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Plumas x plumas

Izkia Siches y Lucía Dammert abordan los desafíos que se vienen en el gobierno de Boric

Izkia Siches y Lucía Dammert abordan los desafíos que se vienen en el gobierno de Boric

Cuando faltaban menos de 24 horas para la elección donde resultó ganador Gabriel Boric, pudimos conversar con la ex presidenta del Colegio Médico y la doctora en Ciencia Política.

Por: Sofía García-Huidobro | Publicado: Sábado 18 de diciembre de 2021 a las 21:00
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Un día antes de la elección, dos de las mujeres que han sido claves en la campaña de Gabriel Boric, se conectan a una conversación con DF MAS. Izkia Siches y Lucía Dammert cuentan que se conocen poco porque apenas Izkia se sumó al equipo como jefa de campaña partió casi de inmediato de gira por el país. Sí se conocen por sus facetas públicas -Siches como expresidenta del Colegio Médico y Dammert como analista política y experta en temas de seguridad- y se declaran mutua admiración.

Lucía llega a la cita virtual dos minutos antes de la hora. Admite que peca de excesiva puntualidad. Es sábado y comenta que con la intensidad de la campaña recién se está dando el tiempo de ponerse al día con asuntos domésticos como pagar las cuentas.

Habla un poco de su biografía: nació en Perú, estudió sociología en Argentina, un máster en Pittsburgh, Estados Unidos, y es doctora en Ciencia Política en la Universidad de Leiden.

Vive en nuestro país desde el año 2000. “Me fui de Perú hace 30 años, Chile es el país donde más tiempo he vivido. Tengo nacionalidad y mis hijos se criaron aquí”, dice en alusión a una conversación de streaming entre los diputados electos Johannes Kaiser y Gonzalo de la Carrera donde se refieren a ella y la invitan a “volverse a su país”.

“Es parte de un proceso pedagógico ciudadano. Antes me preguntaban todo el tiempo cuándo me iba. Ahora menos. Hay que enseñar que lo distinto no es una amenaza. Pero cuando el mundo político utiliza ese tipo de expresiones, da señales negativas”.

Se conecta Izkia. La doctora renunció a la presidencia del Colegio Médico el 25 de noviembre para asumir como jefa de campaña de Gabriel Boric y el 3 de diciembre comenzó a recorrer el país partiendo por Arica, su ciudad natal. Viajó junto a su marido y su hija, Khala Simone, de 7 meses.

Cuenta que para este domingo preparó un desayuno de agradecimiento a su equipo: “Mi familia y mis amigos hicieron malabares para apoyarme”. Piensa votar a medio día, almorzar y luego irse al comando.

Ahí se encontrará con Lucía, quien irá a la urna durante la mañana y luego se mantendrá activa en la sede de Gabriel Boric. Además de querer ver a su candidato convertirse en Presidente, ambas esperan que sea una jornada electoral tranquila y sin espacio para paranoias ni dudas sobre la transparencia del proceso.

“El próximo gobierno no empieza el 11 de marzo, empieza el lunes, así es que hay que arremangarse y ponerse a trabajar”, señala Dammert.

-Además de ustedes dos, hay una marcada presencia de mujeres en el equipo de Boric. ¿Creen que eso le ha dado un sello particular a la campaña?

-Izkia Siches (IS): Sí. Además de los rostros más visibles, hay muchas mujeres en el equipo de comunicaciones y programación. La misma Irina (Karamanos) es una mujer que viene a deconstruir la figura de la pareja del futuro presidente.

-Lucía Dammert (LD): Han sido puros aprendizajes positivos. Creo que hay un verdadero compromiso de parte de Gabriel, Giorgio y los demás, con la igualdad. He participado de otros espacios donde te tratan como: “toma nota”. Acá es distinto. Las mujeres tenemos un rol que nos hemos ganado, pero también hay un reconocimiento real por el lado de los hombres y eso habla de un cambio sin vuelta atrás.

-IS: Aunque Simone de Beauvoir lo decía siempre: “pestañeamos y podemos perder”. Ninguno de los avances feministas está consolidado en esta sociedad machista. Que un diputado electo (Johannes Kaiser) salga poniendo en duda el voto femenino, es algo que ya escapa de nuestra imaginación. Uno podría esperar que se opongan al aborto o a la paridad, pero que alguien cuestione el voto femenino ya es lo más burdo.

Creo que sí hay que reconocimiento transversal a la agenda feminista y por eso mismo me imagino que José Antonio Kast tuvo que hacer un bollito con su programa y esconderlo, porque también hay figuras femeninas importantes que quedaban invisibilizadas. Mujeres como Marcela Sabat, Evelyn Matthei y Paula Daza. En nuestro caso da gusto entrar a un equipo que desde el primer momento le puso perspectiva de género a su programa.

-Izkia, cuando asumiste la jefatura de la campaña, dijiste que lo hacías por tu hija. ¿Cómo te imaginas que le vas a contar de este viaje que hicieron juntas cuando crezca?

-IS: Llevamos dos personas audiovisuales que estuvieron grabando, entonces habrá una linda historia del backstage. Ella se portó espectacular, de verdad que todas las chicas del equipo que no querían tener guagua ahora lo están pensando (ríe). Espero que cuando crezca valore este esfuerzo porque fue una decisión familiar y la tomamos por ella. Pero uno nunca sabe, puede salir con instinto de rebeldía (ríe de nuevo).

Ojalá se sienta orgullosa de sus papás por estos días tan cortitos, pero en los que lo dimos todo. Lo más tranquilo era quedarse en el espacio de confort pero nos sentimos muy involucrados. Trabajo con pacientes con VIH y un porcentaje importante de ellos son diversidad, y más allá de lo que quiera hacer el otro candidato o no, se van creando discursos de odio que calan en la sociedad.

-¿Cómo les ha afectado la agresividad en redes sociales?
-LD: Yo tengo un algoritmo y solo veo lo bueno (ríe). No hay que perder el tiempo mirando los trolls. Cuando una persona con nombre y apellido me dice: “Peruana, ándate a tu país”, trato de responderle. Pero si es @batichica007, no hay que enganchar. Tratan de descalificarte por cualquier cosa: “eres peruana, eres mujer, eres joven, ya no tanto…(ríe).

-IS: Uf, podríamos escribir un libro con Lucía de cómo se expresa el odio en redes sociales. Yo recibí amenazas de muerte y estuve hasta con visitas policiales en la casa. Me maltratan por ser mujer, por ser morena, por ser del norte. Y eso pasa de lado y lado. Siempre llamo a nuestros adherentes a no hacer lo mismo, porque creo que para romper el círculo de violencia hay que estar dispuestos a poner la otra mejilla.

Como sector tenemos que ser super claros al condenar la violencia. No me representa lo más mínimo ni desearle la muerte a alguien, ni celebrar la muerte de alguien. Todos los grupos tenemos extremos y descolgados, pero es responsabilidad nuestra hacer control de ellos.

Lo que pasó con el llamado a fraude por parte de Sebastián Izquierdo es muy grave y todos los demócratas debiéramos cerrar filas contra personajes como él. No hay espacio para ellos en una sociedad democrática. No admitir resultados electorales es un retroceso profundo. Nosotros vamos a aceptar el resultado que salga ese día. Ya lo hemos dicho.

-LD: Hay un abandono de lo que significa ser un líder político, porque cuando alguien le quita peso a lo que significa llamar a hacer trampa o a la violencia, abre la puerta a que la ciudadanía también lo haga. Se normalizan y banalizan acciones que debieran estar fuera del límite de lo tolerable.

-¿Qué las ha sorprendido en este tiempo de campaña en terreno?
-LD: Mi rol siempre ha sido más académico, pero ahora me pasa que algunas personas me reconocen en la calle y se me acercan para darme su opinión respecto de migración o seguridad. Si bien se dice que está todo polarizado, ha habido una politización del debate en la ciudadana que me ha sorprendido positivamente. Lo he encontrado muy bonito. No pensé que iba a pasar.

-IS: Soy de Arica y tengo bien claro la sensación de abandono de las regiones. Pero ahora constaté que es transversal: todas las regiones se sienten abandonadas. La gente siente que el Estado no llega. También viví la mala conectividad vial y de Internet. Me tocó tratar de conectarme a entrevistas y en muchos lugares era imposible. Y no sé si es una percepción mía, pero creo que ha surgido una matriz de organización social. Donde fui había una organización de pesca artesanal, o padres de la neurodiversidad, o dueñas de casa sin casa. Todos entendieron que el que no se organiza, no avanza.

-¿Se imaginan formando parte de un eventual gobierno de Gabriel Boric?
-LD: Lo primero es contar el último voto. Es una contienda ajustada. Inicialmente cuando hablé con Gabriel y Giorgio, y me sumé al equipo para la campaña de primarias, estaba confiada de hacer un cambio y aportar en lo que sé. Para el siguiente paso creo que hay mucha gente calificada. Estoy disponible para ayudar, pero creo que hay que evitar la tentación de pensar que uno participa porque quiere ser ministro. Hay muchos espacios para aportar.

-IS: Lo que más me mueve es que solucionemos las cosas. Hay que convocar a los mejores. No pertenezco a Apruebo Dignidad, ni al Nuevo Pacto Social, pero llamaría a que se dejen de mirar el ombligo y dimensionen los desafíos que tenemos. Eso requiere mucha generosidad. Creo que debería haber independientes como la misma Lucía, Carlos Gajardo o Andrea Repetto. Un gobierno es algo más grande que nosotros.

Nadie es protagonista, ni el propio Gabriel. La gente tiene esperanza y eso requiere conversar con el otro sector. Creo que hay mucha gente valorable en la derecha y centroderecha. Si la política sigue siendo de trinchera y de calcular cuánto gano, eso no me moviliza. He conocido tremendos liderazgos como Elisa Loncón, Ericka Ñanco y Carla Amtmann, con eso puedo dormir tranquila.

Somos un país diverso, eso nos hace ricos, pero creo que tenemos el deber ético e histórico de ponernos de acuerdo en algunos ejes y avanzar. ¿Quién va a poner en duda que la educación es un pilar para el futuro o que la gente no puede vivir en un campamento sin agua? Nadie. Y voy a trabajar para que eso ocurra ya sea barriendo La Moneda o en un ministerio.

-En la primera vuelta el candidato con más votos fue José Antonio Kast y las encuestas indican que esta será una elección ajustada ¿Qué pasó con el 80% versus 20% del Plebiscito?
-LD: Nadie es dueño de ese 80%. Para convocarlo tenemos que hacer las cosas distintas y el desafío va a ser gigantesco. Hay que avanzar hacia los puntos de convergencia. Todos saben que el próximo año va a ser difícil en lo económico. Gane quien gane. Pero la única manera de tener un crecimiento estable en el tiempo es reducir la desigualdad y creo que hay mucha gente en el mundo privado que también lo entiende así.

Ha habido una máquina comunicacional que ha instalado que Kast es el candidato del orden, pero sus propuestas originales eran bien extremas y poco eficientes. Quizás no hemos sabido responder a esa caricatura, pero nuestras propuestas de seguridad y orden público están basadas en evidencia.

-IS: Tenemos que volver al 80-20. Ese es el desafío después del domingo. Avanzar en transformaciones, pero hacerlo en paz y tranquilidad, con orden, y convocando a otros sectores. Hay que estar disponibles a cruzar el río y sentarse en la mesa con la gente de centroderecha que también quiere cambios. Migración, delincuencia, narcotráfico, seguridad, son agendas importantes. Vivo en La Florida y también me da miedo que me hagan un portonazo.

Ese país nadie lo quiere. Y no puede ser que se le regale esa agenda a la derecha porque la gente humilde es la que más quiere seguridad, orden y paz. Le da lo mismo quien gobierne si en su comunidad sigue imperando el narcotráfico y el caos. No se construyen derechos sociales sin dar garantías mínimas a las personas.

En la primera vuelta se le habló al mismo sector y recibimos un golpe de realidad para organizar las prioridades. Que el Parlamento haya quedado tan a medias hay que verlo como una oportunidad. Hay que hacer transformaciones, pero hay que hacerlas bien. Este gobierno tiene que ser impecable.

¿Termina todo esto aquí? María José Naudon, Juan Pablo Luna y Daniel Mansuy reflexionan en torno al proceso constitucional

Ad portas de este plebiscito constitucional, reunimos a tres destacados intelectuales y analistas políticos para reflexionar sobre este asunto: María José Naudon, Juan Pablo Luna y Daniel Mansuy. La abogada, esta semana nombrada decana de la Escuela de Gobierno de la UAI, hizo de entrevistadora. Primero conversó con el cientista político y, horas más tarde, con el filósofo. Este es el resultado del ejercicio (y de cuatro horas de conversación).

Alejandra Cox y Sebastián Edwards, una fórmula improbable

Es la primera vez que esta dupla de economistas -ambos de la UC, ambos doctorados en Chicago- dan una entrevista juntos. Aquí, desde su departamento en Chile, hablan de su trayectoria, de sus 40 años viviendo en Los Angeles (EEUU), de su matrimonio, de los libros que escriben, de las comidas temáticas que organizan en su casa, de su preocupación por la actualidad nacional y de sus diferencias políticas. Él, en broma, le dice “facha”; ella, lo trata de “progre”.

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