos apresurarnos a concluir que necesariamente saldrán beneficiados.

- La economía chilena está ampliamente abierta al comercio global, siendo una parte fundamental de su actividad. ¿Cómo podríamos vernos afectados?

- Para una economía como la chilena, que depende bastante del comercio, pero que no se ha enfrentado a los fuertes aumentos arancelarios que han experimentado algunos países, mi principal preocupación sería el efecto sobre el crecimiento global. Si la economía mundial entra en recesión, eso afectará la demanda de exportaciones chilenas y, de alguna manera, tendrá un efecto negativo en su economía. Eso es lo que me preocupa desde esta perspectiva, en este momento.

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