Personaje
La casa “atómica” de Marcial Echenique en Reino Unido

La casa “atómica” de Marcial Echenique en Reino Unido
El urbanista radicado desde hace cinco décadas en Reino Unido, vive en Farm Hall, una casa patrimonial del siglo XVIII de más de 1.000 m2 y un parque de 12 hectáreas. La compró en un remate, y en medio de los arreglos para remodelarla se dio cuenta de que allí habían vivido como prisioneros un selecto grupo de científicos nucleares alemanes durante la II Guerra Mundial, entre ellos algunos de los ideólogos de la bomba atómica. Esta es la historia.
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“El pueblo alcanzó a la casa”, dice sobre la que es su residencia desde los años ‘80 el arquitecto chileno Marcial Echenique, exdecano de arquitectura de la universidad de Cambridge, y asesor de todos los gobiernos en Chile desde los ‘90. “Todos menos el actual”, aclara.
Y le puso una placa: “En memoria de los acontecimientos que ocurrieron en Farm Hall durante la II Guerra Mundial”. Porque sin saberlo, ni él, ni el National Trust -órgano a cargo de los monumentos nacionales que le remató el palacio en 1979-, allí adentro un grupo de 10 destacados científicos nucleares alemanes vivieron como prisioneros durante la guerra para ser espiados por las tropas aliadas. Entre ellos tres premios Nobel.
La previa
Luego, la residencia pasó a manos de la familia Toogood hasta 1941, cuando en plena II Guerra Mundial fue requisada por el gobierno británico para ser utilizada por el servicio secreto.

Cuando su mujer supo que la había comprado en el remate, “casi cayó muerta”, cuenta. “¿Qué vamos a hacer con esto?”, le dijo.
Los Nobel Heisenberg, Hahn y Laue

“Él era muy anti nazi, y cuando supo que gracias a su descubrimiento de la fisión nuclear los americanos habían hecho una bomba y matado 150.000 habitantes, casi se suicida porque creyó que era todo su culpa”, relata.
De hecho, cuando en los ‘90 se hicieron públicas las transcripciones de lo que se grabó en esos seis meses, se percibe que sus compañeros están preocupados por la depresión de Hahn, cuenta. Max von Laue, Nobel de Física por su descubrimiento de la difracción de rayos X en cristales y también anti nazi, fue otro de quienes vivieron en Farm Hall.
El padre de la bomba
Pero hay una cosa que no calza. Ante la pregunta de cuánto uranio enriquecido se requiere, él responde que dos toneladas. “Esto es muy importante, porque basado en eso, la versión americana dice que los alemanes no sabían hacer la bomba porque era imposible enriquecer tanto uranio durante la guerra. Pero seis líneas más debajo de la transcripción, Otto Hahn le dice a Heisenberg: ‘¿Cómo dices eso? Si me dijiste que eran 50 kilos, que es exactamente la cantidad que se usó para hacer la bomba de Hiroshima’”, cuenta.
Chile y Trump... desde Europa
En 1963, el arquitecto UC se trasladó a Barcelona a hacer un doctorado en urbanismo. Tres años más tarde se fue a Cambridge a hacer un postdoctorado en Transporte y Economía. En 1972 regresó a Chile pero el trabajo que en teoría tenía en la UC no resultó, así que se fue a trabajar al Minvu en tiempos de Salvador Allende.
“Fue un desastre”, dice. “Pasé seis meses ahí. Ya me habían aceptado como profesor de la universidad en Cambridge, así que me volví a Inglaterra en el 73”, cuenta. La idea siempre fue volver a Chile. Pero en Inglaterra le tocó recibir a refugiados políticos.
“Yo siempre fui de centro y nunca me metí mucho en política. Yo estaba dispuesto a trabajar con Allende o cualquier Presidente para el bien de Chile. Pero con todo este asunto de Pinochet tampoco me hacía mucha ilusión de volver a trabajar al país”.
Cuando salió electo Patricio Aylwin, lo llamó para que fuera su asesor. Los hijos de Echenique ya estaban grandes, así que, desde entonces va y viene, pero temporalmente. Su vida y residencia están allá.
Echenique montó la oficina de Concesiones del MOP y diseñó el Plan de Infraestructura para todo el país -publicado el año 97- con todas las obras que el Estado debía hacer en materia de puertos, aeropuertos, carretereras, agua potable, etc. Terminado ese plan en 2020 hizo un segundo con Sebastián Piñera con las obras hasta 2050. Pero cuando se iba a lanzar fue el estallido social, luego la pandemia. Y finalmente, aunque se publicó, quedó guardado en un cajón del ministerio.
Ningún candidato -reconoce- lo ha llamado para sumarse a su grupo programático.
- ¿Como mira Chile desde afuera?
- Hay gente que me dice “cómo los chilenos, después del éxito que tenían, están fundiendo el país como lo están haciendo ahora”, con estas tonterías de los cambios de las constituciones. Pero no solamente le echan la culpa a la izquierda, sino a la derecha también, que se ve que no son capaces de ponerse de acuerdo. Así todo, Chile es considerado como un país casi en el umbral de los países desarrollados. Todavía se mantiene esa idea porque tiene una infraestructura única para Latinoamérica.
- Hay muchos empresarios chilenos que en los últimos años se trasladaron a Londres…
- Eso es por la falta de seguridad. Como nadie sabe qué es lo que va a pasar, no se atreven a invertir mucho. Y otros se ha ido por un problema personal de ellos, de impuestos.
- ¿En qué pie queda Europa frente a este Trump tan fuerte?
- Trump, que es medio loco, porque no se sabe para qué lado va a salir, ha hecho una cosa positiva, y es que ha unificado a Europa porque le ha dicho “hasta cuándo ustedes dependen de mí”. Entonces con esto ha obligado a unirse a Europa, incluyendo Inglaterra. Tú sabes que los únicos países europeos que tienen capacidad nuclear son Francia e Inglaterra. Entonces se viene una reorganización para poner frente a este matón que es Trump.
Marcial Echenique conoce mucho al rey Carlos, fue condecorado por la reina Isabel en 2009 con la Orden del Imperio Británico por su contribución al urbanismo a nivel internacional, y es amigo de Norman Foster. Tuvo oficinas de arquitectura, urbanismo y transporte en Bilbao, Cambridge, Madrid, Milán, Chile y oficinas asociadas en Helsinki y Tokio.
En 2015 se jubiló y las vendió todas. Hoy es profesor emérito de la Universidad de Cambridge y Fellow, cargo de por vida que en la práctica equivale a ser parte del directorio de un College. Tres meses al año viene a Chile y se instala en su casa en Zapallar.
“Me vengo después de Pascua y me vuelvo a fines de marzo. Antes por las vacaciones de allá tenía que venir a Chile en invierno, entonces iba de invierno en invierno. Ahora paso de verano a verano. Perfecto”.