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Opinión

Gloria de la Fuente: "Lo que hemos visto en las últimas semanas ha sido un gobierno que ha sido capaz de procesar y entender el resultado del plebiscito"

Gloria de la Fuente: "Lo que hemos visto en las últimas semanas ha sido un gobierno que ha sido capaz de procesar y entender el resultado del plebiscito"

Tras el anuncio de presupuesto por parte del Ejecutivo, la cientista política y académica de la Escuela de Gobierno UC destaca señales de madurez política y sentido de responsabilidad sin renunciar a sus convicciones.

Por: Gloria de la Fuente | Publicado: Sábado 1 de octubre de 2022 a las 21:00
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Nuevamente ¿realismo sin renuncia?

El gobierno acaba de anunciar las líneas fundamentales que tendrá su proyecto de presupuesto 2023, que a partir de octubre tendrá que empezar su discusión en el Congreso. En suma, se trata de un proyecto que establece la expansión del gasto de un 4,2% del PIB con foco puesto en impulsar la inversión pública, combatir la delincuencia y mejorar las pensiones de las personas.

Por cierto, no se trata de las únicas iniciativas, pero el énfasis en estas tres materias nos hace recordar aquello que la expresidenta Michelle Bachelet llamó “realismo sin renuncia”, a propósito de la compleja situación que enfrentó en 2015, que la obligó a re barajar las prioridades de su administración. La más evidente señal de que se trata de algo parecido en esta oportunidad, es que tanto sectores del oficialismo como de la oposición salieron a valorar la iniciativa.

La propuesta del Presidente de la República tiene todo el sentido del mundo en un momento complejo para el ejecutivo, no solo porque acaba de suceder un plebiscito constitucional cuya derrota ha significado un salvavidas de plomo para el gobierno (por haber quedado demasiado vinculado al resultado), sino también porque han sido muchas las circunstancias de los mal llamados “errores no forzados” (¡errores son errores y ya está!), que han orientado la tarea más a la generación de explicaciones permanentes que a la conducción de la agenda.

Con todo, como bien señalaba el Presidente de la República en su discurso para anunciar el proyecto de presupuesto, en siete meses es posible mostrar varios avances en cuestiones tales como: acuerdo histórico sobre sueldo mínimo, copago cero en salud, Chile Apoya, entre otros.

Equilibrio entre convicción y responsabilidad

La tarea en adelante es de suma importancia para el Ejecutivo. Lo primero será ordenar a sus coaliciones y a sus parlamentarios tras un mismo propósito, para lo cual será necesario tener claridad en el plan y en los objetivos inmediatos, mediatos y de largo plazo, pero también capacidad de seducir a actores que, hasta ahora, han estado distantes o evidentemente incómodos.

Lo segundo, será retomar el control de la agenda. Trazadas las prioridades del presupuesto 2023 y puesto el foco en las necesidades de la ciudadanía, debiera empezarse a notar un cierto derrotero que vaya ordenando y generando réditos en la aprobación gubernamental y certezas en la conducción de un barco que, probablemente, no ha entrado aún a la peor parte del temporal, si es que los vaticinios sobre la cuestión económica se cumplen para el periodo que viene.

Lo anterior es especialmente importante si se considera que será muy difícil, y probablemente inconveniente, que el gobierno vuelva a tener un protagonismo demasiado relevante en el nuevo proceso constitucional, al menos en la primera parte, lo que evidentemente generará una competencia por la preeminencia en la agenda.

Gobernar en democracia supone una tensión permanente entre la ética de la convicción y la de la responsabilidad, como diría Max Weber. No se trata de traicionar los propios ideales o un programa, se trata de ordenar la tarea con la convicción de que eso favorecerá al bien común. La sostenibilidad de un proyecto político supone ser capaz de distinguir entre estas dimensiones para actuar en consecuencia.

Procesar y entender

Los acuerdos en materia de presupuesto muestran un aprendizaje respecto a que el arte de gobernar y la dinámica democrática misma requiere, especialmente en ciertas circunstancias, hacer concesiones por el bien de la gobernabilidad y como una cuestión táctica, que no haga naufragar el fin perseguido (en su versión menos sofisticada “otra cosa es con guitarra”).

La política está llena de símbolos y lo que hemos visto en las últimas semanas ha sido un gobierno que ha sido capaz de procesar y entender el resultado del plebiscito, no ha sido necesario, como ha insistido la oposición en la lógica de algunos de cosechar réditos, que el Ejecutivo salga a hacer una vocería con un mea culpa sobre el resultado de estos comicios.

Las señales han sido evidentes y claras, un cambio de gabinete que equipara las fuerzas de Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático dentro del Ejecutivo y un presupuesto austero, con foco en las prioridades ciudadanas. Lo demás es abundar en explicaciones que debieran ser más tarea de análisis en profundidad desde las ciencias sociales.

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