20 de febrero de 2016: Estados Unidos 67-0 Chile. 25 de febrero de 2017: Estados Unidos 57-9 Chile. 17 de febrero 2018: Estados Unidos 45-13 Chile. 02 de febrero 2019: Estados Unidos 71-8 Chile.

La historia estaba en contra de la selección chilena de rugby, conocida como Los Cóndores. Sin embargo, más de 10 mil personas llegaron al Estadio Santa Laura a apoyarlos, al mismo tiempo que una lluvia torrencial empapaba las galerías. 21-22 terminó el partido. Chile debía ganar por dos puntos en Denver, Estados Unidos para lograr el sueño del mundial. Sábado 16 de julio. Eran las 15:40 y este sueño se veía lejano, Los Cóndores caían 19-0 y pocos podían apostar por una remontada. 

Antes de partir a los camarines, los chilenos despertaron. Dos conversiones de Santiago Videla, un try -como se denomina el gol en el rugby- de Matías Garafulic y otro de Marcelo Torrealba empezaron a sembrar esperanza en los más de 300 hinchas que apoyaban en las gradas. 19-14. Una hora después, el panorama era distinto, Videla convirtió un penal y Chile por primera vez quedó arriba en el marcador. Luego llegaron más tries. 31-29. Sonó el pitazo final y comenzaron las celebraciones. Chile por primera vez en la historia estaba dentro de un Mundial de Rugby (Francia 2023).

La historia de este éxito viene de antes. Han sido años de inversión y profesionalización del deporte. En 2019 años pocos apostaban por el rugby, pero en ese entonces Michael Black, socio de SportsFi (plataforma para comercializar derechos deportivos), unió puntos: conectó a la empresa 1190 Sports (dedicada a los derechos deportivos) con el recién asumido presidente de la federación Chile Rugby, Cristián Rudloff, y migraron los derechos comerciales a una nueva empresa que pudiera recibir capital privado. Así nació Rugby Chile Management (RCM) con una inversión de US$ 300 mil.

Cuando asumió Rudloff, lo hizo con un plan en carpeta, que tenía dos aristas: una deportiva y otra comercial. La segunda empezó a desarrollarse de la mano de 1190 Sports y esto -esperaba- traería también los réditos deportivos más adelante. Crearon el primer equipo profesional de Chile, Selk’nam, y empezaron a invertir en sueldos de jugadores. 

“Nosotros le creíamos al rugby, y parte importante de este proceso parte por las ganas de la federación, la nueva gestión de profesionalizarla, vimos una oportunidad. El proyecto estaba muy en verde, pero había ganas y jugadores muy comprometidos con el proyecto. Eso fue a lo que nosotros apostamos. Siempre con el foco de clasificar al Mundial”, afirma el country manager de 1190 en Chile, Fernando Gualda. 

El primer trimestre del 2020 las cifras eran auspiciosas, incluso Los Cóndores habían entusiasmado a varias marcas, confiesa Rudloff. “Todos estaban expectantes a lo que pasaba”, dice. Sin embargo, llegó el Covid. “La estrategia comercial se fue a las pailas, porque sin eventos, sin partidos, con cuarentena y poca exposición era muy difícil convencer a las marcas de acompañarnos en el camino”, añade. Los contratos que estaban a punto de firmar se cayeron.

La federación decidió seguir el plan deportivo y desechar -por el momento- el plan comercial. “Estábamos convencidos de que con la estructura deportiva profesional, todo lo comercial se iba a poder capitalizar en el corto plazo, cuando la pandemia terminara”, afirma el presidente. 

Con la cuarentena era difícil entrenar, tuvieron que conseguir permisos especiales para hacerlo. Aquí el presidente de Chile Rugby destaca que las burbujas sanitarias no solo eran carísimas, sino que además causaban un gran estrés y angustia para los jugadores: además de estar encerrados fuera de Chile, debían hacerlo al llegar al país. En ese momento se estaban preparando para los Juegos Olímpicos en Tokio de seven -modalidad de siete jugadores, en lugar de 15- y para el preolímpico en Mónaco.

“Teníamos que inventar la plata”, recuerda Rudloff. Y ejemplifica: “Lo vimos como una startup, en que las fuentes de financiamiento tienen que generarse con infinita imaginación”. El costo anual del proceso es cercano a los US$ 3 millones. “Fueron momentos muy duros. También tuvimos demoras de los pagos de algunos auspiciadores y otras fuentes de ingreso que afectaron nuestro flujo de caja y que recién estamos logrando ordenar”.

Una de las marcas que apostó por Los Cóndores fue Peugeot, que hoy ocupa un espacio en la polera oficial. En marzo de este año, cuando aún ir al Mundial era un sueño, cerraron un contrato con la federación. “Es una historia larga, estuvimos apoyándolos algunos años anteriormente, y quisimos volver a tener esta alianza, porque nos representan y porque compartimos los mismos valores en nuestro ADN, la fuerza, la excelencia y trabajo en equipo”. afirma el CEO de la francesa en Chile, Vincent Forissier.

Al mismo tiempo, la marca deportiva Umbro -que auspicia a la selección inglesa de rugby- se unió a Los Cóndores. El jefe de marketing de esta empresa, Matías Román, afirma que “vimos una selección con un potencial competitivo indiscutible”.

“La única condición era sostener el desarrollo técnico de la categoría. La selección chilena tenía que ser tratada con los mismos estándares que la británica”, agrega. 

Ahora preparan el kit mundialista, que creen se verá impulsado por el crecimiento que proyectan en el mercado mundial de ropa de rugby. “Proyecta una tasa de crecimiento anual de 11,5% entre el 2022 y 2030”, agregan de Umbro.

Los partidos contra Canadá y Escocia -que se vieron en más de 30 países, a finales del 2021 y principios de este año- significaron ingresos por US$ 500 mil para la federación. Esta es la principal fuente de ingresos del rugby nacional.

Además, esta semana “nos han contactado alrededor de 12 grandes empresas interesadas en ser los sponsor principales, y cerca de 30 interesadas en sumarse al proyecto en otras categorías”, destaca el presidente. “El nivel de exposición, el valor percibido de quienes hoy nos están acompañando, es totalmente distinto a lo que era hace cuatro semanas”, agrega. Grandes bancos se están peleando el espacio.

Umbro, Clínica Meds, Kunstmann, Peugeot, Inversiones Latam y Sodicam son los actuales sponsors. Además, a Selknam los patrocina Traverso y Pc Factory. Según Gualda, RCM se ha valorizado en unas cuatro o cinco veces después de la clasificación, y ser auspiciador hoy cuesta al menos cinco veces más. Principalmente -según el ejecutivo-, lo que ellas buscan es asociarse a la disciplina, el respeto, la integridad y solidaridad que transmite este deporte.

1190 se encuentra vendiendo la participación que compraron durante el 2019. Aún no se ha formalizado, pero esto por el momento recaería nuevamente en la federación. Desde ahí afirman que aún no están a la venta, pero sí buscarán esta opción, que fue la que trajo los exitos -y es el mismo modelo que usa Nueva Zelanda e Inglaterra- que hoy los chilenos disfrutan.

Hoy Chile está en su mejor posición en el ranking mundial (22º), y su presidente dice que necesitan US$ 2 millones de inversión para mejorar su infraestructura. Quieren mejorar los camarines, cambiar el pasto de la cancha, construir un hotel en el CAR del Parque Mahuida y mejorar las salas de pesas. Todo para prepararse para la cita planetaria que los espera en septiembre del próximo año, donde se medirán con Japón, Samoa, Inglaterra y Argentina.

Desde la federación calculan al menos 14 mil jugadores de rugby en todas las regiones del país, y esperan que este logro los lleve a ser el segundo deporte más jugado en el territorio.

9 de julio de 2022: 

Estados Unidos 22-21 Chile

16 de julio 2022: 

Chile 31-29 Estados Unidos.

“Esa decisión que tomamos de seguir en lo deportivo con el más alto rendimiento es lo que nos permitió estar a nivel internacional y competir de igual a igual con otros países” afirma Rudloff. Esa decisión es la que los tiene comprando pasajes para Francia.