El viernes 23 de diciembre, por videollamada, el exministro Rodrigo Valdés y la economista Andrea Buttelman, se presentaron vía Zoom ante el 13º Juzgado Civil de Santiago.

Ese día tenían que explicar ante el tribunal su informe económico encargado por La Polar, que concluía que la retailer era víctima del caso de repactaciones unilaterales cometido por exejecutivos, por lo que no debía pagar una indemnización a AFP Capital, como lo estableció una sentencia de la Corte Suprema de septiembre de 2021. 

Al final de la audiencia, uno de los abogados de AFP Capital le recordó a los expertos, al juez y al abogado de La Polar, Davor Harasic, que esa audiencia no tenía mucho sentido, porque la noche anterior, a través de un hecho esencial, la firma controlada por Leonidas Vial había informado que llegó a un acuerdo con la AFP para terminar con el juicio. La sorpresa en los presentes no fue menor, cuentan quienes presenciaron ese momento. “Parece que no todos estaban enterados”, dice un testigo.  

El acuerdo entre la AFP controlada por el grupo colombiano Sura y la multitienda comenzó a inicios de noviembre. Hasta entonces, La Polar estaba convencida de que no debía pagar ni uno de los $ 22 mil millones que había calculado Capital como daño a los fondos previsionales ocasionados por el fraude de hace una década. 

Y en eso se había jugado sus cartas legales, tras siete recursos ante la Corte de Apelaciones, otras tantas objeciones en primera instancia, y hasta dos requerimientos en el Tribunal Constitucional. Todos ellos los perdió. 

Fue Alfredo Alcaíno, abogado personal de Leonidas Vial, además de director de La Polar, junto con Manuel José Vial Claro y otros abogados externos, quienes en noviembre se acercaron al gerente legal y de compliance de AFP Capital, César Soto. “Queremos negociar reservadamente”, les dijeron, y pusieron $ 2.000 millones sobre la mesa como oferta inicial. El rechazo de la AFP fue inmediato, absoluto y tajante. 

Con el pasar de las semanas y en vista de que en tribunales la estrategia de oponerse al cumplimiento no daba resultado, la oferta fue subiendo hasta que la AFP dijo que el monto no era negociable y tenía que ser lo que fijara el tribunal en base a los antecedentes ya aportados a la causa, pero lo que sí podían conversar era el plazo y la forma de pago. Hacer quebrar a La Polar, como se temió en su momento, no era beneficioso para nadie, ni siquiera para la AFP, que no iba a ver ningún peso entrar como indemnización. 

Así, recién la semana pasada se llegó al detalle -tras la aprobación del controlador en Bogotá-, y en vísperas de Navidad lo dieron a conocer al mercado: “el monto a ser indemnizado será la cantidad única y total que se determine judicialmente por el Tribunal, sin considerar las costas”. 

El primer pago se realizará el 30 de diciembre y será por $ 500 millones, mientras que el saldo se pagará en su totalidad en hasta 15 años, con un interés de UF + 0,3% además de una serie de pagos anticipados asociados a la disponibilidad de caja de la retailer. 

Con ello, una vez pagados los primeros $ 500 millones, AFP Capital levantará el embargo sobre las oficinas de La Polar, su marca y una serie de bienes. Pese a ello, se generará una hipoteca sobre las oficinas centrales de la multitienda a favor de Capital. 

Quienes conocieron detalles del acuerdo indican que fueron clave dos presiones que recibieron. Por una parte la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) requirió saber cómo pagarían esta sentencia a firme de la Corte Suprema y cómo consignarían esa deuda en sus estados financieros. Pero además los auditores de la multitienda se habían mostrado expectantes del desenlace, sobre todo porque la firma había dicho a los trabajadores y al mercado que si se les forzaba a pagar todo de una sola vez, se podía poner en riesgo la sostenibilidad de la empresa. 

A esto hay que sumar, dicen fuentes conocedoras, que las acusaciones de vender ropa falsificada por parte de las marcas Adidas y Under Armour, generó una presión adicional a la retailer, y al momento de priorizar qué pelea dar, se inclinaron por la de las falsificaciones, porque afectaba el corazón del negocio. Por eso han desplegado una intensa batalla judicial y comunicacional para desacreditar dichas acusaciones. 

Todavía falta por saber el monto final que determinará el tribunal como indemnización, cuánto de eso deberá pagar La Polar y cuánto los otros ejecutivos de la retailer, también condenados por la Corte Suprema a indemnizar a los afiliados de Capital en 2011.