Cómo salir vivos de Democracia Viva

Una comisión de expertos más. Aquella vieja práctica de la política de los “30 años”, tan denostada por la actual generación de dirigentes del Frente Amplio, es la que, vaya paradoja, elige el gobierno para tratar de salir ileso de esta crisis.

Si bien los comisionados cuentan con las mejores credenciales, las acciones del gobierno deben ir mucho más allá. Lo primero, urge un diseño político y comunicacional para enfrentar la crisis, ya que a la fecha las declaraciones de las autoridades han sido dignas de una comedia trágica. 

Pocas veces hemos visto a un Presidente blindando a un seremi o a un ministro echándole la culpa de todos sus males al Gobierno anterior. Es tiempo de hacer un mea culpa en serio y asignar responsabilidades políticas proporcionales al tamaño de la crisis. Segundo -y para esto no se necesita una comisión- el gobierno debería ponerle urgencia a los proyectos de Transparencia 2.0 y Modernización de compras públicas, que duermen plácidamente en el Congreso hace años. 

Hasta que aparecieron las medidas procrecimiento

Esta semana el gobierno mostró sus cartas con medidas para reactivar la inversión y el crecimiento. El ministro Marcel, en el marco del pacto fiscal, presentó 36 iniciativas a la CPC, entre las que destacan un régimen de depreciación instantánea y la rebaja del impuesto corporativo a 25% (contra una todavía confusa tasa de desarrollo de 2%).

Por su parte, el Ministerio de Economía anunció una ley marco para hacer más expedita la permisología a la que se enfrentan los proyectos de inversión. Estas son buenas noticias. Desde Horizontal hemos insistido con fuerza que necesitamos medidas concretas para reactivar nuestra alicaída economía y aumentar el crecimiento de largo plazo. Los cuellos de botella a la inversión van mucho más allá del tema tributario, por lo que la agenda del ministerio de Economía cobra especial relevancia. 

A saber, los plazos efectivos de los ocho permisos más críticos para la inversión son 6 veces mayores que su plazo legal y un proyecto de desalación puede tardar más de 11 años. Acortar en un año estos plazos, equivale a disminuir el impuesto corporativo en 1,6 puntos. Así de grande es el problema.

La participación ciudadana se toma el proceso constitucional

Una de las principales críticas que ha recibido el actual proceso constitucional es la baja adhesión por parte de la ciudadanía. Sin embargo, los números de las iniciativas populares de norma (IPN), cuyo plazo se cerró ayer, desafían esta premisa.

En total, se presentaron 1.300 IPN, las que recibieron 330.000 apoyos de 1.590.000 participantes. Hasta horas antes del cierre un total de 17 IPN obtuvieron más de 10.000 firmas y serán discutidas por el Consejo Constitucional. 

Entre ellas destaca “Por un Estado sin Pitutos”, iniciativa que empujamos desde Horizontal, en conjunto con Pivotes e IdeaPaís, para profesionalizar el empleo público y tener una carrera funcionaria de carácter técnico y en base al mérito. Hoy más que nunca tenemos que luchar contra el Estado como agencia de empleo de los partidos políticos. La inclusión de estos principios en una nueva Constitución, es un buen primer paso.