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El rearme de Presidencia en la recta final del gobierno
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Este lunes, la ingeniera Teresa Mira aterrizará en el segundo piso para trabajar a la par de la jefa del gabinete presidencial Magdalena Díaz. Poco más de un mes antes lo hizo el abogado Andrés Sotomayor, quien comparte oficina con Benjamín Salas, uno de los asesores más influyentes en el mandatario y Pía Margarit, cercana a Jaime Bellolio.
Mientras el equipo de colaboradores más estrecho de Piñera se refuerza, su mandato es claro: queda el último tercio del gobierno, y no todo es la nueva Constitución. Con la amenaza de la suspensión del ministro Víctor Pérez latente -y el asesinato de un carabinero el viernes-, estos son tres personajes y cinco claves para entender cómo Piñera enfrentará el último año.
1. Cómo encauzar el proceso constituyente
Son tres los roles que deberá cumplir Piñera en el proceso constituyente, y así se lo ha planteado a su equipo más directo. El primero, en su tarea como jefe de Estado, ser responsable del proceso -tal como lo fue del Plebiscito- para que salga bien. El gobierno debe preocuparse de que la elección de los constituyentes, su instalación, y la adopción del reglamento cuente con todas las garantías para que se lleve a cabo en forma pacífica, con las reglas claras y asegurando la libertad de todos los candidatos y electos.
Segundo, como jefe de Chile Vamos, debe asegurar la unidad en el contenido para los constitucionales del bloque oficialista. Un primer acercamiento fue el decálogo que escribió en enero y que ahora tiene una versión 2.0 que mantiene los mismos principios, pero profundiza en algunos puntos. Piñera compartió el texto lunes en la mañana en el consejo de gabinete.
Y tercero, ver cómo canalizar aquellas sugerencias o intereses ciudadanos en la Convención Constitucional a través de los convencionales electos de Chile Vamos. Este último punto hasta ahora se ha llevado desde afuera a través del Centro Nansen, que lidera Afredo Zamudio. “El gobierno ha estado muy interesado en lo que ellos han llevado a cabo y quiere ver cómo colaborar en ese proceso”, explican en el entorno de Piñera.
Esta semana el Presidente le encomendó a su equipo buscar un lugar simbólico donde dar inicio a la Convención Constitucional, lo que podría llevarse a cabo desde el GAM, hasta el Museo de Historia Natural.
2. ¿Y el programa de gobierno?
Lo dijo en el discurso del domingo en la noche, lo repitió en la reunión del comité político el lunes y a su grupo de asesores más cercanos el martes. Si bien el gobierno tiene que cumplir el rol garante en el proceso constitucional, no puede dejar de lado las tareas más urgentes de su programa de gobierno. Son cinco: el fortalecimiento de la agenda social; la lucha contra el Covid-19; la reforma de las pensiones -que espera sacar antes de fin de año-; el orden público; y la recuperación económica y del empleo. “Hay que seguir avanzando, no hay que esperar que la nueva Constitución resuelva todo”, es su mensaje.
3. Segundo retiro de fondos: un problema más político que técnico
La aprobación -en general- de un segundo retiro de fondos de pensiones por la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados el martes prendió las alarmas en Palacio. No solo por el voto favorable de parlamentarios de Chile Vamos, que el gobierno espera revertir pidiéndoles que, en vez, apoyen la reforma previsional. “Lo que preocupa es esta actitud después del triunfo del Apruebo de que la Constitución actual hubiese quedado sin valor hasta que tengamos una nueva.
Eso, La Moneda no lo puede tolerar, y hasta que el Plebiscito de salida no gane, el Presidente debe dar todas las garantías y ocupar todas las herramientas para que la Carta Magna actual se respete por completo”, dicen del entorno del mandatario. Por eso, ya se dijo que el gobierno acudirá al Tribunal Constitucional para frenar la promulgación de esta ley. “En la tramitación del 10% hay una cuestión técnica de fondo discutible -que el retiro sea bueno o malo para efecto de las pensiones futuras-. Pero también hay un tema político que es tratar de pasar por encima de la Constitución vigente”, argumentan en La Moneda.
4. Éxodo del gobierno a Constituyentes:
“Esto no tiene el traumatismo de un cambio de gabinete”.
Jaime Bellolio y Cristián Monckeberg tienen a su cargo levantar los nombres de las personas del gobierno que dejaràn sus cargos en los próximos días para competir en las elecciones de convencionales y parlamentarios. “(Su salida) no es algo que preocupe al Presidente: Por el contrario, está feliz de que se vayan a competir para la Convención Constitucional, porque significa mayor presencia del sector en la discusión y porque tiene ministros y subsecretarios bien evaluados que pueden tener resultados favorables”, dicen en el oficialismo.
Lo que está claro es que el equipo de colaboradores más estrechos -segundo piso y comité político- se quedarán. “Eso ya representa una tranquilidad. Y lo que ocurra con los otros ministros y subsecretarios es una oportunidad de traer a nueva gente ya sea desde afuera o desde adentro”, comentan en el entorno presidencial. Y agregan: “Esto no tiene el traumatismo de un cambio de gabinete”.
Cristián Larroulet y el comité político ya están sondeando nombres para reemplazar a los salientes.
5. Acusación constitucional contra Pérez: pesimismo
El martes se votará en la Cámara la acusación constitucional en contra del ministro de Interior, Víctor Pérez. En el entorno del mandatario reconocen que “el panorama se ve difícil”, esto porque el Parlamento necesita 78 votos, y los tiene. De todas formas, en La Moneda se comenta que “él (Pérez) se mantendrá firme hasta el final, sea eso lo que signifique”. En palabras simples, que de prosperar la iniciativa podría detonar una crisis en La Moneda, que se vería obligada a nombrar el cuarto ministro del Interior.
Pero la trágica muerte del Carabinero Eugenio Naim en La Araucanía en medio de una operación policial en la madrugada del viernes removió el escenario para Pérez, al menos políticamente, comentan en Palacio. “No sabemos si esto va a dar vuelta algún voto, pero sí mueve el clima político”, aseguran en el entorno presidencial.
Teresa Mira: la ingeniera que subrogará a Magdalena Díaz
Fue en Ingeniería Civil en la UC donde Teresa Mira (43) coincidió con el ex ministro del Interior Gonzalo Blumel y el encargado de la modernización del Estado Rafael Ariztía. Sin embargo, no fue hasta 2010 cuando los tres compañeros volvieron a reunirse. Mira venía llegando de doctorarse en desarrollo sostenible en Italia, y Cecilia Morel la reclutó como asesora de su gabinete con foco en temas de reconstrucción psicosocial. A los dos años se trasladó a la Segpres, al alero de Claudio Seebach, como asesora senior de la Dirección de Coordinación Interministerial (DCI). Entonces le tocó trabajar codo a codo con Blumel quien se desempeñaba como jefe de la División de Estudios.
Para la campaña presidencial de 2017, Teresa Mira estuvo a cargo de la política de desarrollo social y territorial con énfasis en descentralización. Y tras el triunfo de Sebastián Piñera, Blumel la llamó a sumarse a su equipo en Segpres a cargo de la estrategia y planificación de la coordinación intersectorial. Quienes han trabajado con ella dicen que su rol no es político, ni técnico, sino estratégico. "Siempre ha trabajado en el centro de gobierno a cargo de su funcionamiento. Es un cargo bajo perfil e invisible pero que es parte del motor de Piñera", explica una persona de Palacio. Tras el 18-O y luego con la pandemia, Mira comenzó a colaborar más directamente con Magdalena Díaz -a quien había conocido en el gabinete de la Primera Dama en SP1- en la coordinación interministerial del Plan Paso a Paso. Entonces Díaz le propuso a Piñera reclutarla en el equipo de Presidencia como asesora. "Venía demás muy recomendada por Blumel", dice un cercano al mandatario. Dos semanas atrás se le hizo la propuesta formal.
El lunes 2 de noviembre, Teresa Mira se instalará en el segundo piso en la misma oficina de la jefa de gabinete y la jefa de Prensa Carla Munizaga. Quienes están al tanto de su llegada dicen que no solo apoyará a Díaz, sino que además la subrogará en enero cuando ésta se traslade a Miami. De hecho, hay voces que han comentado que hay posibilidades de que Díaz no termine el gobierno -y que Mira tomaría el liderazgo-, cuestión que la jefa de gabinete ha desmentido tajantemente cada vez que se le pregunta.
Hasta esta semana Mira estuvo en Segpres preparando las medidas que hay que implementar en el verano en piscinas y playas, además de aspectos de la mesa nacional del agua. Aun no hay un nombre de quién la reemplazará en la Segpres como secretaria ejecutiva de los comités de ministros. Tampoco se le ha encargado una misión específica en el segundo piso, dicen en La Moneda. "Se vienen meses con desafíos tremendos y la idea es que ella dé apoyo arriba y sea parte del equipo más estrecho del Presidente", dice una alta fuente de Palacio.
Andrés Sotomayor: el asesor constitucional de Piñera
Un día después de que Gonzalo Blumel aterrizara en Interior el 28 de noviembre, llamó a Andrés Sotomayor al gobierno. El abogado UC, había sido asesor legislativo de Cristián Larroulet en la Segpres de SP1 y coordinador de la división jurídica. Pero tras el fin de ese gobierno y luego de colaborar unos meses en Avanza Chile, Sotomayor partió a Georgetown a hacer un LLM. Estaba trabajando en el estudio legal Porcio, Ríos, García cuando el ministro del Interior le propuso ser su jefe de asesores. Los meses siguientes el jurista trabajó en la reforma de Carabineros y la ley antisaqueos. Ayudó a Blumel en la redacción de los discursos y columnas. Tras el cambio de gabinete presentó su renuncia a Pérez, quien le pidió un tiempo mientras instalaba a su equipo. En ese lapso le tocó participar en la reforma que facultó al Servel para dictar instrucciones para el Plebiscito, mientras que el Presidente le hizo algunos "encargos". Eso hasta que el el 15 de septiembre Piñera le pidió que pasara al segundo piso. Ese día se instaló en la misma oficina que la mano derecha del mandatario: Benjamín Salas.
En La Moneda dicen que Sotomayor tiene dos mandatos: uno constitucional, particularmente en el rol que debe tener el Presidente en la discusión; y otro personal: apoyar a Piñera en todo lo que éste estime, tal como lo ha hecho hasta ahora Salas.
La semana pasada, cuentan en Palacio, el mandatario le consultó su opinión sobre la pelea de Pérez con Desbordes por su defensa y que éste le explicitó que no solo se trataba de un error jurídico, sino también estratégico y político. Esta semana, en tanto, ha estado encima de las distintas propuestas que han sacado partidos políticos en materia constitucional. Él analiza qué rescataría y qué no, y se lo transmite a Piñera, explican fuentes de La Moneda.
Pía Margarit: la UDI de presidencia
Tras la salida de María José Torrealba de la jefatura de programación de Presidencia en octubre, Pía Margarit tomó la posta. Arquitecta y magíster en acción política y participación ciudadana en el Estado de Derecho de la U. Francisco de Vitoria, Margarit es militante UDI, cercana al ala liberal del partido y al ministro vocero Jaime Bellolio. Con su llegada al segundo piso las fuerzas políticas en el equipo de Presidencia se equilibraron: hasta entonces estaba cargado a RN, ya que la jefa de prensa de Piñera, Carla Munizaga es de ese partido.
El estilo de Margarit no es muy diferente al de su antecesora, dicen en Palacio, tiene una personalidad fuerte, mucha capacidad de organización de equipos y es ordenada. Pero tiene algo a favor: conoce muy bien el funcionamiento de los partidos políticos y a cada uno de los intendentes, alcaldes y concejales. Esto porque fue candidata a diputada por el distrito 8 en 2017, luego fue jefa de la División de Políticas y Desarrollo Territorial de la Subdere y durante 2019 estuvo a cargo de la implementación en regiones de la agenda de participación ciudadana de la COP25 razón por la que le tocó recorrer prácticamente todo el país.