Personaje
El rol de Fernando Larraín desde Washington por el segundo retiro de 10% de las AFP
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Cuando el martes la diputada Pamela Jiles le dijo al ministro de Hacienda, Ignacio Briones, que la tenía “podrida” y “chata” en medio de la discusión del segundo retiro de 10% de las cuentas de las AFP, desde Washington, Fernando Larraín seguía el debate.
El gerente de la Asociación de AFP lleva dos meses instalado en la capital de Estados Unidos en su nuevo puesto como consultor del Banco Mundial, pero no se ha despegado de su rol como representante del gremio de las AFP.
Desde abril los comités de comunicaciones de dicha entidad que se realizan los martes, y donde participan todos los directores, además del equipo ejecutivo liderado por Larraín, han seguido realizándose sin parar, por videollamada.
Lo mismo con los directorios mensuales y los extraordinarios -de los que ha habido varios- y la reunión quincenal entre los gerentes generales de las AFP y Fernando Larraín para discutir cuestiones gremiales, comunicacionales y operativas.
De hecho, la semana pasada Larraín estuvo en Chile por temas personales y siguió adelante con la serie de reuniones y llamadas con sus asociados. Algunos indican que esa iba a ser la semana del anuncio de las indicaciones del gobierno en la reforma previsional que descansa en el Congreso y él quería estar presente para hacer puntos de prensa, ir a programas de televisión o incluso por si eran invitados a alguna actividad oficial. Pero nada de eso pasó.
Eso sí, no alcanzó a votar en el plebiscito del domingo. Ese día, temprano, tomó un vuelo de vuelta a Washington para seguir teletrabajando. Claro, porque las oficinas del Banco Mundial en el número 1818 de la calle W Northwest, a dos cuadras a la Casa Blanca, siguen cerradas y todos sus funcionarios, incluido Larraín, trabajan desde sus casas.
Y desde esa posición está hoy por hoy trabajando en el equipo de Gustavo Demarco en una serie de consultorías en temas previsionales en varios países distintos a Chile. A la par, claro, de las intensas jornadas que se le vienen como gerente de la Asociación.
Las alertas en el gobierno
Pero volviendo al tema de fondo que ha manifestado en el último tiempo la Asociación en voz de Larraín, la esperada reforma al sistema registra poco movimiento.
La reunión del miércoles en la mañana luego de la aprobación mayoritaria en la Comisión de Constitución de la Cámara de un segundo retiro del 10%, entre Sebastián Piñera, María José Zaldívar, Ignacio Briones y Cristián Monckeberg, no fue agradable, cuentan conocedores.
Aunque no hubo recriminaciones, el Jefe de Estado dejó claro que el domingo, cuando salió ante todo el país a dar como vencedor al Apruebo por una nueva Constitución, volvió a insistir que la reforma previsional es y seguirá siendo un foco de lo que queda de su gestión. Y la votación del martes poco ayuda a conseguir ese objetivo.
Según explican en el Gobierno el escenario es pesimista. Hasta el cierre de esta edición ni siquiera lograban poner de acuerdo a sus propias huestes de qué indicación presentar para destrabar la negativa de la oposición a votar la reforma del gobierno presentada en marzo. Y aunque han aparecido más esquemas de distribución del 6% (en que aumentará la cotización individual), ninguno termina de convencer al mundo político de lado y lado.
En todo caso, al interior del gremio que gerencia Larraín hay diversas opiniones sobre la reforma. Muchos creen que tras el triunfo abrumador del domingo, varios parlamentarios preferirán la consigna del “no más AFP” independiente de si eso mejora o no las pensiones.
Varios alertan que ideas como las de la senadora Carolina Goic y Juan Pablo Letelier de sacar a las AFP de la gestión de las cuentas y centralizarlo en un ente estatal, tiene tintes expropiatorios y podría abrir flancos judiciales en el caso de llegar a puerto.
El tema es que como todo todavía son ideas y anuncios de indicaciones, ni las AFP ni el gremio han querido salir a atacarlo. Aún esperan la jugada que haga el gobierno.
“En todo caso, el Gobierno tiene poco espacio de maniobra y puede que para evitar una derrota nueva en la Cámara o por tratar de bajar un segundo retiro del 10% termine cediendo y dejando a las AFP fuera”, dice una fuente. Incluso, en esta posición tan desmedrada del gobierno, no hacer una reforma podría ser una alternativa más racional, dice otro actor.
Pisando sobre huevos
La estrategia durante el primer retiro del 10% fue clara. Iban a presentar todos los argumentos técnicos de por qué esto era malo para sus clientes, pero si se aprobaba, el mensaje era uno solo: acatar, y hacer que el proceso sea perfecto. Y con esa sensación de tarea cumplida se quedaron al interior del gremio.
Se coordinaron con todas las AFP y contrataron un solo productor de eventos que llevó adelante la instalación de centros físicos de petición del 10% en medio de una pandemia, las reuniones con los bancos fueron incesantes y todos los días Fernando Larraín hacía una vocería desde el segundo piso de la Sofofa donde instalaron un set de televisión por donde desfilaron alcaldes y ejecutivos de AFP pidiendo disculpas por errores cometidos durante el proceso.
Sin embargo, hay un antecedente que preocupa a las AFP ahora, y que explica que hayan guardado silencio sepulcral de cara a este eventual seguro retiro del 10%: la Superintendencia de Pensiones multó con 2.000 UF a Habitat por enviarle cartas a sus afiliados advirtiendo de los efectos negativos de un retiro de sus fondos previsionales.
Según el regulador, Habitat excedió sus atribuciones. Según la AFP, solo hicieron su pega. Y el caso ya llegó a la Corte de Apelaciones.
Así las cosas, tanto la Asociación como cada AFP han definido ser más que cautas en este proceso. “Esto ya no es técnico, nunca lo fue, se convirtió en algo político y opinar te puede salir caro”, reflexiona el presidente de una AFP. Por eso, mañana la Asociación reactivará una campaña publicitaria que armó la agencia 10:10 -el nombre es solo coincidencia con el porcentaje de retiro en vías- donde destacan el rol que han tenido en gestionar los fondos y hacerlos crecer.
“Ahí nos vamos a quedar. No vamos a entrar en el debate de pasillo”, recalca un ejecutivo. “No queremos ser nosotros sindicados como los que ‘no entendimos nada’ del domingo, si esto es una cuestión técnica que han politizado al exceso”, dice el director de una AFP.
Lo que sí están esperando es que por lo menos las dejen ir al Congreso a dar a conocer su opinión, cuestión que hasta ahora no ha ocurrido.
¿Buscando reemplazo?
Pero volviendo a Fernando Larraín, altas fuentes del directorio de la Asociación lo confirman: el proceso de búsqueda de un reemplazo está en “stand by”.
Dentro de todos los argumentos que entregan las fuentes está que el ejecutivo lo ha hecho igual de bien con teletrabajo. Y que su presencia como gerente del gremio no ha disminuido nada desde que está en Estados Unidos.
Además, en la Asociación quedaron con una sensación amarga luego del casi fichaje del abogado Alejandro Charme, asesor legal del Ministerio de Trabajo, quien iba a asumir en agosto y trabajaría con Larraín a la par la reforma previsional, incluso dividiéndose las vocerías. Pero una vez que se conoció del posible nombramiento de Charme y su vinculación con el Ejecutivo además de su paso anterior por la Superintendencia de Pensiones, y la lluvia de criticas que recibieron, dieron pie atrás.
El proceso que sí sigue abierto es el de la búsqueda de un presidente, gestión que lidera la head hunter Intertrust, ligada a Andrés Montero, pero que hasta ahora no ha dado con el nombre indicado. Ya han desfilado varios candidatos en etapa avanzada, pero no se ha tomado la decisión final. Este tema apura además, porque cuando Pedro Atria asumió pidió no hacer las vocerías por su rol como presidente de Cuprum. De ahí que Larraín viviera toda la parte pública del primer retiro del 10%.
El tema se podría complicar en medio del debate por una nueva Constitución, o cuando las reuniones con autoridades y en el Congreso vuelvan a ser presenciales. Ahí sí que necesita un presidente en terreno. Y lo mismo podría ocurrir con Larraín, cuando el mundo vuelva a algo parecido a la normalidad.
El nuevo "hombre de pensiones"
Esta semana se conoció que en el segundo piso de La Moneda ya hay un reemplazo para Augusto Iglesias como asesor principal en tema pensiones.
Se trata de Francisco Larraín Stieb, ingeniero comercial y magíster en Economía de la Universidad Católica, que llegó junto a Iglesias -ahora comisionado de la Comisión para el Mercado Financiero- en marzo de 2018.
"Uno de mis intereses desde la universidad y mi trabajo en FK Economics ha sido la economía y las políticas públicas relacionadas al ámbito laboral", comenta a DF MAS.
Al llegar al gobierno, recuerda, se hizo cargo desde la Asesoría Presidencial de los temas de Hacienda, Economía y Trabajo y en este último trabajó con Augusto Iglesias, "del que aprendí mucho en materia previsional. He seguido de cerca las reformas del Gobierno, tanto el aumento ya implementado de 50% en las pensiones solidarias, como la reforma que se discute en el Senado, estudiando también la experiencia de otros países y sistemas", dijo.
Hasta ahora, sigue reuniéndose con ministros diariamente para poder llegar a puerto a una reforma previsional. La tarea número uno que le encomendaron en su nuevo puesto.
Más allá del alcance de apellidos, y un par de ocasiones puntuales en que se conocieron, entre Fernando y Francisco Larraín no existe una larga relación, como sí la había con Augusto Iglesias.
Aunque por ahora, con videollamadas y Whatsapp constantes, casi no se ha notado que esté viviendo a 8.000 kilómetros de Santiago.