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La vuelta al mundo del trabajador de Latam que recibió las vacunas en Santiago
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Sebastián Millar lleva 12 años trabajando en Latam. Pero este fue el más importante de todos. Por lejos.
Cuenta este técnico en comercio exterior, jefe de operaciones Terrestres de Latam Cargo, 36 años, dos hijas, que en abril su jefe le pidió que el 15 de ese mes se embarcara a Shanghái.
Además de ser la primera vez que la aerolínea nacional llegaría directo a China, a Millar le tocaría coordinar in situ el envío de aviones cargados con mascarillas, guantes, ventiladores, pruebas rápidas para testear Covid-19, medicamentos y otros elementos sanitarios para combatir la pandemia.
Sebastián habló con su esposa. Hubo preocupación, relata. Se iba al otro lado del mundo, a un país con una barrera idiomática no menor y al epicentro del coronavirus donde se conocieron los primeros casos que luego han azotado a todo el planeta. “Dos semanas”, le respondió cuando ella le preguntó cuánto tiempo se quedaría en China. “Solo dos semanas”, aseguró.
Pero Sebastián Millar estuvo casi dos meses en el gigante asiático. A su casa volvió a principios de junio.
“Obvio que estaban preocupados en mi familia, pero entendieron lo que yo estaba haciendo, y lo importante que era que esa carga llegara bien a Chile”, cuenta Millar.
Pero no solo del coronavirus estaba preocupado. Latam, la firma donde él comenzó su vida laboral -partió en el área de pasajeros antes de moverse a carga, hace ocho años-, atravesaba problemas financieros sin precedentes: deudas por US$ 3.000 millones y US$ 400 millones de costos fijos mensuales que no podía financiar al tener detenida la flota. Lo mismo que toda la industria mundial.
“En todos los aeropuertos que parábamos, se veían los aviones estacionados en la losa. Nunca había presenciado algo así”, relata. “Aunque la empresa nos mantenía al día con cómo iba avanzando ese proceso, igual uno se preocupaba. Pero lo que estábamos haciendo en China era tan grande, que nuestro foco estaba ahí”.
El 26 de mayo, Latam acudió a la Corte de Nueva York para acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, que permite reorganizarse bajo la protección de la ley. Tras un ir y venir en tribunales, con distintos inversionistas y acreedores interesados en acceder a un porcentaje de la firma, el 18 de septiembre se anunció que el financiamiento necesario para mantener a la empresa con vida por US$ 2.450 millones vendría en dos tramos.
El primero, por US$1.300 millones, integrado por Oaktree Capital Management y Knighthead Capital. Y en el tramo C, por US$1.150 millones, está compuesto por US$750 millones de Qatar Airways y los grupos Cueto y Eblen, y por US$250 millones de Knighthead Capital, además de los US$150 millones del fondo administrado por Toesca.
“Yo estaba confiado en las decisiones que estaba tomando la empresa”, dice Sebastián Millar al otro lado del teléfono.
La vuelta al mundo
Las jornadas de Sebastián en Asia eran extenuantes. Recuerda que cada uno de los primeros 25 días viajó a alguno de los aeropuertos de China donde estuvo (Shanghái, Beijing, Guangdong y Fujian) hasta Nueva Zelanda con la carga, que luego seguía a Santiago. Se bajaba en el país oceánico, despachaba el vuelo, y volvía a Asia a preparar otro embarque.
“Latam nunca había llegado directo a China, así que aprendimos cómo operaban allá. Habíamos muchas muchas aerolíneas de distintos países enviando cargamento. Nos pusieron un intérprete para poder comunicarnos con el personal de los aeropuertos. Al final nos conocíamos entre varios”, dice.
Para traer carga desde Europa, cambiaron el itinerario: desde China a Alemania. La rutina era la misma, 12 a 13 horas arriba de un avión. Cinco en tierra, y de vuelta al país asiático.
“Gracias a internet nos comunicamos con la familia, con lo que pasaba en Chile y en el mundo. Era todo impactante”, apunta.
Recibir la vacuna
Su tarea no termina ahí. Este jueves 24 de diciembre fue él quien recibió las primeras 10 mil dosis de la vacuna de BioNTech en Chile.
En las imágenes de un video subido por Presidencia, se le ve a él, con su uniforme impecable, antes de las 7 de la mañana, en la losa del aeropuerto Arturo Merino Benítez coordinando el anhelado desembarque del avión de Latam Cargo para luego ser traspasado a un furgón DHL y seguir su itinerario.
En los primeros segundos del video Millar abre la puerta del avión, se sube al montacarga, y luego desciende con las tan esperadas vacunas.
A pocos metros, el Presidente, ministros, militares y decenas de personas a cargo de la logística de la vacuna. Quizás pocos sabían ahí quién era él. Y aunque en las imágenes aparece con mascarilla, probablemente, Sebastián estaba sonriendo.