Opinión
J.J.Jinks: "Si antes fueron la seguridad y la economía lo que puso a la población en alerta frente a la inacción del gobierno, esta vez fue el manejo de la crisis hospitalaria"
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Después del éxito resonante en las encuestas de la Cuenta Pública presidencial las huestes oficialistas actuaron como si hubiesen encontrado la pócima mágica. Si bien algo similar había ocurrido en la cuenta anterior también con una importante alza en valoración de la gestión del Presidente Boric, que en esa ocasión rápidamente se desvanecería, esta vez las cosas serían distintas.
La conexión entre el Presidente y la ciudadanía era indudable y por tanto había que aprovecharla al máximo, especialmente después de la durísima e inapelable derrota electoral en la elección de convencionales.
“Boric, amigo el pueblo está contigo” coreaban enfervorizados partidarios en el Teatro Municipal de Santiago mientras el Presidente asistía al concierto del ícono del bossa nova Caetano Veloso. Todo sobre ruedas se habrán solazado los asesores viendo como una mayor exposición traía consigo este tipo de apoyos y manifestaciones.
Alguien podría cuestionar que no era precisamente el pueblo quien disfrutaba de los mullidos asientos aterciopelados del Municipal, pero para que nos vamos a fijar en detalles. El plan continuaba y a la hora de almuerzo de uno de los días de la semana, el Presidente salió a las calles cercanas a la Moneda a recibir un baño de masas donde vimos como recibía abrazos y selfies por doquier. El poder de la palabra presidencial era la taumaturgia que convertía la desazón y agobio del diario vivir en un horizonte rosado lleno de esperanza. Un líder espiritual como dijo el siempre chispeante diputado Winter.
El diseño comunicacional se vio súbitamente interrumpido por la trágica muerte de una guagua por falta de cama crítica. De un momento a otro el hechizo se acabó y volvimos a la áspera realidad, una gestión mediocre con consecuencias directas en el bienestar de las personas.
Si antes fueron la seguridad y la economía lo que puso a la población en alerta frente a la inacción del gobierno, esta vez fue el manejo de la crisis hospitalaria donde hay una angustiante falta de capacidad física para atender la altísima demanda producida por los virus respiratorios. Una campaña invernal a todas luces tardía, una ministra de salud que se presenta a los medios sin los datos básicos del problema que enfrenta y lo peor de todo una falta de coordinación y gestión teniendo las facultades para ello por parte de las autoridades encargadas.
El contraste con el gobierno anterior y el actuar del equipo de salud ante el Covid es brutal. El cliché de que las cosas se valoran cuando se pierden se hace carne frente a la inoperancia de la que estamos siendo testigos. Naturalmente que repetir las conductas de hostigamiento y crítica inmisericorde que tuvo la oposición en los peores momentos de la pandemia no aporta ni sirve de nada. En una situación dramática donde hay niños muriendo lo que corresponde es colaborar y concentrarse en resolver los problemas existentes.
La luna de miel post discurso parece haberse acabado, empieza a quedar atrás el Boric rock star y empezamos a escuchar para nuestra perplejidad que la crisis sanitaria estaba entre las prioridades del gobierno. Habrá quienes una vez más asientan y caigan embelesados frente a la retórica gubernamental, pero habrá de los otros también.