Opinión
Sylvia Eyzaguirre: “Ya casi no leo los comentarios de redes sociales”
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“Una de mis columnas que tuvo un efecto inesperado en cuanto a las reacciones, fue la que denunció la corrupción en el nombramiento de directores de liceos en Valparaíso (publicada el 18 de abril de 2020).
Se titulaba Acuso, y arrancaba así: ‘Algo huele a podrido en el municipio de Valparaíso. La educación pública se ha vuelto a convertir en un botín, en la caja pagadora de favores políticos; esta vez en manos de quienes denunciaban las viejas prácticas y prometían renovar la política’.
Tuvo una enorme repercusión. De hecho, luego de su publicación parlamentarios de Chile Vamos, miembros de la Comisión de Educación de Chile Vamos, anunciaron que recurrirían a la Contraloría General de la República para que investigara dicho proceso. Pero mis columnas favoritas son las que de alguna forma meten tangencialmente a la filosofía, son también las menos.
Los viernes en la tarde o los sábados en la mañana los destino a la redacción de la columna, pero lo más difícil es elegir el tema y el punto que uno quiere hacer. Eso por lo general lo decido durante la semana. Y depende del tipo de columna el tiempo que le destino a la escritura. Cuando se trata de columnas más coyunturales las escribo de una sola vez. Me demoro unas dos horas en redactar, pero el proceso de pensar el contenido es más lento y lo hago durante la semana.
También hay columnas que no tratan de la contingencia, sino que son reflexiones más de largo plazo. Esas las pienso con semanas o meses, las redacto de a poco y las voy cambiando hasta quedar conforme con lo que quiero transmitir.
Por lo general mando el texto sin que nadie lo lea antes. Pero cuando mis columnas abordan un tema técnico fuera de mi expertise, pido a una persona amiga que sepa del tema que me la revise. Esa persona cambia en función del asunto.
Antes siempre estaba muy atenta y respondía los ataques o halagos por las redes sociales, pero siento que en especial Twitter se ha puesto cada vez más violento, por lo que ya casi no leo los comentarios.
Me ha pasado varias veces cuando he dado entrevistas que el contenido se ha malinterpretado, con columnas es menos frecuente, pero hace poco me pasó con una y prefiero no mencionarla. De los columnistas de la prensa nacional, no me pierdo a Joaquín Trujillo, Matías Rivas, Fernando Claro, Loreto Cox, Rodrigo Valdés y Andrea Repetto.
Este ha sido un año donde temas para las columnas no han faltado, a veces dan ganas de escribir dos o tres columnas a la semana. Creo que durante este proceso constituyente los columnistas han sido un aporte a la discusión, porque nos ha permitido analizar el texto constitucional desde diversas perspectivas que enriquecen el debate y el propio punto de vista. Pero no me considero para nada un líder de opinión y creo que gracias a eso me siento con mucha libertad a la hora de escribir”.