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Cecinas premium: la nueva inversión a la que apuesta el Grupo Hiller

Cecinas premium: la nueva inversión a la que apuesta el Grupo Hiller
La familia que lidera Peter Hiller -conocida por icónicos negocios del área entretenimiento, como concesionarios del Movistar Arena- se sumó como inversionista a Cecinas Omeñaca, una centenaria firma, fundada a inicios del siglo XX por la familia de homónimo apellido, que con planta en Los Andes se ha dedicado a producir estos productos artesanales.
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El pasado viernes 28 de marzo, el empresario Peter Hiller Hirschkron cumplió 80 años, y los celebró justo ese mismo día, con una reservada velada en el Metropolitan Santiago Convention & Event Center, el ex Casapiedra. Allí lo acompañó desde luego su familia y una nutrida concurrencia de amigos, cercanos y algunos empresarios, en total unas 200 personas.
Un momento idóneo para repasar la vida y trayectoria de Hiller, un empresario reservado, pero que ha transitado por múltiples e icónicos negocios no sólo en Chile, sino en Latinoamérica, junto a su familia, a través de la sociedad HLR Group, el family office que lidera como CEO Daniel Hiller, el mayor de ocho hijos de Hiller Hirschkron.
Hace unos meses, en completa reserva, sumaron un negocio más a su portafolio, pues como inversionistas pasivos, forman parte de un grupo de inversionistas que adquirió el 100% de las acciones de Cecinas Omeñaca, una centenaria firma que, con planta productiva ubicada en Los Andes, región de Valparaíso, se ha dedicado a producir estos embutidos, pero de tipo premium y con recetas españolas artesanales, y que vende a través de canales online, canal tradicional y tiendas especializadas.
La búsqueda del mercado premium
Cecinas Omeñaca fue fundada a inicios del siglo XX, por los inmigrantes Andrés Omeñaca y su esposa, que vinieron de España y comenzaron el negocio inicialmente como Chanchería Española.
Hasta ahora eran los hermanos Valentín y Eduardo Omeñaca quienes estaban al mando de la firma, quienes habían entregado un mandato para buscar inversores a la gestora financiera KeyCapital, entre cuyos socios está Jaime Barriga Sotta, también director comercial de la firma de asesorías financieras y quien llevó directamente este deal por los vendedores. El proceso fue competitivo y también asesorado, por el lado de la familia vendedora, por el abogado Arnaldo Gorziglia, del bufete Arteaga Gorziglia.
La compradora de las acciones fue finalmente una sociedad de nombre Investera Foods, la que, según registros públicos, está integrada por dos grupos de socios: la sociedad SPV Investera Foods I SpA, donde participan varios inversionistas, como Christian Blomström y Enrique Taladriz, entre una decena de inversionistas. La otra sociedad es Inverflex, donde está la familia Hiller -aparece como representante Daniel Hiller Gostling- y la familia Martínez Carafi. Según entendidos, la primera sociedad participa con el 51% y la segunda con el 49% en el deal.
¿Cómo llegó la familia Hiller? Entendidos cuentan que, ante el proceso de venta llevado por KeyCapital, fueron dos los directos articuladores. Uno, el mismo Enrique Taladriz, socio de la firma Analítica Servicios Financieros, y quien por años ha sido el brazo derecho de la familia Hiller en sus negocios. Ha sido, por ejemplo, director de Colombiana de Escenarios, la sociedad a través de la cual los Hiller, con socios del país cafetero, operan el Movistar Arena de Bogotá, y fue gerente de Inversiones en el family office de la familia Hiller por unos 10 años, hasta 2021.
El otro articulador fue Christian Blomström -exgerente de Inversiones de Banchile AGF-, a través de la firma financiera Investera, de la que es socio. Entendidos cuentan que la compra de Cecinas Omeñaca fue financiada en parte -del orden del 40%- a través del fondo Moneda Renta CLP, de la gestora financiera Moneda (Patria Investments).
El otro articulador fue Christian Blomström -exgerente de Inversiones de Banchile AGF-, a través de la firma financiera Investera, de la que es socio. Entendidos cuentan que la compra de Cecinas Omeñaca fue financiada en parte -del orden del 40%- a través del fondo Moneda Renta CLP, de la gestora financiera Moneda (Patria Investments).
En el deal participaron varios actores del mundo financiero, como Key capital por la familia vendedora, investera y analítica por los compradores, y parte del financiamiento lo puso un fondo de moneda.
“Lo que vieron los inversionistas fue una compañía y una marca de mucha tradición, mucha historia, con productos de muy alta calidad. Son tres generaciones Omeñaca. Y la industria de alimentos se está recién desarrollando en el mercado premium, en la medida en que aumenta el poder adquisitivo de la clase media”, cuenta un entendido en el deal, quien añade que al mercado de cecinas lo ven como un nicho a desarrollar, tomando una compañía con una marca con muy alto prestigio, que cuenta con una planta impecable y una compañía que financieramente está sana. “Están todas las condiciones”, resume un testigo que conoció de la transacción.
En efecto, los nuevos inversionistas están recién tirando líneas de los siguientes pasos al mando de Cecinas Omeñaca, pero desde ya la ven con grandes proyecciones de crecer, dado que en general el rubro gastronómico ha tendido a premunizarse en Chile, lo que se ve en industrias como el té, café, los vinos, quesos, cervezas, chocolates o el pan, y un largo etcétera de productos de consumo masivo y habitual, pero para los que cada vez hay más consumidores que buscan no las clásicas marcas masivas y estandarizadas presentes en los supermercados.
En el caso de Cecinas Omeñaca, los nuevos inversionistas ven opciones de aumentar mucho y a corto plazo su presencia en la Región Metropolitana, donde la participación de la firma es incipiente en la comercialización de sus productos, pues hasta ahora se ha concentrado en las regiones de Coquimbo y Valparaíso. “Aquí hay una oportunidad importante, en un nicho”, manifiesta un entendido del negocio.
Para llevar adelante este plan de crecimiento, ya se anotaron un puntazo, pues reclutaron a Fernando Cisternas para que les ayude a administrar este proyecto, un histórico exejecutivo del grupo Agrosuper, que en el pasado tuvo a su cargo Cecinas Super. A su vez, el directorio de Cecinas Omeñaca quedó conformado por Daniel Hiller, Jaime Martínez, Christian Blomströng, Julio Fernández y Enrique Taladriz, quien lo preside.
Siempre afín a los alimentos
Si bien el grupo Hiller va como inversor en este proyecto, sus negocios históricamente han estado muy cerca de la industria de alimentos y gastronomía. El patriarca Peter Hiller -quien trabajó en sus inicios en España, en el año 73- fue el histórico gestor de Central de Restaurantes, firma que creó en los años ‘80 y que dedicada al rubro de la alimentación institucional, creció como espuma y llegó a tener presencia en Chile, Argentina, Perú y Colombia.
Para el proyecto, los inversionistas ya trabajan con un exgerente del holding agrosuper, quien en el pasado estuvo a cargo del desarrollo de cecinas super.
Ese tamaño fue precisamente lo que despertó el apetito de la internacional Aramark, que compró Central de Restaurantes por etapas, sumando cada vez más porcentajes de la propiedad entre 2001 y 2009, año este último en que finalmente Peter Hiller se desprendió de su último porcentaje, el 20%.
Sin embargo, cuando ya habían transcurrido con creces los tres años de cláusula de no competencia, Peter Hiller volvió al rubro el 2018, esta vez con la firma Giser -el acrónimo de Gestión Integral de Servicios-, compañía que ya habían formado ex ejecutivos de Central de Restaurantes, a la que Hiller se sumó en marzo de ese año, y a la que dieron un enfoque mucho más gourmet y premium para empresas, no de casinos masivos ni alimentación Junaeb. Hiller Hirschkron figura como el presidente de Giser.
¿Y el Movistar Arena?
Claro que con múltiples negocios -como el inmobiliario, con Urbaniza-, sin duda una de las grandes vetas de negocios de la familia Hiller ha sido el entretenimiento y los espectáculos. Son socios de Punto Ticket, la mayor ticketera de Chile, a cuya propiedad ingresaron las internacionales CTS Evertim y Sony Music, en 2023.
Pero sin duda el activo más visible en esta área de negocios ha sido la concesión del Movistar Arena, uno de los recintos para espectáculos más importantes de América Latina, con 44 mil metros cuadrados como área de concesión, capacidad para 12 mil espectadores (considerados en tribuna) y una altura de 50 metros a nivel de cúpula.
Fue hace dos décadas que los Hiller apostaron por este negocio, anticipándose a que la industria de los recitales se expandiría en Chile, ganando un proceso licitatorio que los dejó desde el 4 de septiembre de 2004 operando el recinto.
La historia les dio la razón, pues según datos de la publicación internacional Pollstar, especializada en esta industria, a fines de 2024 Movistar Arena de Chile terminó en el puesto número 1 de Sudamérica y cuarto a nivel mundial en tickets vendidos. Sólo fue superado por el Madison Square Garden de Nueva York, K-Arena Yokoama de Japón, y WiZink Center, de Madrid. A su vez, Movistar Arena Colombia terminó en el puesto 2 de Sudamérica y el número 1 en Colombia en tickets vendidos.
La concesión en Chile era por 20 años, por lo que terminaba en igual fecha de 2024. Pero en 2023, los gestores lograron una ampliación del plazo de concesión por dos años más, habida cuenta de que entregaron el recinto a título gratuito -sin canon de arriendo- para que el Instituto Nacional de Deportes de Chile pudiera llevar a cabo la realización de los Juegos Panamericanos del 2023.
Así las cosas, esta concesión termina en septiembre de 2026. De hecho, formalmente la Dirección General de Concesiones tiene a la segunda concesión del Estadio Techado del Parque O’Higgins -como se llama oficialmente el contrato de esta concesión- como parte de la cartera de proyectos 2025 y marzo de 2026. Una inversión de US$ 78 millones, que debiera llamarse a licitación durante el primer trimestre de 2026.
Sin embargo, el Grupo Hiller está a la espera de definiciones judiciales y públicas, habida cuenta del tiempo que estuvieron sin funcionar durante la pandemia, lo que de prosperar podría extenderles más el tiempo de concesión.
Más allá de lo que pase en Chile, han sondeado posibilidades de diversificar hacia otros mercados de Sudamérica, excepto Brasil, en esta industria de los recintos de espectáculos masivos”.