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1 año del Caso Australis: Cruces de evidencia, movimientos de Fiscalía y Quiroga en Chile
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El 9 de enero de 2023 se envió una carta a las oficinas que tiene en Presidente Riesco el holding Asesorías e Inversiones Benjamín (AIB), de Isidoro Quiroga Moreno. Iba copiada al círculo cercano del empresario y a abogados de Claro & Cía, el estudio que lo asesoró en la compraventa de Australis Seafoods en los años 2018 y 2019.
La misiva, justamente, estaba firmada por quienes compraron la salmonera por US$ 921 millones: Shaopeng Chen y Yin Tang, directivos de la china Joyvio, que forma parte de la misma gigante detrás de Lenovo.
Joyvio acusó “falsedades e inexactitudes” en el due diligence respecto al cumplimiento ambiental de Australis, lo que les habría entregado una falsa información de la compañía que compraron. Y así, en dos breves hojas venía el germen de un caso con más de una decena de acciones legales en tribunales chilenos e internacionales.
La ofensiva china
El caso explotó en la fecha límite. La posibilidad de iniciar acciones legales por fraude prescribía en cuatro años y, al borde de ese plazo, se dio inicio al arbitraje que se desarrolla confidencialmente en el Centro de Arbitraje y Mediación (CAM Santiago).
La incomodidad de los chinos partió en 2021, cuando la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) empezó a emitir una serie de multas a Australis, por casos de sobreproducción. En esa época, los altos ejecutivos de tiempos de Quiroga permanecían al mando: el fallecido Ricardo Misraji, como gerente general, y Santiago Garretón, como gerente de Finanzas. El propio Quiroga se mantuvo como director por un tiempo después de la venta.
Jorge Bofill, uno de los abogados de Australis, subraya este punto y acusa que se “montó una estructura gerencial para mantener ocultas las infracciones ambientales”. Bofill afirma que sus incentivos eran bonos de retención que obtendrían los ejecutivos que se quedaron, por montos que hoy alcanzarían los $ 9.000 millones.
La llegada de Andrés Lyon a la gerencia general, que vino desde una de las competidoras, Multiexport, fue clave para detonar el caso. En octubre de 2022, la salmonera se autodenunció a la autoridad ambiental, con un saldo abrumador: 54 ciclos de sobreproducción, con niveles de hasta el 95%.
Justo un año atrás, el 26 de enero, se inició el arbitraje. Tras constituirse el Tribunal, la demanda de Joyvio en esa sede ingresó en agosto pasado. La china culpa a los antiguos controladores por sus males y argumenta que se le escondió una política de incumplimiento ambiental en base a la que funcionaba la compañía.
Se lanzaron con fuerza: formaron un escuadrón de abogados que, además de Bofill, componen Gabriel Zaliasnik, Sebastián Oddó y Alberto Eguiguren. Penalmente, se han querellado por administración desleal y estafa contra Quiroga (ver recuadro), sus hijos, su hermana y sus ejecutivos de confianza; y, en el arbitraje, han encargado informes legales y económicos a expertos como el abogado Enrique Barros, el rector de la UDP Carlos Peña, y los economistas Sebastián Edwards y Jorge Fantuzzi.
Cara a cara en el arbitraje
Desde la vereda del empresario se ha reiterado que toda la información estuvo sobre la mesa, que Joyvio sabía de la sobreproducción y que, de hecho, siguió ocurriendo después de la compraventa. Las sanciones, argumentan, obedecen a un nuevo esquema de la SMA, que aumentó sus fiscalizaciones a salmoneras.
El due diligence de la compraventa, obviamente, sigue bajo la lupa: participaron como asesores legales los estudios Cariola Díez Pérez-Cotapos, por los compradores, y Claro & Cía, por los vendedores. En la parte financiera estuvo LarrainVial asesorando a Quiroga y, en una primera etapa, Scotiabank con Joyvio. Como asesor técnico de los chinos, también estuvo el exejecutivo salmonero José Gago.
La defensa del empresario es liderada por Cristóbal Eyzaguirre, también de Claro & Cía, acompañado en la arista penal por Juan Domingo Acosta. En el arbitraje, ya contestaron la demanda en noviembre.
Ahora, las partes se encuentran en una fase del proceso en la que básicamente se solicita y entrega información para el juicio, que será definido por un Tribunal Arbitral liderado por el presidente del Colegio de Abogados, Pedro Pablo Vergara, y completado por Andrés Jana y Ramón Cifuentes.
Se espera que entre abril y mayo, los equipos legales presenten sus respectivas réplica y dúplica y posteriormente vendría una etapa de alegatos. En el mejor de los casos, estiman algunos involucrados, el juicio podría resolverse a fines de este año o principios de 2025. Otros creen que podría extenderse un poco más.
Lo cierto es que, hoy por hoy, es el proceso más avanzado y donde podría darse la primera gran definición entre las diametralmente opuestas versiones que se enfrentan.
Quiroga en Chile
En junio de 2021, un año y medio antes de que estallara el caso, Isidoro Quiroga se fue de Chile. El empresario partió a vivir a Londres y detrás de él toda su familia, incluyendo a sus hijos Benjamín e Isidoro, que también son foco de las querellas, por sus roles como directores en Australis.
La permanencia de Quiroga en Inglaterra provocó que los abogados de Joyvio y Australis incluso dijeran que pedirían su extradición.
Sin embargo, no fue necesario ir a buscarlo. Hoy, con el caso inundando tribunales, Quiroga pasa gran parte de sus días en Chile. Algunos conocidos cuentan que se le ha visto en eventos sociales y en Panguipulli, pasando las vacaciones de verano con su familia. Y si bien el empresario siempre resguarda el bajo perfil -algo que ha sido parte de su sello en toda su vida-, cercanos plantean que su presencia pública da fe de que no se está ocultando. Y que no tiene nada de qué temer.
Las casas en Delaware
El tema es que la residencia en Londres provocó que el caso se internacionalizara, y los dos bandos también han tenido que contratar abogados en Europa y EEUU. Quiroga recibió una demanda civil en Inglaterra y otra en Florida, que tiene como objeto recabar su información bancaria con JP Morgan en ese estado.
Y a fines de diciembre, sumó una tercera, en Delaware, que tiene su paralelo en Chile, donde la querella penal se amplió al delito de lavado de activos. En EEUU, esto se traduce en una demanda que se remonta a la fecha en que Quiroga dejó el país. En agosto de 2021, el empresario transfirió una serie de activos a su sociedad South Lake One LLC, con sede en Delaware.
De acuerdo a escrituras públicas a las que tuvo acceso DF MAS, esto ocurrió con una serie de propiedades, como por ejemplo un departamento en La Parva, con un valor de US$ 915 mil; un inmueble en Las Condes por US$ 8,5 millones; un terreno en Los Andes por US$ 625 mil; una vivienda en Panguipulli por US$ 1,8 millones, y oficinas en Presidente Riesco por US$ 1,05 millones.
Bofill apunta a Quiroga y dice que éste sigue ocupando estas propiedades y que, por eso mismo, estas acciones judiciales en Delaware buscan que “pueda responder con sus bienes las sentencias que esperamos obtener en las acciones judiciales seguidas contra él y su familia”.
Desde AIB mantienen la posición. Señalan que la ráfaga de querellas y demandas forman parte de una estrategia extorsiva, que sólo intenta presionar al empresario.
La guerra de evidencia que viene: audios y presentaciones
Bofill dice que no quiere anticipar lo que piensan hacer de ahora en adelante, pero asegura que tienen un hallazgo que servirá de “tapaboca”.
“Recientemente han llegado a nuestras manos unas presentaciones realizadas en una visita que hizo a Chile el presidente de Joyvio, Shaopeng Chen, junto a una delegación de China, que tenía por objeto conocer la realidad de la compañía y a su administración. De hecho, también hemos recibido recientemente los registros de audio de las reuniones sostenidas en Puerto Varas, en la segunda quincena de diciembre de 2018, es decir, hacia el final del due diligence”, cuenta.
Las reuniones habrían sido grabadas por temas de idioma y habrían participado el entonces presidente de Australis, Martín Guiloff, y Misraji, como gerente general. Bofill asegura que este último “le mentía en su cara a Shaopeng Chen, diciéndole que Australis era una compañía de 100 mil toneladas, que las producirían el año 2020, para lo cual contaban con todos los permisos y licencias”.
La defensa de Quiroga apuntará justamente a lo contrario: acreditar que no existió ocultamiento y que se entregó toda la información.
Consultados para este reportaje, AIB dice que cuentan con al menos tres documentos para probar esto. Primero, un correo del 13 de abril de 2018 en que el Grupo Quiroga entregó la información “que ahora dicen que se les habría escondido”; segundo, una presentación de los propios asesores financieros de Joyvio que muestra estos datos; y, tercero, sostienen que el due diligence incluyó 13.000 documentos, paquete que también incluía la información.
“La administración china de Australis no sólo fue informada de la situación productiva supuestamente ocultada, sino que ordenó expresamente a la administración local mantener e incluso aumentar los niveles de producción después de que la autoridad ambiental ya había cambiado su criterio sancionatorio. Así lo demuestran correos electrónicos claros, precisos y contundentes”, retrucan desde el holding del empresario.
Sin perla
No parece haber término medio en el Caso Australis. Unos dicen A, otros dicen B. Lo que sí ya se puede afirmar es que la salmonera en ningún caso será la compañía de 100 mil toneladas que se proyectó en la época de su venta, cuando era vista como la perla de la industria acuícola en Chile.
Múltiples procedimientos sancionatorios de la SMA sin resolver, una producción ajustada a la mitad y una ola de recortes de inversiones y trabajadores tienen golpeada a una empresa que hoy está buscando estabilizarse.
Fiscal Encina tomó el caso: ya realizó diligencias y tomó declaraciones
Las últimas semanas, la fiscal Constanza Encina estuvo concentrada en las audiencias de formalización de la exalcaldesa de Maipú, Cathy Barriga. Encina, junto a la fiscal regional, Lorena Parra, comanda la ofensiva del Ministerio Público que busca condenar a la exmodelo por delitos reiterados de fraude al fisco y falsificación de instrumento público.
Pero, en paralelo, en la Fiscalía de Delitos de Alta Complejidad Oriente, Encina también fue la designada para dirigir las investigaciones del Caso Australis. La fiscal unificó en un solo procedimiento las querellas por administración desleal y estafa, y durante el último tiempo ha estado tomando declaraciones a los involucrados.
En resumen, la Fiscalía ha estructurado la investigación en tres puntos claves que determinar: si existieron delitos ambientales (respecto a lo que se deberá pronunciar la SMA); si se ocultó información en el due diligence; y si todos los directores de la empresa tenían conocimiento de las sobreproducciones.
Con ese foco, Encina ya ha tomado extensas declaraciones a los testigos de cada lado: por Quiroga, asistió su mano derecha en Australis y expresidente de la salmonera, Martín Guiloff; y, por Joyvio, escuchó a Andrés Lyon, gerente general de la compañía desde 2022 y quien impulsó la autodenuncia de la empresa.
Sus declaraciones se extendieron por varias sesiones, en las que las partes entregaron sus disímiles versiones del caso. Además de ellos, también han declarado otros ejecutivos de Australis y abogados de Claro & Cía y Cariola Díez Pérez-Cotapos, los estudios que participaron en el due diligence, el periodo más ignoto del caso.
En las próximas semanas se espera que declare José Gago, el asesor técnico del proceso y que es considerado como una pieza clave para entender lo que ocurrió en esas fechas.
La fiscal Encina, en tanto, estaría pronta a realizar una revisión de todos los correos del servidor de la salmonera y, una vez reconstruido todo el contexto del caso, podrían ser citados a declarar a eventuales imputados.