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Central Los Lagos, el otro conflicto del Consejo de Monumentos
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Una serie de hallazgos arqueológicos como fragmentos cerámicos y desechos de talla encontrados en torno al Río Pilmaiquén tienen a la Corte Suprema definiendo si es necesaria o no una consulta indígena antes de continuar las obras de la central Los Lagos, que desde mediados de 2019 construye la estatal noruega Statkraft Chile en el límite de las regiones de Los Lagos y Los Ríos.
Esta semana la Corte Suprema acogió un recurso de protección de la machi Millaray Huichalaf y las comunidades Koyam Ke Che y Leufu Pilmaiquen en contra del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), porque éste rechazó realizar una consulta indígena en torno a los nuevos hallazgos, pero le exigió a la firma que considerara la opinión de los locales para los vestigios. El proyecto, emplazado en las comunas de Río Bueno y de Puyehue, comenzó a levantarse en agosto de 2019.
La comunidad Koyam Ke Che fue la primera en denunciar la existencia de restos arqueológicos no previstos en las tramitaciones ambientales. Dijo que había riesgo de que fueran dañados por los movimientos de tierra.
Y le pidió al CMN que iniciara una Consulta Indígena porque el proyecto hidroeléctrico se ubicaba en zonas donde existía una gran cantidad de vestigios y "osamentas", además del complejo cultural sagrado Ngen Mapu Kintuante que ellos consideraban "fundamental" para el estilo de vida mapuche-williche. Y por eso exigieron que se aplicara el Convenio 169 de la OIT.
La empresa también encontró otros restos y en junio de 2020, pidió al mismo CMN través del arqueólogo Charles Garceau Saavedra, autorización para iniciar un plan de caracterización arqueológica de los restos. Pero la respuesta jamás llegó. Así es que se hicieron parte del recurso de las comunidades.
"Porque nos interesa relevar el respeto que tenemos por la preservación del patrimonio, y por eso nos preocupa la demora de más de un año del CMN en autorizar la actividad de caracterización, porque queremos poner a resguardo ese patrimonio", explicitó Statkraft a DF MAS.
Sostuvo que tienen a cuatro arquéologos trabajando en siete sitios, y que los casi 600 trabajadores del proyecto han sido capacitados para proteger los vestigios.
El "no" de Desarrollo Social
En abril de 2020, el CMN le preguntó a la Subsecretaria de Servicios Sociales del Ministerio de Desarrollo Social y Familia si correspondía llamar o no a una consulta indígena para este proyecto que contempla una potencia instalada de 52 MW y una inversión de US$ 173 millones.También pidió información a la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi).
Con todos esos antecedentes, el 25 de noviembre del año pasado, las comunidades fueron informadas de que no habría consulta y se le exigió a la empresa abrir diálogo con los indígenas interesados en analizar los hallazgos.
El 21 de enero de este año, las comunidades recurrieron de protección ante la Corte de Apelaciones de Valdivia por considerar que el emplazamiento al diálogo era en realidad una consulta indígena, sin estatus ni obligaciones. También recurrió la empresa para obligar al CMN a pronunciarse sobre los planes de conservación arqueológica.
El recurso fue rechazado por la Corte de Apelaciones de Valdivia, pero las comunidades indígenas interpusieron un recurso de apelación y finalmente la Suprema decidió acogerlo. La empresa no llegó a esta instancia y ha pedido rechazar el recurso.
En todo caso, la comunidad Koyam Ke Che venía tratando hace años que el proyecto pasara por Consulta Indígena. Su último intento fracasó a mediados de enero de este año, cuando el Segundo Tribunal Ambiental se lo negó. El proyecto Central Hidroeléctrica Los Lagos comenzó a tramitarse en 2007.
Obtuvo su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable, a mediados de 2009 y en 2018 sufrió varios cambios: un desplazamiento de la presa 80 metros aguas arriba, nuevos trazados de caminos y varias adecuaciones necesarias para poner en marcha el proyecto.
El rol de la Conadi
En su defensa, firmada por Erwin Brevis, secretario técnico del CMN, la entidad apunta a la Conadi por haberle entregado información que descartaba la existencia de comunidades indígenas en el área del proyecto. Es más, los datos geográficos que le habría mandado esa entidad indicaban que tampoco habría sitios de significación cultural en la zona.
"En consideración a lo anterior, el informe concluye que no es procedente la realización de un proceso de consulta indígena en el presente caso", sostuvo el CMN. Pero las comunidades reclaman que se trata de territorios ancestrales. Y recurren a documentos que se remontan a la Colonia para atestiguar la presencia indígena en la zona, así como los numerosos cambios de propiedad que registran los archivos sobre esos suelos. Algunos -según ellos- hechos a través de engaños.
El CMN sostiene que el Ngen Mapu Kintuante, ubicado en la ribera norte del Pilmaiquén, no podría verse afectado. Lo mismo argumenta la firma: "Se debe hacer presente que dicho sitio ceremonial se encuentra fuera del área de influencia del proyecto, específicamente a 2,8 km aproximadamente en línea recta hacia el poniente, alejado de los hallazgos arqueológicos identificados".
Durante el proceso, la abogada de Statkraft, Karol Oyaneder sostuvo que si se hace la consulta indígena, el cronograma entero del proyecto se vería afectado. Y reiteró que el complejo sagrado quedaría fuera del área del proyecto hidroeléctrico, pero sí donde se ubicaría la central Osorno (58,2 MW), cuyo futuro está en veremos. "Statkraft Chile está avaluando si la construye o no, pero en caso de hacerlo, pasará por el sistema de evaluación de impacto ambiental, lo que ha sido declarado públicamente y comunicado a las comunidades indígenas", indicó la firma. Por ahora su único plan para la zona es la central Los Lagos. Si la justicia no determina otra cosa.