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Dos arbitrajes internacionales, flanco en la Suprema de NY y US$ 90 millones en disputa: la desconocida batalla entre Alto Maipo y constructora Strabag

Dos arbitrajes internacionales, flanco en la Suprema de NY y US$ 90 millones en disputa: la desconocida batalla entre Alto Maipo y constructora Strabag

En febrero, la constructora Strabag, llevó a arbitraje a Alto Maipo ante la Cámara de Comercio Internacional. Esto, por retirar fondos de una carta de crédito para, según la compañía austríaca a cargo de la construcción de la chilena, “cubrir su déficit de liquidez”. A mediados de noviembre, luego de malos resultados ante la justicia norteamericana, redoblaron su ofensiva y acudieron al máximo tribunal de Nueva York para solicitar una medida cautelar. La empresa afirma que, por segunda vez, Alto Maipo está al “borde de la insolvencia y bancarrota” y que si la Suprema no interfiere, podrían perder millones de dólares. La filial de AES Andes tiene una versión distinta: apuntan a su contraparte como responsable de colapsos en sus túneles y declaran que tienen el derecho a acceder a dichos fondos porque no cumplieron con los plazos establecidos. Además, fuentes de la compañía niegan tajantemente una posible quiebra.

Por: Mateo Navas | Publicado: Viernes 15 de diciembre de 2023 a las 09:38
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Lejos quedaron las pancartas, movilizaciones y criticas ciudadanas a Alto Maipo. Hoy, la principal preocupación de la hidroeléctrica es con una de las contructoras detrás del proyecto, la cual -acusan- sería responsable de diversos colapsos que amenazan la puesta en marcha de la planta de energía renovable más importante de Chile. Su contraparte, en cambio, tiene su propia versión de los hechos. Esta es la historia.

Los US$ 90 millones

A poco más de un año de concluir la reestructuración financiera bajo el Capítulo 11 de la ley de quiebras de Estados Unidos, Alto Maipo vuelve a estar en problemas. Por lo menos eso dice Strabag, empresa responsable de la construcción de parte del proyecto hidroeléctrico ubicado en la Cordillera de los Andes y que promete generar, en promedio, 2.464 GWh al año. La firma de origen austriaco acusa que la eléctrica chilena tiene problemas de liquidez y que nuevamente “está al borde” de la insolvencia o quiebra. Esto, sin embargo, es tajantemente negado por personas vinculadas a esta compañía.

Acusan que Alto Maipo habría retirado millonarios montos “para cubrir su déficit de liquidez”. Originalmente se calculaba que la hidroeléctrica estaría lista en 2013 y costaría unos US$ 1.000 millones. Hoy, una década después, el mercado calcula que terminará costando más de US$ 3.000 millones.

La mala relación entre Strabag y Alto Maipo tiene larga data. Desde 2012, cuando la austríaca se convirtió en una de las compañías constructoras para desarrollar los sistemas de túneles Las Lajas y Alfalfal II, han tenido encuentros y desencuentros. Pero ahora, las tensiones están en su punto más álgido (ver recuadro).

El mes pasado se sumó un nuevo capítulo a esta trama. El 15 de noviembre, luego de distintos resultados desfavorables ante los tribunales estadounidenses, Strabag acudió a la Corte Suprema de Nueva York para “prevenir un daño inmediato y grave”. La firma explicó a la justicia norteamericana que la empresa chilena, filial de AES Andes, retiró “US$ 90 millones de una carta de crédito standby a pesar de la ausencia de cualquier base contractual o legal para hacerlo”. La acción también está dirigida a Itaú Corpbanca, el banco al cual habrían llegado dichos recursos. 

La carta de crédito standby es un instrumento que funciona como garantía para respaldar el fiel cumplimiento de un contrato. La firma austriaca acusa que Alto Maipo solicitó el retiro de una carta de crédito, cuyo origen iría a una “cuenta de desembolsos” de Itaú en lugar de una “cuenta de ingresos del seguro e indemnización”.

Esto, señalan, los perjudica porque le entrega a Alto Maipo “mayor libertad para utilizar los ingresos para pagar gastos operativos y financiar su déficit de liquidez”. La petición fue ingresada ante la Corte Suprema de Nueva York por Stephen G. Rinehart, socio del estudio jurídico Troutman Pepper, uno de los más influyentes de Estados Unidos.

Por esto, la multinacional austriaca solicitó que el tribunal estadounidense interfiriera y congelara los fondos.

El origen: colapsos en los túneles

Para entender esta disputa hay que retroceder un año. En noviembre de 2022, en el contexto de los testeos finales del proyecto, Alto Maipo encontró desprendimientos y colapsos a lo largo del túnel Las Lajas, uno de los más importantes en su operación. Producto de este incidente, se vieron forzados a cerrar operaciones en dicha unidad. Ese mismo mes la firma, junto con Strabag (la empresa dedicada a construirlo), descubrió un derrumbe de aproximadamente 42 metros de longitud en dicho lugar.

“Alto Maipo detuvo todas las operaciones y comenzó a desaguar los túneles, ya que ya no era seguro operar. A partir del 30 de diciembre de 2022, se cerró todo el proyecto”, declaró -por escrito- Norberto Corredor, gerente general de Alto Maipo, ante la Suprema de Nueva York. Dicha contestación se presentó una semana después de las acciones iniciadas por Strabag.

“Strabag todavía tiene que completar su investigación sobre las causas de los fallos, pero hay numerosos indicios de que los túneles diseñados y construidos por ellos no estaban suficientemente soportados. Hay señales convincentes de que Strabag no realizó su trabajo de diseño y/o construcción de acuerdo con los requisitos y especificaciones contractuales, que incluyen la entrega de un complejo de túneles apto para el propósito previsto de funcionar de forma segura y fiable durante 50 años de vida útil de diseño”, añadió el ejecutivo.

En concreto, el 15 de febrero de 2023 la firma austriaca se enteró de un intento de retiro de US$ 16,5 millones por parte de la empresa hidroeléctrica. Actuaron rápido. Al día siguiente iniciaron un procedimiento de arbitraje de emergencia contra Alto Maipo ante la Cámara de Comercio Internacional (ICC, por sus siglas en inglés) para que se ordenara a su contraparte retirar su operación y se le prohibiera “realizar cualquier otra solicitud hasta que se dictara un laudo arbitral definitivo”, se lee de la declaración de Mario Theurl, gerente general de Strabag SpA.

Ese mismo día Strabag inició otro proceso, esta vez en la justicia de Nueva York, contra el banco francés Crédit Agricole, institución que había gestionado la carta de crédito. En dicha acción solicitaron una orden que les impidiera “atender la solicitud de retiro realizada por Alto Maipo”. En noviembre pasado, luego de una serie de instancias, la firma austriaca no tuvo suerte. El tribunal le dio la razón a la hidroeléctrica chilena.

Posterior al rechazo, Alto Maipo comenzó las gestiones para conseguir los fondos de la carta de crédito. Norberto Corredor entregó más detalles en su declaración ante el máximo tribunal de NY: el 9 de noviembre pasado él se contactó con Thibault Berger y Frederic Bambuck, altos ejecutivos de Crédit Agricole, para solicitar que el giro del 15 de febrero fuera honrado y financiado “a la luz de la decisión y orden (de los tribunales)”. Esa misma jornada realizó otra operación. Solicitó los restantes US$ 74 millones que estaban en la nota de crédito. ¿Por qué? Porque era el monto máximo que podían cobrar, producto de las multas devengadas a Strabag.

Cuatro días después Alto Maipo tuvo luz verde: se enteraron de que Crédit Agricole había transferido a la cuenta corporativa la totalidad de los fondos solicitados. Hoy, esos US$ 90 millones siguen en la cuenta bancaria del Itaú de forma íntegra y “sin ningún uso”, explica una persona al tanto.

“Se descubrió el cuarto derrumbe y hay potencialmente muchos más”

El inicio del arbitraje de emergencia del 16 de febrero por parte de Strabag no fue el primer acercamiento a la Cámara de Comercio Internacional. Un día antes ya lo había hecho Alto Maipo, que solicitó reparaciones contra Strabag en relación a sus presuntos incumplimientos contractuales.

Ese arbitraje sigue activo, acumula miles de páginas de antecedentes, y busca una reparación económica por supuestas negligencias cometidas por Strabag.

Norberto Corredor explicó ante la Suprema que para Alto Maipo era “crítico” tener acceso a los fondos de la carta de crédito: “La necesidad de éstos se ha exacerbado por la negativa de Strabag a investigar y reparar oportunamente todas las fallas y derrumbes importantes del túnel que precipitaron esta disputa”.

Además, informó que “los trabajos de reparación e investigación de Strabag tras el descubrimiento de los derrumbes de los túneles han sido lentos, inadecuados y no han cumplido con las obligaciones contractuales”. También que, a un año del descubrimiento del primer derrumbe, se han gatillado otros eventos. “Se descubrió recientemente el cuarto derrumbe y hay potencialmente muchos más”, señaló el gerente general.

“A pesar de supuestamente haber estado investigando los derrumbes del túnel desde diciembre de 2022, Strabag proporcionó a Alto Maipo el 2 de agosto de 2023 un ‘borrador’ incompleto y no concluyente de un análisis de causa raíz relacionado sólo con el primer derrumbe, que no proporciona ningún análisis real, conclusión, o identificación de ninguna causa potencial”, añadió Corredor.

Hoy, a más de 15 años del anuncio del proyecto, Alto Maipo sigue con obstáculos en el camino: hace casi 20 meses salieron de su proceso de reestructuración en Delaware y enfrentan una serie de colapsos que amenazan su puesta en marcha en el mediano plazo. “A día de hoy, el proyecto sigue cerrado, nunca se ha sometido a pruebas completas y no se ha reparado”, confesó su gerente general ante la justicia de Estados Unidos. Si todo sale bien, octubre de 2024 sería la fecha para debutar oficialmente. Al menos eso es lo que le informaron -en septiembre- al Coordinador Eléctrico Nacional. Sin embargo, conocedores afirman que, lo más probable, sigan encontrando colapsos al interior de los túneles que continuarán aplazando su apertura. Todo está por verse.


Una historia de conflictos

La relación entre Strabag y Alto Maipo comenzó en 2012, cuando la firma austriaca firmó un contrato para construir el sistema de túneles de Las Lajas y Alfalfal II. Desde el comienzo empezaron los problemas. Strabag acusó que durante los tres o cuatro años iniciales del proyecto sufrió “retrasos significativos y sobrecostes principalmente debido a la mala gestión del contrato por parte de Alto Maipo y al hecho de que las condiciones existentes del terreno eran mucho peores de lo que se representó en el momento de la licitación”.

Según la firma austriaca, Alto Maipo se negó a emitir un pago adicional porque AES Gener S.A. (actualmente, AES Andes S.A., la empresa matriz de Alto Maipo) “mantenía a Alto Maipo descapitalizada”.

En 2017 surgió otro problema: Alto Maipo se enfrentó a Constructora Nuevo Maipo (CNM), otra de las firmas dedicadas a construir el sistema de túneles del proyecto. CNM alegó que no existían las condiciones necesarias para seguir el trabajo. En junio Alto Maipo ”retiró por completo US$ 73 millones de las cartas de crédito/garantías bancarias de CNM e inició un arbitraje en el ICC contra CNM”, añade la compañía austriaca.

Ya en julio de 2017 Strabag se enteró de que la situación de Alto Maipo estaba al borde del colapso financiero. “Como Strabag llegaría a saber, la insolvencia de Alto Maipo se derivaba del hecho de que Alto Maipo entró en impago técnico de sus préstamos preferentes debido a su decisión de rescindir CNM”.

No sólo eso. Alto Maipo también acusó a Strabag de causar meses de retrasos y amenazó con ponerlos en mora y retirar la totalidad de las cartas de crédito por US$ 167 millones.

“Alto Maipo obligó a Strabag a financiar su propio trabajo en beneficio de Alto Maipo y puso a Strabag en riesgo de perder cientos de millones de dólares. A medida que se fueron conociendo los detalles de las dificultades financieras de Alto Maipo, Strabag exigió, en múltiples ocasiones, que Alto Maipo proporcionara garantías adecuadas de su capacidad para cumplir con sus obligaciones de pago en virtud del contrato. A pesar de que Strabag continuó realizando su trabajo, Alto Maipo se negó a proporcionar garantías financieras”, se lee de la alegación de la firma austríaca.

Para mantener a flote el proyecto Strabag “aceptó aportar una garantía de cumplimiento de US$ 200 millones”. Luego de eso, explica la compañía austriaca, existió un periodo de “luna de miel” entre ambos actores. Pero rápidamente la relación se volvió a quebrar. En 2021 Alto Maipo solicitó protección por quiebra ante los tribunales de Delaware y en ese contexto se rebajó la garantía a US$ 90 millones.

Hoy, todos esos fondos están en las cuentas de Alto Maipo.

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