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La pista que siguió La Polar en Pakistán: videollamadas, correos y telefonazos
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Había pasado casi un mes desde que Carabineros allanó tiendas de La Polar en busca de ropa falsificada, lo que abrió un profundo escándalo y querellas de ida y de vuelta. Era 20 de diciembre, y desde la oficina de abogados chilena Albagli Zaliasnik (AZ) le escribían un correo al estudio Bhandari Naqvi Riaz (BNR), con sede en el número 15 de la calle Zafar Ali, en Lahore, Pakistán.
El correo decía que desde Chile solicitaban apoyo “para un cliente no identificado” que había sido implicado en varias investigaciones de falsificación y denuncias presentadas en relación con ropa de Adidas y Under Armour.
BNR no es desconocido en el mundo legal chileno. Fue, por ejemplo, parte del equipo legal que defendió el proyecto minero en Pakistan de Antofagasta Minerals, Tethyan Copper, y que terminó con el grupo Luksic saliendo del país a cambio de una indemnización. Allí, fue el socio líder del estudio, Feisal Hussain Naqvi, quien se encargó de la arista local del episodio. Ese mismo abogado luego tendrá un rol importante en el caso de La Polar en tierras asiáticas.
24 horas después del primer correo, el 21 de diciembre, el socio de AZ, Roberto Gassmann, sostuvo una videollamada con un equipo del estudio paquistaní: la conversación se llevó a cabo en inglés, y fue en esa comunicación que Gassmann -experto en litigio penal y de alta complejidad- les contó que el cliente era La Polar.
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Según un informe de seis páginas que envió BNR -al que DF MAS tuvo acceso, donde se detalla lo que el abogado chileno les dijo a sus pares pakistaníes-, los primeros antecedentes entregados apuntan a que La Polar había comprado productos identificados con las marcas comerciales de Adidas y Under Armour, supuestamente fabricados por Masood Textile Mills Limited y Style Textile Limited, ambas con dirección en Pakistán, la primera con sede en Faisalabad y la otra en Lahore.
A esas fábricas, la multitienda chilena controlada por Leonidas Vial llegó luego de comprarle a una sociedad en Panamá llamada Global Brands, que a su vez los adquirió de una entidad con sede en Pakistán, de nombre GM Garments. Según La Polar, esta última afirmó que los bienes eran auténticos y que se habían vendido de conformidad con el permiso otorgado a ambas fábricas paquistaníes por las propias marcas. Es más, GM Garments también proporcionó documentación completa que confirmaba la compra de los bienes.
“Cuando La Polar puso los bienes a la venta en sus tiendas en Chile, Adidas y Under Armour presentaron denuncias alegando que los bienes eran falsificados. La Polar estaba convencida de que los bienes eran auténticos y quería emprender una acción en la que Masood Textile Mills y Style Textile confirmaran la autenticidad de los bienes y que se habían vendido legalmente sobre la base de los permisos otorgados por Adidas y Under Armour”, se lee en el reporte confidencial.
Mustafa: “No sé nada sobre La Polar”
Cuando terminó esa videollamada, Gassmann envió una serie de documentos a los abogados de Pakistán. El 23 de diciembre, y por correo, BNR mandó una carta de compromiso preliminar y sus tarifas por hora. El 27 de diciembre, Albagli Zaliasnik confirmó: “La Polar desea avanzar con BNR”.
Al día siguiente, el 28 de diciembre hubo otra videollamada. Ya contratados, el abogado de La Polar les dijo que el objetivo principal de La Polar era iniciar procedimientos en Pakistán que obligaran a las fábricas a reconocer que los bienes vendidos por ellos a GM Garments eran auténticos y que se habían comercializado según los permisos otorgados a ellos por Adidas y Under Armour.
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Hasta ese momento esa era la línea argumental de La Polar. Tanto así, que la empresa demandó a Under Armour y Adidas por competencia desleal.
En esa videoconferencia se decidió que BNR contactaría a GM Garments y sostendría una reunión con ellos para que se pudieran iniciar los procedimientos contra Masood Textile Mills y Style Textile.
El estudio paquistaní incluso llegó a preparar un borrador de queja contra Masood y lo envió a AZ a través de un correo electrónico con fecha del 3 de enero de 2023. Además, les pidió ponerlos en contacto con un representante de GM Garments.
El 6 de enero llegó un nombre. Ghulam Mustafa era el contacto de La Polar con GM Garments. La idea era que los procedimientos contra las fábricas vinieran desde él, porque era el intermediario directo.
Tres días estuvo el estudio de abogados intentando contactarse con Mustafa, sin éxito. El 10 de enero lo intentaron por correo electrónico. La respuesta de Mustafa los dejó atónitos. “No sé nada sobre La Polar”. La réplica se reenvió a Chile con urgencia.
El 13 de enero, con la duda ya instalada, tuvieron una nueva videollamada. Allí, los abogados chilenos le dijeron que en una de sus demandas civiles, Under Armour había proporcionado más documentación que desacreditaba los documentos presentados por GM Garments, pero Global Brands seguía insistiendo en que los documentos eran auténticos. De hecho, Global Brands prometió que “se había puesto en contacto con el Sr. Ghulam Mustafa y éste hablaría pronto con La Polar”.
Por correo electrónico, el 19 de enero desde Chile le informaron al estudio de Pakistán que habían contactado con Haider Ghulam, CEO de GM Garments, y Sarwar Ghulam, director de GM Garments. “AZ informó además a BNR que los dos individuos habían manifestado su intención de cooperar con La Polar para obtener la documentación relevante de Masood Textile Mills y Style Textile. Es decir, sus contratos con Adidas y Under Armour que permiten vender sus productos”.
Las facturas falsas
Entonces aparece el socio principal del estudio de abogados en escena, Feisal Naqvi, quien habló con Haider Ghulam por teléfono el 24 de enero. Durante esa conversación, Ghulam afirmó lo siguiente: GM Garments nunca vendió conscientemente bienes a La Polar, nunca vendió bienes de marca a Global Brands (sólo bienes sin marca). Además, Global Brands compró los bienes de marca en cuestión a un tercero distinto de GM Garments. “GM Garments proporcionó conscientemente a Global Brands facturas falsas por los bienes de marca”, le indicó.
Además les dijo que Global Brands debía dinero a GM Garments por un envío distinto. “Global Brands estaba presionando a GM Garments para que se responsabilizara de la venta de los bienes de marca en cuestión, pero GM Garments no lo haría. Si GM Garments fuera confrontada formalmente con los documentos (en un tribunal o por un funcionario de policía), denunciaría los documentos como falsos”.
El giro en la historia era de 180 grados.
Otra videollamada, esta vez el 30 de enero. Desde Chile el abogado Gassmann insistía que en su propia investigación interna Global Brands seguía afirmando la autenticidad de los bienes: creían que GM Garments ahora afirmaba que los documentos eran falsos como maniobra para proteger a las fábricas paquistaníes, sus proveedoras.
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Recién el 23 de febrero hubo una reunión virtual con abogados de ambos países más representantes de La Polar. “El punto principal de discusión fueron las posibles acciones que podrían emprenderse contra GM Garments y contra Masood Textile Mills y Style Textile para denunciar formalmente los documentos como falsos”, se lee en el informe. Además, siguiendo con el hilo de investigación, se le pidió al estudio en Pakistán que se acercaran a las fábricas e intentaran obtener su versión para verificar la información proporcionada por Ghulam Mustafa.
El 13 de marzo, Style Textile respondió un correo. “El CEO de Style Textile confirmó que los documentos eran falsos y que no tenía nada que ver con dichos documentos”, señala el documento. Masood Textile Mills no respondió.
En Chile estaban convencidos de que habían sido engañados, por lo que tenían que desactivar la estrategia legal y llegar a acuerdos con las marcas, lo que terminó ocurriendo sorpresivamente para el mercado chileno, el pasado 4 de abril. Además debieron pedir disculparse con las marcas.
La estrategia recomendada por el estudio pakistaní
Dice el documento del estudio de Pakistán: “En vista de lo anterior, nuestra recomendación a La Polar es que inicie procedimientos legales contra GM Garments en Pakistán en relación con el fraude perpetrado por GM Garments y Global Brands”.
La estrategia que les recomendó es presentar una queja ante la Organización de Propiedad Intelectual de Pakistán (la IPO), que debe basarse “en el hecho de que GM Garments, en connivencia con Global Brands, proporcionó a La Polar productos falsificados y también falsificó las marcas Adidas y Under Armour. Style Textile y Masood Textile Mills pueden ser hechos responsables para que su versión se registre ante un foro legal”.
Por último, sugirió que aunque Ghulam Mustafa había declarado que, si era confrontado por un oficial de policía, denunciaría los documentos como falsos, cualquier acción por parte de la oficina de propiedad intelectual de Pakistán dependerá en realidad de la evidencia presentada por La Polar y los demandados.
“Incluso si GM Garments convence a la IPO de que no envió los productos o preparó los documentos falsificados, es probable que al menos afirme que Global Brands adquirió los productos de otra persona. Esa información también puede ser útil para La Polar en los procedimientos en Chile”.
La Polar el viernes pasado anunció que se querellará contra Global Brands, además de Kiki, la sociedad que le importaba la marca Wrangler y que está vinculada a Nicolás Hites y hasta el año pasado, a su padre, Andrés Hites, también accionista de Empresas Hites y exdirector.