Opinión
J.J.Jinks: Consensos y el vaso medio lleno
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Durante años estuvimos llenándonos de leyes, reglamentos, ordenanzas y miles de funcionarios públicos para hacerlas cumplir, total el país crecía y aguantaba cualquier creatividad. Siempre hubo una buena razón para incorporar un trámite más y un servicio público que tuviese algo que decir.
El resultado es que hoy la maraña estatal es prácticamente indescifrable e inabordable y un envase de Coca-Cola de la década del 80 -¡eran lindas esas botellas!- encontrado en la excavación de un proyecto lo detiene por meses.
Los servicios no conversan entre sí, el Estado te pide información que sólo el Estado tiene, tampoco es que abunde la disposición funcionaria para resolver problemas, en resumen, un desastre que tiene paralizada la inversión.
Si bien la situación es descorazonante pues de más está decir que el motor del crecimiento se detuvo y hoy nos cuesta un mundo echarlo a andar, creo que hay que intentar mirar el vaso medio lleno para no caer en el lamento languideciente y paralizante.
Después de muchos años parece haber un consenso transversal en la clase política sobre el agobio que causa la llamada permisología en las perspectivas del país y cómo eso impacta en puestos de trabajo, salarios reales y en el fondo en nuestra capacidad de desarrollo. Hay indicios de que el ministro Grau ha tomado la bandera con seriedad y que se están dando pasos en búsqueda de destrabar proyectos.
Si hay algo que a Chile le permitió avanzar en los 30 años dorados de nuestra economía fueron los grandes consensos en torno a ella. El surgimiento de una nueva izquierda representada por el Frente Amplio, que descreía de la importancia del crecimiento y de las dinámicas más básicas del mercado, se transformó en una piedra enorme en medio del camino.
Muchas veces la derecha tampoco contó con la convicción necesaria para defender principios y terminó sumándose por una popularidad efímera a ideas y conceptos que alejaban al país del desarrollo.
Si bien las cifras son poco halagüeñas, es de la mayor importancia escuchar al Presidente Boric genuinamente preocupado por alcanzar cifras de crecimiento para mostrarle al país. En su cuenta anual señaló que al finalizar su período el crecimiento sería mayor que en los ocho años anteriores; más allá de lo rebuscado del parámetro, el que se fije un objetivo ambicioso es sólo bueno para el país.
Boric es el líder y el mejor de su generación. De su Gobierno no ha salido nadie que ni siquiera se le acerque e incluso las distancias existentes al inicio sólo se han ampliado. Su voz pesará en forma importante en la forma en que se articule tanto como probable futura oposición como también en la búsqueda de futuro Gobierno de él mismo. Hay Boric para mucho rato. Si la economía de mercado pasa a ser parte de la caja de herramientas de esta nueva izquierda, con todas las salvedades y respingos que quieran, habrá una mejor oportunidad para el país en el futuro.
Las cosas no están bien, pero hay una luz y esa luz viene por recuperar consensos perdidos. Es más importante de lo que muchos creen o hacen parecer.