Personaje
Matías Eguiguren, el hombre detrás del seminario más comentado de Sanhattan
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“Quiero que la carpa mida 9 metros de altura y que sea 100% transparente”, le propuso Matías Eguiguren a Natalia Palacios. La experta, quien lleva 20 años dedicada a este tipo de puestas en escena y 12 trabajando de forma independiente en ello, le hizo ver que el promedio de altura ideal era de 7 metros. Pero Eguiguren quería espectacularidad.
Y varios de los 1.000 asistentes al evento del lunes 16 en El Mercurio, en el que se celebraron los 11 años de Picton con un seminario para el cual trajo al expresidente argentino Mauricio Macri y la diputada española Cayetana Álvarez de Toledo, coinciden en que lo logró: la carpa, de un total de 50x25 metros, tuvo la altura que él quiso y pudo integrar los árboles enteros.
El encargo a Amelita Correa fue similar: un cóctel de primera, pero que a la vez fuera sobrio. La banquetera estuvo además a cargo de la decoración y acentuó el estilo de bosque de la velada.
Y varios de los 1.000 asistentes al evento del lunes 16 en El Mercurio, en el que se celebraron los 11 años de Picton con un seminario para el cual trajo al expresidente argentino Mauricio Macri y la diputada española Cayetana Álvarez de Toledo, coinciden en que lo logró: la carpa, de un total de 50x25 metros, tuvo la altura que él quiso y pudo integrar los árboles enteros.
El encargo a Amelita Correa fue similar: un cóctel de primera, pero que a la vez fuera sobrio. La banquetera estuvo además a cargo de la decoración y acentuó el estilo de bosque de la velada.
Quienes conocen a Matías Eguiguren coinciden en que la anécdota lo describe. Dicen que es preocupado en los detalles, en la decoración, en la estética. Que ve él mismo el marketing de su empresa Picton -ha modernizado el sitio web cuatro veces estos años, y también su logo-. Él también se encarga de los regalos que entrega la empresa: polerones Patagonia, abridor de botellas eléctrico, jockey marca Kuhl, libretas Moleskine, lápices a tinta importados de Alemania.
Dicen que es competitivo. Él coincide: “Cuando partimos con Picton le planteé a mis socios que hiciéramos un seminario anual que debía ser el mejor, increíble en todo sentido, desde el invitado hasta la puesta en escena”.
Y explica: “La razón no tiene que ver con lucirse. Tiene que ver con mostrar la cultura del equipo de 55 personas de Picton: que hace las cosas con excelencia, que hace las cosas bien”. Por el escenario de estos eventos -siendo el de este año el más grande- han pasado Timothy Geithner exdirector del Tesoro de EEUU; David Petreaus, exdirector de la CIA; Mario Vargas Llosa; el expresidente español Felipe González; el expresidente de Colombia Juan Manuel Santos; el exprimer ministro de Reino Unido David Cameron. Con todos mantiene algún tipo de contacto, y de hecho este verano están invitados Macri y Cayetana a su casa en el Lago Ranco.
Y explica: “La razón no tiene que ver con lucirse. Tiene que ver con mostrar la cultura del equipo de 55 personas de Picton: que hace las cosas con excelencia, que hace las cosas bien”. Por el escenario de estos eventos -siendo el de este año el más grande- han pasado Timothy Geithner exdirector del Tesoro de EEUU; David Petreaus, exdirector de la CIA; Mario Vargas Llosa; el expresidente español Felipe González; el expresidente de Colombia Juan Manuel Santos; el exprimer ministro de Reino Unido David Cameron. Con todos mantiene algún tipo de contacto, y de hecho este verano están invitados Macri y Cayetana a su casa en el Lago Ranco.
La fórmula siempre es la misma: primero el seminario con un almuerzo exclusivo para sus clientes (unas 200 personas) en el Ritz, y en la noche la celebración del aniversario con cóctel más distentido -casi siempre había sido en la Galería Patricia Ready-, con música y bares de tragos. Se ha convertido en un evento obligado -y codiciado- del sector empresarial y financiero, cuya coordinación siempre delega a Cecilia Guzmán y Ana Noguera. Pero antes de llegar a esto, hay harto camino recorrido.
Estudios y fútbol
Matías Eguiguren (53) es el tercero de cuatro hermanos, quien mientras fue alumno del Tabancura no tuvo mayor éxito con las notas: su promedio era de 5,3, lejos de la media de sus compañeros. Y por razones de conducta -junto a otros amigos tiró bombitas de agua al Colegio Los Andes, en señal de protesta por una decisión de sus profesores de no celebrar el campeonato deportivo-, fue “invitado a salir” en tercero medio.
Era cercano al padre Luis Eugenio Silva, entonces rector del Manquehue. Y lo llamó ese mismo día desde un teléfono público para pedirle un cupo en cuarto medio. “Ok, pero consigue que lleguemos al primer lugar en fútbol”, le propuso el sacerdote. Eguiguren, quien era un gran fanático de ese deporte, lo consiguió: ese año fue la primera vez que ese colegio salía campeón en la categoría superior.
Fanático de la Católica, de su época escolar uno de sus mayores orgullos es haber sido capitán del equipo Santa Mónica en la Liga Independiente de Fútbol, club al que entró cuando tenía 15 años y del que se vio obligado a retirarse cuando cumplió 30 años tras enfrentar su primer cáncer. Tres años más tarde, sufrió nuevamente la enfermedad.
Hoy está recuperado, pero esos años de tratamiento fueron rudos, confiesa. Por la rigidez que produce en los músculos la quimioterapia, Eguiguren debió dejar el deporte, su enorme pasión. “Si me preguntan por uno de mis grandes sueños, sería volver a jugar fútbol”, confiesa.
Era cercano al padre Luis Eugenio Silva, entonces rector del Manquehue. Y lo llamó ese mismo día desde un teléfono público para pedirle un cupo en cuarto medio. “Ok, pero consigue que lleguemos al primer lugar en fútbol”, le propuso el sacerdote. Eguiguren, quien era un gran fanático de ese deporte, lo consiguió: ese año fue la primera vez que ese colegio salía campeón en la categoría superior.
Fanático de la Católica, de su época escolar uno de sus mayores orgullos es haber sido capitán del equipo Santa Mónica en la Liga Independiente de Fútbol, club al que entró cuando tenía 15 años y del que se vio obligado a retirarse cuando cumplió 30 años tras enfrentar su primer cáncer. Tres años más tarde, sufrió nuevamente la enfermedad.
Hoy está recuperado, pero esos años de tratamiento fueron rudos, confiesa. Por la rigidez que produce en los músculos la quimioterapia, Eguiguren debió dejar el deporte, su enorme pasión. “Si me preguntan por uno de mis grandes sueños, sería volver a jugar fútbol”, confiesa.
Y en lo deportivo, ahora es fan de los paseos en e-bike y del pádel. De hecho, en su casa en el sur tiene una cancha con la que se hacen campeonatos amistosos los veranos y, desde hace dos años, es socio -junto a Mauricio Ossa, Claudio Inglesi y Jorge Tagle, los dos últimos de Altis, y de José Antonio Weiffenbach, gerente del family office de Gabriela Luksic- del Club de Pádel Pie Andino, que ya tiene ocho canchas, cuatro más en camino y planean abrir un mini golf.
En el Manquehue además tuvo buenas notas: “Por primera vez en mi vida estudié, me saqué la mugre. Antes sólo jugaba a la pelota”. Sacó 806 puntos en la PAA de Matemáticas, pero el mal promedio anterior no le dio puntaje para entrar a Comercial en la Católica.
Entonces optó por la Diego Portales, desde donde egresó con honores y recibió el premio “Nicolás Boetsch” al Ingeniero Comercial Destacado en 2012. Antes de entrar al mundo laboral, vendió su auto Subaru J12 bicolor y con ello viajó seis meses a EEUU para tomar un curso de finanzas e inglés en Georgetown, Washington, donde coincidió con Luis Grez, gran amigo hasta hoy. “No hablo bien inglés, pero logro entablar conversaciones y cerrar los negocios”, dice.
Entonces optó por la Diego Portales, desde donde egresó con honores y recibió el premio “Nicolás Boetsch” al Ingeniero Comercial Destacado en 2012. Antes de entrar al mundo laboral, vendió su auto Subaru J12 bicolor y con ello viajó seis meses a EEUU para tomar un curso de finanzas e inglés en Georgetown, Washington, donde coincidió con Luis Grez, gran amigo hasta hoy. “No hablo bien inglés, pero logro entablar conversaciones y cerrar los negocios”, dice.
Los fondos
Al volver, su amigo Nicolás Cruzat lo recomendó para un trabajo en la entonces nueva corredora de bolsa de Cruz Blanca (CB Capital), sus primeros jefes fueron Jorge Urzúa, José Vial y Danilo Radovic.
“Se armó un equipo increíble y al cabo de dos años llegamos a estar dentro de las tres corredoras más grandes de Chile junto al Bice y BanChile”, asegura. Eguiguren -de entonces 25 años- tenía entre sus clientes a Celfin Capital, firma que en 1996 lo reclutó en sus filas como portfolio manager del fondo Beta, un fondo que invertía en acciones de baja capitalización bursátil.
Además eran asesores de The Chile Fund, fondo extranjero que administraba Credit Suisse Asset Management. Al poco andar le permitieron a los fondos chilenos invertir en el extranjero, lo que dio pase a grandes de la industria local para entrar al negocio de distribución de fondos mutuos internacionales.
Eguiguren le propuso a Richard Watts, su jefe en NY del banco suizo, registrar sus fondos en Chile. Al cabo de seis meses tenían US$ 500 millones colocados en Chile. Llegaron a ser líderes de mercado de distribución de fondos mutuos internacionales con más de US$ 12 mil millones colocados entre los fondos de pensiones en Chile. Luego se ampliaron a Perú y Colombia.
“Se armó un equipo increíble y al cabo de dos años llegamos a estar dentro de las tres corredoras más grandes de Chile junto al Bice y BanChile”, asegura. Eguiguren -de entonces 25 años- tenía entre sus clientes a Celfin Capital, firma que en 1996 lo reclutó en sus filas como portfolio manager del fondo Beta, un fondo que invertía en acciones de baja capitalización bursátil.
Además eran asesores de The Chile Fund, fondo extranjero que administraba Credit Suisse Asset Management. Al poco andar le permitieron a los fondos chilenos invertir en el extranjero, lo que dio pase a grandes de la industria local para entrar al negocio de distribución de fondos mutuos internacionales.
Eguiguren le propuso a Richard Watts, su jefe en NY del banco suizo, registrar sus fondos en Chile. Al cabo de seis meses tenían US$ 500 millones colocados en Chile. Llegaron a ser líderes de mercado de distribución de fondos mutuos internacionales con más de US$ 12 mil millones colocados entre los fondos de pensiones en Chile. Luego se ampliaron a Perú y Colombia.
En 2005 lo invitaron a ser socio. En eso estuvo hasta que a principios del 2010 Juan Carlos Jobet -a quien no conocía- lo llamó para ofrecerle un puesto lejos del mundo financiero: ser encargado de Proyectos Especiales del nuevo ministro de Interior del gobierno de Sebastián Piñera, Rodrigo Hinzpeter. En ese momento Eguiguren no militaba, pero en su época universitaria pasó por las filas de RN.
El gobierno y la independencia
Su paso por el gobierno fue fugaz: estuvo menos de un año. Entre los desafíos que tuvo, el más grande fue el proyecto Estadio Seguro, para lo que viajó a España, Inglaterra y Brasil y se reunió con Jorge Valdano, quien era director general del Real Madrid, entre otros.
Al exponer el plan al Presidente, éste le respondió que no había presupuesto de tal envergadura. Eguiguren, decepcionado y poco cómodo con el aparato público, decidió volver a lo suyo. Su amigo Gregorio Donoso, entonces socio de LarrainVial, quien le administraba sus inversiones, lo visitó en su oficina en La Moneda. Y ahí, de la nada, Eguiguren le propuso: formemos algo nosotros. “Ok”, le respondió.
“Nunca lo habíamos hablado, pero nos tenemos confianza y respeto mutuo, y nos pareció natural hacerlo”, explica Eguiguren. Además, veían un espacio descubierto en el mercado: clientes sobre US$ 10 millones de patrimonio que no estaban bien atendidos (hoy tienen 87 clientes con más de US$ 2,6 billones en administración discrecional). La promesa fue entregar asesoría de calidad.
Al exponer el plan al Presidente, éste le respondió que no había presupuesto de tal envergadura. Eguiguren, decepcionado y poco cómodo con el aparato público, decidió volver a lo suyo. Su amigo Gregorio Donoso, entonces socio de LarrainVial, quien le administraba sus inversiones, lo visitó en su oficina en La Moneda. Y ahí, de la nada, Eguiguren le propuso: formemos algo nosotros. “Ok”, le respondió.
“Nunca lo habíamos hablado, pero nos tenemos confianza y respeto mutuo, y nos pareció natural hacerlo”, explica Eguiguren. Además, veían un espacio descubierto en el mercado: clientes sobre US$ 10 millones de patrimonio que no estaban bien atendidos (hoy tienen 87 clientes con más de US$ 2,6 billones en administración discrecional). La promesa fue entregar asesoría de calidad.
Así, con una mochila al hombro partió a Nueva York con Donoso y Augusto Undurraga a la conquista de managers: hoy trabajan con Picton: KKR, Morgan Stanley, EQT, American Securities, Ares, Goldman Sachs, entre otros. “Dedico la mitad de mi tiempo a defender a mis clientes. La competencia es enorme”, asegura.
En marzo del 2011 nace Picton junto a cuatro socios fundadores (“íntimos amigos”, reconoce): de Gregorio Donoso -actual gerente general- fue compañero desde prekinder, éste fue socio junto a Augusto Undurraga en LarrainVial durante 18 años -ambos a cargo del negocio Wealth Management-, mientras que José Miguel Ureta, quien hoy ve las inversiones de Picton, era gerente de inversiones de Consorcio.
Se instalaron en un edificio en Magdalena, del que tras el crecimiento de la firma -hoy administran y distribuyen más de US$ 13 billones de dólares y tienen oficinas en Colombia y Perú y a partir de este año, Costa Rica- se mudaron a su actual despacho en Apoquindo 2929.
Como en todo, Eguiguren fue quien estuvo detrás de los detalles de decoración y ambiente. En esta nueva casa de Picton instalaron además un cuadro que encargaron al pintor chileno Hernán Gana con la palabra Picton entremedio de la tela.
“Soy bien esteta. Me gusta la decoración, el marketing y el posicionamiento de marca. Mis socios no están ni ahí con ese tipo de cosas. Gregorio y Augusto manejan el negocio del multi family office, José Ureta es lo mejor del mercado en el mundo de inversiones, y yo soy muy malo, entonces cada uno hace lo mejor que sabe”, ríe Eguiguren desde la terraza de Picton, gestor de inversiones que hoy es uno de los líderes en activos alternativos de la región, con colocaciones por sobre los US$ 10 billones, mercado en el que compite directamente con Compass, entre otros.
Como en todo, Eguiguren fue quien estuvo detrás de los detalles de decoración y ambiente. En esta nueva casa de Picton instalaron además un cuadro que encargaron al pintor chileno Hernán Gana con la palabra Picton entremedio de la tela.
“Soy bien esteta. Me gusta la decoración, el marketing y el posicionamiento de marca. Mis socios no están ni ahí con ese tipo de cosas. Gregorio y Augusto manejan el negocio del multi family office, José Ureta es lo mejor del mercado en el mundo de inversiones, y yo soy muy malo, entonces cada uno hace lo mejor que sabe”, ríe Eguiguren desde la terraza de Picton, gestor de inversiones que hoy es uno de los líderes en activos alternativos de la región, con colocaciones por sobre los US$ 10 billones, mercado en el que compite directamente con Compass, entre otros.
Lo que viene
Tal como adelantó en el evento el lunes a las 20:30 hrs -tras tropezarse en el escenario y desatar la risa de sus invitados, para luego intercambiar camisetas de fútbol con Macri-, por estos días afina el aterrizaje en Costa Rica, con el ejecutivo Richard Villiers a la cabeza, ex JP Morgan y Morgan Stanley.
“Tendrá la representación en cuatro paises clave que son Costa Rica, República Dominicana, Guatemala y Panamá, más otros seis países satélites como El Salvador y Jamaica, donde tienen incipientes fondos de pensiones. ¿Cuál es la estrategia de Picton? Buscamos dos cosas: ser el first mover, el primero en cubrir estos mercados con un enfoque institucional. Y segundo: entregarle más cobertura regional a los managers que representamos”, dice.
“Tendrá la representación en cuatro paises clave que son Costa Rica, República Dominicana, Guatemala y Panamá, más otros seis países satélites como El Salvador y Jamaica, donde tienen incipientes fondos de pensiones. ¿Cuál es la estrategia de Picton? Buscamos dos cosas: ser el first mover, el primero en cubrir estos mercados con un enfoque institucional. Y segundo: entregarle más cobertura regional a los managers que representamos”, dice.
Entre las novedades que se vienen: en noviembre va a Sao Paulo para formalizar una alianza con un player grande que no puede adelantar.
Todo esto lo combina con su negocio en el pádel, el restaurant Margó con las hermanas Elisa y María Jesús Gutiérrez y su amigo Gerardo Fernández y otro emprendimento que viene en camino. Una pista: tiene que ver con mascotas.
Y, como buen planificador, ya cranea quién debiera ser el o la expositora del próximo evento. Quiso en algún momento hacerlo con Obama, pero la seguridad y logística que requiere es inabarcable. Lo que sí tiene claro Matías Eguiguren -casado con Fernanda Valdés y padre de tres hijas: Amelia, Consuelo y Aurora- es que deben ser figuras relevantes que aporten a la discusión de la contingencia nacional, un tema que le preocupa.
De hecho, su propio discurso de este año -donde dijo “el texto de la nueva Constitución es mejor que el vigente tanto por su contenido político, económico y social”- fue un claro llamado a votar por el “A Favor” en el proyecto constitucional.
De hecho, su propio discurso de este año -donde dijo “el texto de la nueva Constitución es mejor que el vigente tanto por su contenido político, económico y social”- fue un claro llamado a votar por el “A Favor” en el proyecto constitucional.
¿Y cuánto invierte en sus aniversarios? Esa pregunta, Matías Eguiguren no la responde.