Opinión
Elisa Cabezón y las elecciones de hoy: “Todo proceso iniciado se debe concluir, y de buena forma”
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Elecciones: a terminar lo iniciado
Otra vez nos toca votar. Esta es la octava elección desde finales del 2019, y hay un desgaste electoral entre los ciudadanos. Pero debemos recordar que el 2020 en las urnas los chilenos manifestaron su deseo de iniciar un proceso para redactar una nueva Constitución. Y todo proceso iniciado se debe concluir, y de buena forma.
Hoy debemos elegir el candidato o partido que mejor represente nuestros valores e ideas, y en diciembre, con la propuesta de texto a mano, aprobarla o rechazarla. Así de sencillo. Estamos en la recta final.
Estrategia Nacional del Litio: más dudas que respuestas
Chile tiene la mayor reserva de litio en el mundo, y además la con menores costos de producción, depositada en nuestros salares del norte. Antes de la subida de precios del mineral, liderábamos la producción mundial. Pero durante el alza de precios Australia superó a Chile, a pesar de que su producción es a rajo abierto, más cara y contaminante que la extracción desde nuestros salares. Y se proyecta que Argentina nos iguale en la cantidad producida para el 2030.
Ambos países tienen algo en común: la producción es realizada principalmente por empresas privadas, a través de concesiones otorgadas por el Estado. En cambio, en nuestro país el litio no es concesionable. La producción la realizan dos empresas privadas en el Salar de Atacama a través de contratos de arrendamiento con el Estado, contratos que expiran en el 2030 y 2043. Mientras tanto, tenemos otros 23 salares sin aprovechar.
Es urgente aprovechar el litio de nuestros salares, maximizando las rentas que ingresan al fisco, sujeto a estrictos estándares ambientales. La experiencia comparada muestra que la colaboración público-privada es el camino, siendo fundamental entregar certeza a los privados sobre las reglas del juego.
Se anunció la Estrategia Nacional del Litio, pero ese anuncio trajo más preguntas que respuestas: ¿qué implica la participación mayoritaria del Estado? ¿Control de la gestión? ¿Recibir el 50+1 de las utilidades? Luego ¿cuánto será el aporte de los privados al fisco? Mientras tanto, millonarias rentas del litio seguirán lejos de nuestras arcas fiscales.
Todos los chilenos estamos sufriendo con el alza de precios del último tiempo. ¿La respuesta de algunos políticos para suavizar el malestar? Inyectar una enorme cantidad de recursos de forma líquida, a través de un 6° retiro. En Pivotes estimamos que un nuevo retiro entregaría US$ 19.442 millones -equivalentes al 25% del presupuesto fiscal del 2023-, lo que presionará el gasto privado y con eso, los precios.
Mientras se agudizarían los daños de la inflación, estimamos que sólo un 5% de los recursos de un nuevo retiro llegaría a los hogares del quintil más pobre (hogares del 20% de menores ingresos), mientras que un 43% llegaría a los hogares del quintil más rico (hogares del 20% de mayores ingresos).
Esta regresividad refleja una realidad más preocupante: a menor ingreso del hogar, menor es la cantidad de personas que acceden al empleo formal y que cotizan para su seguridad social. Según la Casen, sólo un 12% de las personas en edad de trabajar del quintil más pobre tiene empleo formal, mientras que este porcentaje es un 50% para las personas del quintil más rico.
En vez de perder tiempo y energía en discutir la regresiva política de los retiros, el Congreso debiera enfocarse en discutir medidas que ayuden a aumentar la cobertura de la formalidad, especialmente de los más vulnerables.