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Maximiliano Urenda, la cuarta generación a cargo de la expansión de Agunsa en EEUU
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Fue justo una semana antes del estallido social. El directorio del Grupo de Empresas Navieras (GEN), había decidido que quería potenciar su posición en Estados Unidos, y el elegido para llevar esa misión a cabo fue Maximiliano Urenda (30), el cuarto hijo de José Manuel Urenda, presidente del directorio de la compañía.
En febrero de 2020, el representante de la cuarta generación de los Urenda (su bisabuelo se inició en el negocio como accionista minoritario) partió con su familia a instalarse en Miami para asumir la gerencia comercial de Agunsa en EEUU. Dos años después, el 1 de febrero pasado, asumió como country manager USA, un hito que coincidió con el cierre de un gran deal: la compra del 75% del Carver Maritime Manatee (CMM) en la Bahía de Tampa, en Florida.
“Trabajaba en GEN (Grupo de Empresas Navieras), la matriz, en el área de control de gestión y estudio. Después de la reestructuración tras la venta del negocio de contenedores de CCNI a Hamburg Sud, que tenía vaivenes de ganancias y pérdidas, el grupo decidió que había que reforzar el negocio de Agunsa. Así que un fin de semana antes del estallido social me dicen: ‘Te vas a Miami’. Había que potenciar la internacionalización del grupo, que ya tiene oficinas en 20 países, porque la idea es que en esta canasta todos los huevos pesen lo mismo, que no haya unos de oro y otros de plata, que los ingresos sean más o menos equitativos dependiendo del tamaño”, cuenta Urenda desde Miami.
El mapeo
En EEUU Agunsa es propietaria desde 2004 del 30% del Florida International Terminal (FIT), en Port Everglades, en conjunto con SAAM (que anunció su venta a Hapag Lloyd en octubre pasado) que tiene el 70% restante.
Además posee una agencia de carga y una compañía de transporte aéreo y terrestre. Pero se daban cuenta de que para seguir expandiéndose en ese país el crecimiento orgánico no sería suficiente: había que salir a comprar. Y que la manera más rápida de crecer era a través de puertos.
“Fue hace un año y medio. Ahí dijimos ‘mapeemos y veamos cuál es la mejor forma de crecer’, y definimos que teníamos que comprar operaciones portuarias porque después vas haciendo negocio alrededor del puerto. Llega el buque y le sacas el bodegaje a la carga, necesitan camiones, distribución, agenciamiento, etc. Y vas conectando las puntas”, explica Urenda.
Luego empezaron a mirar dónde enfocarse. “No era disparar de chincol a jote, empezamos a ver negocios en California, en Seattle, pero finalmente decidimos enfocarnos en un sector geográfico: el Golfo de México”, agrega.
De ahí vinieron las conversaciones. Con las autoridades portuarias de las ciudades de Florida, el county de Manatee, la empresa portuaria de Tampa, de Cabo Cañaveral, una especie de “road trip” que hicieron junto a otros ejecutivos del grupo en EEUU y Chile para ver dónde apostar.
“Ahí fue clave el apoyo de Fernando Rodríguez (gerente general de Agunsa) y Andrés Schultz (gerente de desarrollo de Negocios), que tienen amplia experiencia en esto y saben hacer las preguntas correctas”, dice Max.
En ese periplo vieron que en Manatee estaba la zona de carga más cercana al canal de Panamá, por lo que estar ubicados ahí les daba ventajas para los buques que vienen desde la costa oeste de Sudamérica, donde el grupo tiene una posición consolidada. “Está toda esta red de clientes que quieren entrar a EEUU. Toda la fruta que llega entra por este puerto y nosotros tenemos oficinas en Ecuador, Chile, Panamá, Costa Rica”, señala el ejecutivo.
“Y Carver es un gran socio. Es una empresa constructora de Nueva York que tiene grandes puertos y quiere crecer en el mundo marítimo y necesita un socio que tenga la experiencia en el negocio. Tiene puertos en South Carolina, en Albany, en Canadá y ahí podemos integrar nuestros negocios sin tener que comprar miles de empresas”, agrega.
El terminal portuario Carver Maritime Manatee (CMM) en la Bahía de Tampa, Florida.
El podio
Lo que viene ahora, adelanta Maximiliano Urenda, es seguir creciendo. “Esta va a ser la primera compra de muchas. Al menos de aquí a cinco años queremos seguir comprando y afirmando nuestra operación en EEUU”, dice.
Hoy, Agunsa USA solo representa el 1,5% de los ingresos del grupo, los que en 2022 superaron los US$ 1.000 millones. Y la idea es que en 2027, sea una de las tres operaciones más grandes entre los 20 países donde la compañía tiene presencia.
"Queremos que EEUU esté en el podio de toda la red de Agunsa. Al 2027 tiene que ser un actor relevante”, explica. Y añade que una oficina fuerte en EEUU va a potenciar también la operación de México.
La estrategia ahora, adelanta, es seguir buscando oportunidades, dentro de las posibilidades de financiamiento del grupo. Aunque la cifra de la compra del 75% del puerto de Manatee es confidencial, los precios, dice, van entre los US$ 25 y los US$ 100 millones, dependiendo del tamaño, pero lo que se compra es la concesión, no la infraestructura, que depende de cada condado.
El cuarto hijo
Desde chico, a Max le gustaba acompañar a su papá a la oficina. “Siempre tuve inclinación por trabajar en esto, era bastante cercano a mi abuelo (Beltrán Urenda) y soy un poco viejo chico”, dice.
Max es el cuarto de los cinco hermanos Urenda Ossa y el que tiene mayor afinidad con la empresa familiar. Sus hermanos mayores son abogado, publicista e ingeniero agrónomo, respectivamente, y su hermana menor estudia diseño.
Por lo mismo, desde que Max entró a estudiar ingeniería comercial, supo que entraría al negocio familiar. Durante los veranos trabajaba en la empresa, pasó por empresas coligadas, bodegas e hizo la práctica en el área de recursos humanos. Después de recorrer varias operaciones llegó como analista de control de gestión de GEM, el área donde estaba antes de ser enviado a EEUU.
Cuando llegó a Miami, las oficinas de Agunsa estaban en Doral, pero Max convenció al directorio de abrir una oficina en Brickell, el centro financiero de Miami.
En plena pandemia el grupo compró una planta en un antiguo edificio de ese barrio, la remodeló y es ahí donde hoy se concentra toda la operación, que ya suma 40 personas. Ahí también están las oficinas de Agunsa Lab, el área de Corporate Venture Capital de la compañía, que en noviembre pasado cerró su primera inversión con Instance Latam, una aceleradora especializada en e-commerce y que se espera que sea un área que vaya integrándose con el crecimiento de Agunsa en ese país.