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Atria y Cozzi discrepan sobre la primera semana como constituyentes
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“Va a llegar un momento en que la Mesa Directiva de la Convención Constituyente ya no va a poder echarle la culpa al gobierno”, dice Ruggero Cozzi (RN) respecto a los problemas que se vieron la primera semana de instalación del órgano que escribirá una nueva carta magna. Y, sorprendentemente, Fernardo Atria le encuentra la razón. “Efectivamente va a llegar un punto en que no va a poder seguir echándole la culpa ni al gobierno ni a la inexperiencia ni a las condiciones iniciales de instalación”.
Es una de las pocas veces que ambos están de acuerdo. Los dos, por cierto, han hecho noticia en la última sémana. Cozzi por ser increpado por manifestantes a la salida del exCongreso y Atria por decir que el proceso constituyente se debe al estallido social.
Hasta el Zoom que hicimos el viernes en la mañana, Atria y Cozzi no habían tenido la instancia de conversar mucho entre ellos ni menos de sacarse una foto juntos, que fue tomada en un breve momento de receso, en el patio del antiguo Parlamento.
Cozzi (34) es abogado de la UC y actualmente hace clases de Derecho Internacional y Derechos Humanos en la U. de los Andes. Participó por un cupo de la lista Vamos por Chile en el Distrito 6 (Los Andes, Zapallar, Quilpué, Olmué, Villa Alemana, entre otras comunas) y obtuvo 10.802 votos.
Atria (52) también es abogado y docente. Estudió en la Universidad de Chile y es experto en derecho constitucional, disciplina que imparte en la casa de Bello. Iba por un cupo Independiente/RD de la lista Apruebo Dignidad y salió electo con primera mayoría en el Distrito 10 (Santiago, Ñuñoa, Macul, La Granja, Providencia, San Joaquín) con 52.443 preferencias.
-¿Qué emociones han predominado esta primera semana?
-Fernando Atria (FA): El domingo claro que hubo un momento, cuando se tuvo que suspender la sesión, donde uno pensaba que esto podría no haber funcionado. Sin embargo después de haber visto en retrospectiva lo que pasó, creo que resultó muy bien, porque una vez que se superó el problema inicial, la sesión procedió normalmente. Parte de lo intenso y de lo difícil de esta semana es que estamos en un proceso de iniciación y todo inicio es complicado porque no se ha hecho antes. A esto se le suman dos complejidades adicionales. Una, que no ha sido fácil armar materialmente la situación para que esto proceda. La otra es que no tenemos reglas de procedimiento previas. Tenemos que dárnoslas.
-Ruggero Cozzi (RC): Yo tengo un balance muy distinto del que hace Fernando. Sí le reconozco un punto, y es que el día domingo las cosas pudieron haber sido muy distintas, podría haber sucedido que la Convención no se instalara y eso hubiera sido terrible. Pero después de ese momento y desde que asumen la responsabilidad de dirigir este proceso, la presidenta Elisa Loncón y el vicepresidente Jaime Bassa, creo que se dio un mal espectáculo en muchos planos. Poner como prioridad el proyecto de ley de indulto a los presos políticos, que está absolutamente desconectado de lo que son las prioridades de la ciudadanía; el bochorno de las votaciones del día miércoles, que se llevaron a cabo de una manera absolutamente desordenada, creo que son señales muy malas de lo que puede llegar a ser este proceso constituyente si es que sigue en esa línea. Para mí el balance de esta primera semana es negativo. La Convención Constitucional se sobregiró. Espero que el rumbo que esto va a ir adquiriendo cambie, porque de lo contrario se proyecta un mal escenario.
-Para algunos la derecha está actuando como trinchera, en bloque, sin buscar acuerdos. ¿Lo ven así?
-FA: La derecha verá cómo votar, pero enfrentan una decisión importante. Una posibilidad de acción de ellos es la del domingo, en que mantienen una unidad monolítica, pero no tienen ningún impacto en lo que se decida. O, por el contrario, buscan maneras de entrar en diálogo y tienen impacto. La decisión que ellos tomen va a ser bien importante, no para el éxito del proceso constituyente, porque el proceso va a seguir igual, sino para la manera en que ellos entren a éste. Espero que la decisión que tomen, opinando desde afuera, sea una de entrar en diálogo, más que de afirmar su propia identidad, haciendo lo que pasó el domingo.
-RC: Creo que este es un proceso que va a ir decantando de a poco dentro de la centro derecha. Yo al menos en lo personal, porque no puedo hablar por todos los constituyentes de mi sector, estoy con todo el ánimo de colaborar en que este proceso sea exitoso y que la Constitución le ofrezca gobernabilidad y permita retomar el camino al desarrollo. A uno sustentable, con descentralización, que es básicamente lo que nos está pidiendo la ciudadanía.
Los presos de la discordia
“Con todo el afán que tenga de buscar diálogo y de llegar a acuerdos amplios, el tema de los presos políticos para mí es intransable porque de verdad creo que es una bofetada a la ciudadanía y es una distorsión de la verdadera historia. Es cierto que esto comenzó con acciones violentas el 18 de octubre, pero eso fue canalizado por el sistema político y acompañado de marchas pacíficas. Ahora estoy aquí gracias a ese acuerdo inclusivo y democrático que permitió darle cauce institucional y democrático a este proceso”, dice Cozzi.
El jueves, durante la tercera sesión de la Convención Constituyente, Fernando Atria realizó una intervención, bastante comentada, respecto al debate sobre los presos del 18-O y la militarización del Wallmapu (territorio mapuche). Dijo: “Es innegable que la revuelta de octubre es el origen del proceso constituyente”.
-Ruggero, deduzco que lo que planteó Fernando no te parece correcto.
-RC: Claramente tenemos discrepancia.
-FA: Ruggero dijo recién que él tenía claro que esto había comenzado con el estallido. Esto es una cuestión de tener realismo y de mirar las cosas cómo pasaron. No es que no se haya demandado la necesidad de un proceso que nos llevara a una Nueva Constitución, antes del 18 de octubre. La pregunta es ¿por qué el proceso constituyente solo pudo abrirse después del 18 de octubre? Uno no puede ser tan suelto de cuerpo, si me lo permites, y decir “es verdad que el proceso constituyente se inició con el estallido, pero eso no tiene ninguna consecuencia”. No. Uno tiene que hacerse cargo de lo que dice. Si el proceso constituyente se inició con el estallido, entonces tiene que sujetarse a otras preguntas como: ¿Por qué fue necesario que se suscitara con el estallido? No podremos ponernos de acuerdo altiro en la visión más grande, pero hay que dar pasitos. Estamos de acuerdo con que no existiría un proceso constituyente, si no hubiera habido un estallido.
-RC: Creo que eso es entrar al campo de la ciencia ficción.
-FA: O sea, ¿tú crees que el hecho de que el acuerdo del 15 de noviembre se haya alcanzado y se haya acordado un plebiscito, podría haber pasado el 1 de septiembre, por ejemplo?... ¿No tiene nada que ver con lo que pasó el 18 de octubre?
-RC: Lo que pasa es que ya habían existido intentos de procesos constituyentes, como el de Michelle Bachelet, donde queda claramente graficado que hay dos almas en la izquierda que entran en pugna. El alma más reformista, y el alma más revolucionaria. Yo no quiero ubicar a Fernando, voy a dejar que él se ubique solo… y quizás él encontrará una tercera categoría. Pero lo que yo veo es que hay quienes creen que este proceso efectivamente nace de un acto revolucionario que está teñido de actos que caen en el campo de lo criminal. Me parece que eso es un error estratégico incluso para la propia izquierda, porque si tú quieres hacer perdurar esta Constitución, lo peor que puedes hacer es poner su origen en un acto que es ilegítimo, que responde a la fuerza, que es la misma tesis que yo ya he criticado con respecto a la Constitución de Pinochet. Ahí están cometiendo un gran error.
-FA: Pero entonces, ¿tú crees que no hay ninguna conexión entre lo que ocurrió el 18 de octubre y que ahora exista un proceso constituyente? ¿Crees que son dos eventos que fueron completamente casuales? ¿Que el hecho de que uno ocurriera poco antes de un mes que el primero, es casualidad?
-RC: Es que eso es entrar en contrafactuales. El punto es que adjudicarle a la violencia el origen de todo este proceso, independientemente de que cronológicamente estén cercanos, es un pésimo relato. Aquí hay que constatar varias cosas. Lo primero es que la centro izquierda está absolutamente desaparecida y que hoy actualmente la mesa y la coalición que está llevando adelante la Convención Constitucional es el eje del Frente Amplio, del PC y el colectivo socialista. Como dije en un principio, creo que se están sobregirando muy rápido con demasiada ansiedad, al punto de que a veces parecieran como un niño que se le entrega un juguete nuevo y está a punto de romperlo. No se están dando cuenta de que en menos de una semana han hecho de la Convención Constitucional algo que es en términos de show, y de espectáculo igual o peor que el Congreso Nacional, y la pregunta que yo me hago es: ¿cuántas semanas más van a pasar antes de que la Convención Constitucional se desprestigie en los mismos niveles que el Congreso?
-¿Hay crítica directa hacia la presidenta y el vicepresidente? ¿Les faltó experiencia?
-RC: La presidenta Elisa Loncón debiera mirar un poco más allá hacia lo que fue Carmen Gloria Valladares el día domingo. Para mí ese es el estándar que debe tener alguien que está en la testera. Dando garantía de imparcialidad a todos los presentes, tanto a las mayorías como a las minorías; y de orden. Y Jaime Bassa, de quien yo tengo una buena opinión, espero que haga un mayor esfuerzo por guardar la forma y los procedimientos porque creo que ese es su principal aporte en la testera.
-FA: Yo creo que hay momentos en que la mesa brilló y momentos en que hubo más dificultad. La dificultad más grande de la mesa, me parece, tiene que ver con la inexperiencia. Lo que se refleja en la sesión del miércoles. Ahí no tenemos dos opiniones con Ruggero.
El póker y la Convención
-¿Quiénes de sus adversarios creen que van a ser un aporte en este proceso?
(Se quedan callados).
-Supongo que hay alguien.
-RC: Yo prefiero hablar en términos generales. He tenido muy buena impresión, conversaciones valiosas con profesores de derecho y algunos constituyentes de la izquierda y la centro izquierda, y veo con buenos ojos esas relaciones que hoy en día son incipientes. En una semana es difícil construir confianzas, pero espero que esos puentes se mantengan abiertos.
-¿Se pueden saber los nombres?
-RC: Ningún jugador de póker muestra sus cartas tan rápido (se ríe).
-¿Y tú, Fernando?
-FA: Yo tampoco te voy a decir nombres, porque si uno los dice, les puedes crear problemas a ellos.
-RC: Exactamente.
-FA: En términos personales, yo no tengo ninguna mala relación con nadie. En términos políticos, ¿cuán probable es que lleguemos a posiciones comunes en algunas cosas? Yo veo la bancada de la derecha en la Convención y distingo claramente, a quiénes yo anticipo se van a negar a todo y los que van a estar mucho más llanos a conversar y buscar y construir posiciones comunes. Eso va a empezar a pasar. A menos que la derecha tome la decisión de hacer durante toda la Convención lo que hizo el domingo, es decir no transar. Pero no creo. Esa es una posición difícil de sostener todo el proceso. Lo que esperaría es que por lo menos algunos de ellos se empezaran a abrir a una posibilidad de ir acercando posiciones. Y se van a encontrar acá, en mi sector, probablemente, con unos más recalcitrantes y otros menos. Eso tiene que ir evolucionando con el tiempo. No va a ser rápido. Como dice Ruggero eso supone una experiencia común. Así va surgiendo confianza. La confianza no es instántanea; no sirve de nada que te diga “confía en mí”. ¿Por qué? Es una cosa que se va construyendo.
-¿Ustedes se ubican a sí mismos en este centro que va a querer dialogar?
-RC: Va a depender mucho de cada tema el cómo se configuren esos polos.
-FA: Yo tengo opiniones conocidas en muchas de las cuestiones del debate constituyente. Sobre derechos sociales, etc. Creo que esta Convención es la primera vez que vamos a tener una discusión que no va a estar expuesta al veto unilateral de nadie. El éxito del proceso va a depender de que seamos capaces de ir construyendo esas posiciones comunes. A eso, yo voy a estar siempre dispuesto. No me quiero yo poner en un mapa, y decir “estos son más radicales y esos son más moderados”. Yo voy a la Convención a buscar que lleguemos a una Constitución que pueda ser reconocida por todos como propia. Y creo que las condiciones para eso, por primera vez, están dadas.