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La demanda de ALTO contra un ex ejecutivo por competencia desleal
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Una historia de competencia desleal. ALTO, la empresa fundada por Jorge Nazer, y que hoy está presente en Chile, México y Estados Unidos, demandó a un exejecutivo por haber creado una plataforma, acusa, idéntica a la de ellos y mientras todavía trabaja en la empresa.
Según una de las versiones, la demanda incluye hasta el supuesto robo de una base de datos y llamadas a clientes para levantarlos. La historia, reconstruida a partir del expediente judicial alojado en el 14º Juzgado Civil de Santiago, es así:
ALTO, representada por el abogado Rodrigo Cuchacovich, explicó que Agustín Ewertz fue contratado en enero de 2017 como jefe de Proyectos de Estudios. Su misión era liderar el desarrollo y comercialización de una plataforma tecnológica de chequeo de datos personales que, en ese entonces, estaba en etapa de diseño por parte de ALTO.
“Ese proyecto pretendía desarrollar un sistema informático destinado a recopilar y analizar antecedentes públicos de las personas a efectos de generar un informe integrado que pudiera ayudar en la toma de decisiones en las empresas”, explica la demanda.
El sistema chequea antecedentes penales, listas internacionales de prohibición de contratación y determina la existencia de conflictos de interés y de Personas Políticamente Expuestas (PPE). Así, el servicio permite a las empresas realizar un proceso de “due diligence” para la contratación de servicios de terceros o contrataciones de personal.
Más tarde, y con una inversión superior a los $ 450 millones, dicha plataforma se llamaría ALTO Checks, que actualmente está funcionando y operativa en el mercado.
La relación laboral entre ALTO y Ewertz terminó el 31 de mayo de 2021, cuando el ejecutivo fue despedido “por necesidades de la empresa”.
Y aquí viene el meollo del asunto. “Dentro de los últimos meses del año 2021, y luego de la terminación de la relación laboral entre ALTO y el Sr. Ewertz, los demandantes tomaron conocimiento de que se estaba comercializando a través de la página web denominada www.whoapp.cl un informe prácticamente idéntico al que comercializaba la demandante ALTO Checks, filial de ALTO, a través de la plataforma www.altochecks.com”.
Ambas plataformas, según la demanda, desarrollan el mismo modelo de negocios y ofrecen productos que utilizan la información pública disponible para generar reportes de riesgos empresariales sobre personas determinadas.
“Así, ambas plataformas tienen un sistema de verificación de identidad; de chequeo de información de tramitación de juicios penales y de multas de tránsito; ambos sistemas ponen el énfasis en la posibilidad de que los propios clientes configuren los reportes que entregan las plataformas de acuerdo con sus necesidades particulares; y ambos sistemas utilizan la información pública disponible en las mismas o similares bases de datos, como la página del Poder Judicial en Chile y fuentes de información internacionales como las bases de datos públicas de la DEA, FBI, ONU e Interpol, entre otras”, explican.
Las indagaciones determinaron que el registro del sitio web de Ewertz fue en abril de 2021, es decir, mientras aún era empleado de ALTO, pero además, que las sociedades también las creó mientras era ejecutivo de la firma.
Y uno de los elementos más graves, según la demanda, es que Ewertz pocos días antes de la terminación de su contrato de trabajo, “así como el día de su despido y con posterioridad al término de su relación laboral con ALTO”, ingresó a la plataforma CRM Pipedrive contratada por ALTO, en la cual se maneja “la información confidencial de todos sus clientes y potenciales clientes, y procedió a sustraer datos comerciales con ánimo de apoderarse de ellos y usarlos indebidamente”.
El 17 de mayo de 2021, según registros de ALTO, Ewerz sustrajo más de 10.000 “deals” o paquetes de información comercial correspondientes a clientes actuales o potenciales de ALTO y ALTO Checks. Y el mismo 31 de mayo, cuando fue desvinculado de ALTO, descargó otros 5.323 “deals”.
“Esta parte hace expresa reserva de su derecho a deducir las acciones penales correspondientes en contra del Sr. Ewertz por estos hechos”, recalca la demanda.
Y concluyen: “La deslealtad en el actuar del Sr. Ewertz es clara, ya que se aprovechó de su cargo en ALTO y la información confidencial a que tuvo acceso para desarrollar -durante la relación laboral- un producto idéntico al de su empleador, pero sin efectuar la millonaria inversión que realizó ALTO y sus sociedades filiales en el estudio y desarrollo de esta plataforma”.
Pero como en toda historia, existe la versión de la otra parte. Y Ewertz, representado por el abogado Bruno Romo, descartó uno por uno los hechos.
Parte diciendo que nunca existió una cláusula de no competir suscrita entre las partes que tuviera efectos una vez terminada la relación laboral. El contrato que tenía lo forzaba a no competir comercialmente mientras fuera empleado, no después. Lo que en la industria se conoce como non compete, y que regula lo que pase después de una desvinculación, aquí no existía.
“Tampoco existe ninguna conducta desleal de nuestro representado que tenga como finalidad el desvío ilegítimo de clientela de ALTO Checks, sino que únicamente han hecho efectivo el ejercicio legítimo del derecho de emprender y competir lealmente en el mercado de una filial del exempleador del Sr. Ewertz, situación que, de forma unánime, ha sido protegida por nuestra jurisprudencia”.
La contestación reconoce que Ewertz mientras estaba contratado por ALTO, creó paralelamente una plataforma que “ayudaba a detectar el parentesco entre grupos de personas, hasta cuarto grado de afinidad o consanguinidad, principalmente enfocado en compliance”.
Pero hay un gran pero.
“Esta plataforma contó con el conocimiento y aprobación de su empleador. En efecto, Juan Cristóbal Palacios, gerente general de ALTO en ese momento, tenía pleno conocimiento de este proyecto y validó que no interfería con ningún producto de la empresa. A tal punto fue el conocimiento y aceptación de esta plataforma, que en el año 2020 se mantuvieron conversaciones con Cristián López, Chief Product Officer & ALTO USA CEO, y Alejandra Mardones, CEO ALTO LATAM/COO, para que el producto fuera comercializado por ALTO. Por lo anterior, se generó una propuesta de MOU y se ofrecieron dichos servicios por la plataforma de ALTO”, negocio que finalmente no se habría concretado.
Es ese desarrollo inicial del negocio lo que justifica la compra del dominio web de WHO, sin perjuicio de que no se utilizó hasta terminada la relación laboral.
Y fue en los primeros días de mayo de 2021 cuando su jefe directo en ese momento le plantea a Ewertz la intención de lograr una salida conversada de la compañía, lo que no se logró y el 16 de ese mes le avisan que será despedido a finales del mismo.
“En dichas negociaciones tampoco se planteó la posibilidad de que las partes pactaran una cláusula de no competencia para que operara inmediatamente una vez terminada la relación laboral”, recalca la demanda.
Cuando la salida de Ewertz era un hecho por decisión de su empleador, “nuestro representado no se podía quedar de brazos cruzados y constituyó las sociedades LINK-IT GROUP SpA (administradora) y WHO SpA (operativa), como alternativa de emprendimiento una vez se terminara el vínculo laboral con ALTO”, lo que ocurrió efectivamente durante mayo, cuando era empleado, pero una vez que el despido ya estaba confirmado.
Recién el 22 de junio de 2021 se subió la plataforma donde se prestan los servicios a través del portal www.whoapp.cl.
“El derecho del Sr. Ewertz de constituir una sociedad para competir en el mercado de ALTO Checks se encuentra plenamente amparado por el Derecho. Una interpretación diferente caería en el absurdo de marginar del mercado, y limitar el desarrollo profesional, de todas aquellas personas que han desempeñado cargos de cierta relevancia en una empresa, lo que limitaría artificialmente la libertad de trabajo y la competencia entre las empresas, imposibilitando la adquisición de capital humano para el desarrollo de nuevos y mejores proyectos”, destaca la contestación.
Y sobre el supuesto robo de información, Ewertz le baja la gravedad.
“No se trata de información comercial esencial o sensible para el desarrollo de la compañía, sino que se trata de un listado no verificado de contactos de potenciales clientes, una especie de libro rojo de directorio de empresas y ejecutivos que es posible comprar libremente”. Y adjunta un link al Libro Rojo Directorio Empresas y Ejecutivos en Excel 2022, que cuesta $ 139.990.
Desde mediados de julio que la causa fue admitida a prueba, pero no hay movimientos, ni citaciones aún, ni tampoco una verdad judicial que clarifique la disputa.