Personaje
“Si Beckham no hubiera sido guapo, sino feíto, hubiera pasado relativamente desapercibido”
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“Lo más valioso que tenemos cada uno de nosotros es el tiempo. Y utilizar cuatro horas de mi vida viendo una serie documental sobre Beckham no me interesa, por el simple hecho de que ya sé mucho de él y no necesito saber más. Ahora, todo el mundo me ha dicho que está excelente la serie, que está muy bien hecha... felicitaciones y bárbaro, fantástico. Seguro que hay documentales buenísimos sobre ballenas, pero tampoco me interesa, ¿sabes? O sea, no es nada contra contra el documental ni contra el propio Beckham. Es que yo ya sé todo lo que quiero saber de él”, reflexiona John Carlin, periodista y escritor británico y quien es uno de los conocedores de la vida del rubio deportista que el director inglés Fisher Stevens entrevistó para su docu serie de cuatro capítulos Beckham, estrenada el 3 de octubre.
Carlin, periodista y escritor -con estudios de Lengua y Literatura inglesa en Oxford-, desde su casa en Madrid, insiste en que ahora no tiene interés. Pero en algún minuto, hace exactamente 20 años, cuando el Real Madrid fichó al inglés, sí quiso dedicar su tiempo a conocer de él. Y se puso a investigar de su vida y ahondar sobre el fenómeno que produjo su llegada al equipo presidido por el empresario español Florentino Pérez, relato que luego plasmó en 400 páginas en Los ángeles blancos. El Real Madrid y el nuevo fútbol (2004, Seix Barral), en las que narró detalles desconocidos del aterrizaje de Beckham, su perfil como jugador “estrella” mundial, y sobre sus compañeros de esos años: el italiano Luis Figo, el francés Zinedine Zidane, y los brasileños Roberto Carlos y Ronaldo. “Yo seguramente sé bastante más de lo que salió en el documental. Por el libro conocí a Beckham, a quien había seguido como jugador del Manchester United, y conocí a todo el entorno del Real Madrid”, relata Carlin, quien además ha escrito sobre el tenista español Rafael Nadal y Nelson Mandela. El día en que se firmó el traspaso, que fue todo un acontecimiento en España, él hizo la primera entrevista de Beckham como jugador de Real Madrid. Y dice: “El error del Manchester fue no entender el valor real de Beckham y valorarlo sólo como jugador. El Madrid lo valoró como jugador y como superestrella”.
De ese tiempo, recuerda Carlin -y también lo retrata Fisher en la serie- uno de los aspectos que más le sorprendió del británico, fue su relación con sus fans. “Cuando hice el libro, yo viajaba con el equipo en el mismo avión y volvíamos a las 4:00 al aeropuerto de Madrid, de Múnich o de donde sea. Y siempre, infaliblemente, había un grupito de aficionados que estaban esperando. Y los jugadores estaban cansados, querían ir a casa, y no le hacían ningún caso, salvo Beckham, que siempre firmaba autógrafos y hacía fotos. Lo mismo cuando entrenaba con el equipo. Y me imagino que sigue siendo así. Así es que yo como persona no voy a criticar a David Beckham, para nada”.
Buen tipo
La serie de Netflix retrata la vida de David Robert Joseph Beckham, cuya carrera profesional se extendió por algo más de 20 años (1992-2013). El británico desarrolló los primeros 11 años de su carrera deportiva en el Manchester United, donde hizo su debut con el primer equipo en 1992, con 17 años. Ahí ganó la Premier League en seis ocasiones, la FA Cup dos veces, y la UEFA Champions League en 1999. Los realizadores ahondan en la patada a Diego Simeone y posterior tarjeta roja en la final del partido con Argentina en el Mundial. del 98. “Yo después entrevisté a Simeone y él reconoció que lo hizo adrede para provocarle. Y Beckham hizo lo que yo creo que el 90% de la gente hubiera hecho en esas circunstancias, responder con una patadita, estaba irritado. La reacción en Londres, que le colgaron la efigie en un pub, fue grotescamente exagerada y ridícula”.
Y, también, la producción detalla su relación con la Spice Girl Victoria Adams, con quien se casó en 1999 y con quien tiene tres hijos. La relación multiplicó la fama del futbolista y hubo entrenadores que miraron con recelo esta popularidad: temían que se desconcentrara de lo importante. Carlin difiere y vuelve a recalcar su lado humano: “Creo que es admirable que haya ganado tanto dinero, que sea tan increíblemente famoso y que siga siendo una persona bastante sencilla, cortés y atenta con todo el mundo. Yo no voy a hablar mal de Beckham como persona”.
- ¿Y como jugador?
- Como jugador fue lo que fue, fue un buen jugador, pero hay una colosal desproporción entre su fama y su nivel como jugador. En mi vida yo he visto por lo menos a 100 jugadores mejores que Beckham. En la época en la que él estaba en el Madrid con los galácticos (como se le llamaba a sus compañeros), él era sin duda el menos bueno. Fue un jugador bueno, por supuesto que por por encima de la media, pero no fue un gran jugador. Era un jugador bastante limitado.
- En el documental dices que su llegada no fue para mejorar al RM.
- Bueno, no hizo un mal trabajo en Real Madrid. No sé lo que habría dicho en esta entrevista, pero lo compraron ante todo como un ejercicio de marketing, fue business. Florentino Pérez, el presidente del Madrid, que es un tipo muy astuto, entendió que fichando a Beckham el valor de la marca Real Madrid subía un montón. Y eso tiene una consecuencia absoluta real en los ingresos del club. O sea, por ejemplo, estás firmando un acuerdo, un contrato de patrocinio con Audi, si no está Beckham, te pagan, digamos US$ 50 millones. Si está Beckham te pagan 80. Y así en esa proporción con Coca-Cola, con MasterCard, con quien sea. Porque Beckham tenía esa enorme fama global, y se convirtió en un icono por motivos mucho más allá de de sus dones como futbolista.
El problema, dice Carlin, “fue que el nivel del equipo sobre el campo bajó, porque se sacrificó a un jugador que el mejor centrocampista defensivo del mundo. Una roca, Claude Makelele. Y pusieron a Beckham en esa posición. Y Beckham no era eso. Era muchas cosas, pero no era eso”.
De todas maneras, matiza John Carlin, “no es que haya sido un desastre como jugador. Siempre daba lo mejor de sí. Era de los que deja el sudor y la sangre en el campo, que es lo que los aficionados más quieren. Y tuvo partidos buenos e influyó en buenos resultados y buenos trofeos que consiguieron”.
- Sus defensores dicen que no ha habido una pierna derecha como la de él. Y que ser guapo sólo le perjudicó como futbolista.
- Bueno, sí, pero hay otra forma de decir lo mismo. Si él no hubiera guapo, sino feíto, hubiera pasado relativamente desapercibido. No dudes por un instante que por ser un chico guapo, que se viste bien y todo eso, es absolutamente clave. Es como decir que Sofía Loren hubiera triunfado igual si hubiera sido una gordita fea. O sea, lo siento. El mundo es cruel. Yo creo que quizá alguna gente que no sabe mucho de fútbol le agregó más valor porque era tan guapo y tal.. Pero no, yo creo que en general, la gente que sabe de fútbol, que es la mayoría de la gente que lo sigue, más o menos entiende dónde está Beckham. Tenía un muy buen pie derecho, sí, pero hay muchos jugadores que tienen muy buen pie derecho y la diferencia es que saben también regatear. O sea, yo vi a Beckham regatear cuatro veces en toda su vida profesional. Con el pie izquierdo no hacía casi nada. No cabeceaba, no defendía bien. Tiene derecho, pero ¿cuántos goles marcó? Pocos.
- ¿Sus compañeros lo respetaban?
- Sí, porque era un tipo disciplinado, llegaba a los entrenamientos a tiempo, que daba siempre lo mejor de sí. No era un vago, todo lo contrario, era un tipo muy trabajador y al mismo tiempo tenía esos detalles con la gente más humilde de su entorno, y creo que eso también se valoró. Creo que era un buen compañero. Yo nunca oí a nadie hablar mal de él. O sea, quizás Figo estaba un poco molesto (porque ambos ocupaban la misma posición en la cancha). Y quizás si hablas en privado con Figo y le das un par de copas de vino, te cuente que le irritó un poco la llegada de Beckham. Yo sospecho que sí, pero insisto, como persona es una buena persona y creo que eso casi toda la gente que lo ha conocido lo reconoce.
Al concluir, Carlin hace una recomendación: ver la entrevista que dieron los Beckham a Ali G (Sacha Baron Cohen) en 2001. “Es una locura. Es como esa bestialidad... Sacha Baron Cohen es un salvaje, las preguntas que hace”, dice.
- En una entrevista reciente comparabas a Beckham con las Kardashian...
- Es una metáfora. Ser Kardashian es como ser Paris Hilton: they are famous because they are famous. Hay gente que no ha hecho nada pero que es famosa porque es famosa. Con Beckham exagero, él fue un buen futbolista. Pero hay algo de eso, porque dejó de jugar fútbol hace 10, 12, 15 años, no sé.
- ¿Cómo lo has visto ahora como presidente del Inter de Miami? Fichó a Messi...
- Está ahí su socio que será el que hace el business de verdad, y alguien tuvo la inteligencia de proponérselo. El fútbol en EEUU todavía es es un work in progress y necesitan ayuda para levantarlo y necesitan celebrities. Y Beckham ayuda en eso. Y él tiene dinero y ha puesto dinero. Y Miami es un lugar perfecto para Beckham, por su forma de ser. Ahí es todo mucho fashion, mucho no sé qué. Así es que me imagino que está feliz ahí y Victoria también. Y sobre la idea de Messi... bueno, es la de cualquiera. ¿Quién no quiere tener a Messi en su equipo? No vamos a decir que Beckham es un genio porque se le ocurrió. El factor decisivo para Messi fue que lo echaron del Barça, que no estaba contento en el Paris Saint-Germain, que su familia no soportaba la idea de seguir a Cristiano Ronaldo a Arabia Saudí. Era la opción que le quedaba y la mejor para él. Y el hecho de que estaba Beckham ahí no creo que haya sido decisivo.