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Interlocking: el turno de Juan Hurtado Vicuña
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Era abril de 2014 cuando Leonidas Vial recomendó el nombre de Juan Hurtado Vicuña (74) para reemplazarlo en el directorio de LarrainVial, en pleno Caso Cascadas. Las AFP presionaron la salida del socio de la empresa ligada a la familia Larraín Cruzat, y fue el mismo Vial quien propuso alguien de su confianza para ese puesto: Hurtado, por su trayectoria empresarial -socio y director de Consorcio y de Entel, entre otras-, daba garantías suficientes al mercado.
Casi ocho años más tarde, aquella decisión le estaría costando cara al empresario. El martes 4 de enero la Fiscalía Nacional Económica (FNE) presentó un requerimiento contra Juan Hurtado Vicuña, Consorcio y LarraínVial por participación simultánea de un director en empresas competidoras, figura conocida como interlocking. Además, pidió al TDLC que aplique multas por $ 162 millones a Hurtado, de $ 1.287 millones a Consorcio Financiero y de $ 1.852 millones a LarraínVial.
Conocedores del caso cuentan que cuando la semana pasada la fiscalía acusó a Hernán Büchi -por su rol como director de Consorcio, Falabella y Banco de Chile-, Juan Hurtado supo que la entidad encabezada por Ricardo Riesco seguiría con él. Así, tras celebrar el Año Nuevo con su familia en su segunda vivienda en la V Región, llegó a Santiago para analizar el asunto junto a su abogado Cristóbal Eyzaguirre, quien también es asesor legal de Consorcio. Personas de su entorno lo describen como alguien “a prueba de balas” y que por estos días ha estado de cabeza estudiando la acusación de la entidad fiscalizadora junto a su círculo de confianza.
En la acción, la FNE acusa que Hurtado fue director en ambas empresas (Consorcio y LarrainVial, la defensa de esta última está en manos del estudio Pellegrini y Rencoret) que compiten entre sí en la prestación de servicios de intermediación de valores y otros servicios ofrecidos por corredoras de bolsa. Agrega que la participación de Hurtado se inició con anterioridad a la entrada en vigencia de la prohibición (febrero de 2017), se mantuvo en el período transitorio que la ley otorgó para dar cumplimiento a la misma y terminó en abril del 2019, con su renuncia al directorio de LarrainVial.
De inmediato, el 4 de enero Consorcio respondió con una declaración de prensa, que según cuenta una de las personas que participó en la preparación, fue especialmente dura contre el fiscal nacional económico, Ricardo Riesco (quien no firma el requerimiento por declarar tener incompatibilidad en el caso): “Llama especialmente la atención que la FNE formule este requerimiento, cuando dicha institución, así como los principales expertos en la materia (lo que incluye a algunas de las más altas autoridades actuales de la FNE), han sostenido, uniformemente, que el interlocking indirecto no está sancionado por el artículo 3, inciso segundo, letra d, del DL 211”.
Le reprochan a la autoridad el no haber dado señales previas, y, en vez de ello, llegar con la sanción.
Raíces y estilo
Juan José es su nombre completo y es el cuarto de los seis hijos que tuvo María Vicuña con el empresario de la construcción Ignacio Hurtado -sus hermanos son Pedro, José Ignacio, Nicolás, María Mercedes y María Victoria- y su historia en el mundo empresarial partió hace casi 50 años, con la venta de campos en el sur. Hoy tienen presencia en diversos mercados como telefonía, cobre, vinos, inmobiliario, materiales de construcción y seguros.
El ingeniero civil de la Universidad de Chile es la cara más conocida de la familia y a fines de los años ‘70 se hizo socio de Manuel Cruzat en Forestal S.A., que llegó a controlar un centenar de empresas y activos. Según sus cercanos, ese es el punto de partida de todo. “Ese tiempo fue formando su estilo para hacer negocios que se mantiene hasta hoy, y que se caracteriza por la intuición, las decisiones rápidas y el buen olfato”, cuenta un amigo. Y añade: “Creció en una familia acomodada, pero la fortuna la armó él e integró a sus hermanos”.
“Compra barato y vende caro”, asegura alguien que lo ha visto hacer negocios. Por ejemplo, entró con cerca de US$ 200 mil a Forestal en aquellos años, y vendió su 10% en US$ 4 millones, en la antesala de la crisis de los años ‘80. Los hermanos siguieron juntos comprando participación de Copec, posteriormente adquirieron Chilquinta -su plataforma para la toma de control de Entel, junto a las familias Matte y Fernández León-, y luego Pucobre.
“Cuando quiere una empresa, va tras ella hasta lograrlo”, apuntan de su entorno. En ese sentido varios destacan que en 2005, cuando llegó al control de Entel, viajó él mismo a Italia para conseguir que los dueños de Itelcom -quienes tenían el poder de la firma de telecomunicaciones- le vendieran su parte. Y lo logró: fueron US$ 934 millones los que desembolsaron los chilenos por el 54,76% de la empresa.
Eso, en todo caso, explican de su entorno, ocurre en momentos estratégicos, cuando hay que dar el golpe final. Hurtado no es de aquellos que se involucra en el detalle del negocio, sino que su estrategia es buscar a los mejores asesores para rodearse: algunos de ellos son Patricio Parodi -gerente general de Consorcio-, los hermanos Marcos, Richard, Antonio y Hernán Büchi Buc (con este último fueron compañeros en Civil en la Chile), entre otros. “Es obsesivo con la inteligencia. Busca personas destacadas intelectualmente y a ellos encarga las ideas y oportunidades que ve. Es muy admirador de los Büchi”, relatan de su círculo. Cuando conoce a alguien que lo sorprende en ese sentido -revela una persona que lo conoce-, Hurtado suele repetir la misma frase: “este tipo es de verdad”. Entre sus cercanos están León Vial, Bernardo Matte y Luis Felipe Gazitúa, actual presidente de CMPC.
Felipe Silva es el ejecutivo que está a cargo de Lota Green, matriz a través de la que controla sus negocios; y su abogado de confianza es Alfredo Alcaíno.
Y, de todas las empresas en las que participa, señalan que son Consorcio y Entel, de sus preferidas. En la firma de telecomunicaciones, que controla a través de la sociedad El Almendral con los Matte y Fernández León, dicen que “despliega toda su faceta de ingeniero. Le apasiona la tecnología y lo que está haciendo en la compañía, el desafío del 5G y la fibra óptica”.
Sibarita y coleccionista de arte
De Juan Hurtado se sabe poco. Reacio a las apariciones en la prensa -habla únicamente para las juntas de accionistas-, cuentan que es una persona de pocos amigos, pero que por su faceta sibarita suele tener invitados a comer a su casa en el Cerro San Luis. Ahí, junto a su mujer Isabel Edwards (hija de Agustín Edwards). suele ofrecer platos elaborados por el chef belga que trabaja en su residencia. Cuando viaja, elige con pinzas dónde ir y conoce al detalle la oferta gastronómica de diversas ciudades. Un amigo cuenta que en una oportunidad en Londres llegó a un lugar que por fuera no tenía ni letreros. Era un restaurant al que solo se accedía con un dato. Al tocar el timbre, salieron los mozos y chefs a saludar efusivamente a su cliente chileno.
También en la capital inglesa suele visitar las calles de galerías de arte. Su preferida, Bond Street, donde los vendedores de cuadros también ya saben quién es. Los que lo conocen aseguran que es un destacado coleccionista de arte y conocedor de esta materia. También, de objetos. “Es un gran comprador y tiene muy buen ojo. Le gustan los muebles antiguos, la porcelana, cajas de rapé, esculturas”, detalla una persona de su entorno, quien añade que sus hijas heredaron esa veta, mientras que algunos de sus hijos -son cinco en total- sacaron su lado más tecnológico. De hecho, dos de ellos son socios de startups conocidas en el ecosistema emprendedor.
Su turno
Dicen que siempre está mirando nuevos desafíos, y que pese a que en general ha acertado, hay fracasos. Uno de ellos ocurrió a mediados de los 2000, cuando quiso incursionar en el sector energético. Se trataba de un proyecto que consistía en la reutilización de residuos de petróleo en pozos secos, cuyas plantas estaban en Rusia y EEUU. Pero no prosperó y perdió.
En el terreno de los negocios, nadie duda que el momento más complejo ocurrió en 2014, cuando Juan Bilbao, quien era su socio en Consorcio, fue acusado por la SEC de Estados Unidos de usar información privilegiada cuando era director de la cadena de laboratorios CFR, ex Recalcine. Desde entonces la relación se cortó.
Lo que pasa ahora con la FNE, revelan de su círculo, le preocupa menos que aquella crisis, pese a que en esta oportunidad es él quien está siendo investigado por supuesta vulneración al libre mercado. De todas formas, concluye un asesor, “su estilo es ir al fondo y se defenderá hasta el final”. Su argumento es que el foco del negocio de Consorcio son los seguros, y no la corredora de bolsa, a diferencia de LarrainVial. Además, insistirán en el requerimiento sería contrario a la ley. Ello porque a su parecer “intenta modificar de facto la norma, tratando de confundir el concepto de empresa con el de grupo empresarial, y con ello instaurar una prohibición al interlocking indirecto que no existe en Chile”.
Pese a la dura caparazón con que lo describen, cuentan que el 2021 fue difícil para él en lo personal. Y que por la pandemia, y otros asuntos, vivió un par de meses a fines del año pasado en Miami, Estados Unidos, periodo en el que cuentan, reflexionó sobre la importancia de la salud y la familia. Es principalmente en ello, dicen, donde destinará su tiempo y energía.