Click acá para ir directamente al contenido

Por dentro

Ministro Nicolás Grau: “El Presidente no vino a mostrar algo que no somos”

Ministro Nicolás Grau: “El Presidente no vino a mostrar algo que no somos”

Antes de arribar a Chile, el titular del Ministerio de Economía, compartió con DF MAS sus reflexiones sobre la primera gira del Presidente Boric a Canadá y a Estados Unidos, "dos socios estratégicos en términos económicos".

Por: María José López | Publicado: Sábado 11 de junio de 2022 a las 21:00
  • T+
  • T-
El miércoles en la noche, tras dos días acompañando al Presidente Gabriel Boric en su primera gira a Norteamérica, el ministro de Economía, Nicolás Grau, volvió a Chile.

“El foco siguiente de la gira era más política, y la parte más económica ya estaba hecha, hacía sentido volver”, relata el economista de la Universidad de Chile, doctorado en la Universidad de Pensilvania, desde el aeropuerto de Los Ángeles. Grau reflexiona sobre este viaje que tuvo como puntapié inicial el encuentro entre el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, y que siguió en EE.UU., con citas entre el mandatario e inversionistas estadounidenses, además de su participación en la Cumbre de las Américas.

“Es una gira muy exitosa, logramos tener reuniones con empresas importantes en Canadá y en EEUU. Canadá es el segundo país con mayores inversiones en Chile, Estados Unidos el primero, son dos socios estratégicos en términos económicos. En estos encuentros pudimos conversar de distintos asuntos y ha sido un diálogo muy franco, en el que se vio bastante entusiasmo del mundo empresarial de estos dos países tanto por el Presidente como por el futuro de Chile. Así es que yo creo que es un viaje redondo”, dice Nicolás Grau.

-Bloomberg le hizo una entrevista al principio de la gira, cuyo titular fue “Ministro de Economía chileno dice que se pueden hacer reformas sin asustar inversores”. “No es lo mismo cambio, que incertidumbre”, planteó usted ahí. ¿Vio asustados a los inversionistas?
-No. Hubo distintos momentos en el viaje, algunos en que el Presidente hizo presentaciones frente a grupos muy grandes, y otros en que me reuní yo, y no el Presidente. En ninguna de esas instancias, asustados sería la definición. En algunos casos hubo bastante entusiasmo, en otros ganas de entender qué estaba sucediendo en Chile, con preguntas sobre nuestro programa económico y temas que quedan por discutir a nivel constitucional. La posibilidad de conversar cada uno de esos temas con calma, es lo que a nosotros nos deja un balance muy positivo.
 
-¿Qué temas en concreto querían entender ellos?
-Les interesaba conocer más sobre las posibilidades de inversión aquí y cuáles eran las oportunidades de negocios que habrían asociadas a nuestra visión económica. En todo eso tuvimos una alta sintonía, porque esta idea de avanzar hacia una economía más verde, hacia un desarrollo inclusivo es algo que hace mucho sentido en ambos países. De hecho en la visita a Canadá, que combinó lo económico con lo político, nuestro discurso estaba totalmente alineado con el del primer ministro Trudeau.

-¿Usted cree que ese optimismo permee en el sector empresarial chileno? ¿La relación gobierno - empresarios se ve mejor? 
-En general mi relación con el mundo empresarial es bastante buena, fluida, y de mucha honestidad. En Chile, además de ser empresarios y empresarias, las personas tienen opiniones políticas más marcadas, está muy bien que así sea, pero eso existe menos afuera. Afuera se hace una evaluación más pragmática. Les interesa saber cuáles son sus oportunidades de negocio, cuál es la capacidad del país de solucionar sus problemas de forma institucional, siempre fortaleciendo la democracia. 

-¿Y el tema constitucional?
-En el tema constitucional, la mirada también es distinta, y la razón es muy obvia. El empresario o empresaria de afuera tiene como punto de referencia las constituciones del resto del mundo. Y  son bastante parecidas a la que está saliendo desde Chile, en el borrador ¿cierto?

-Depende con cuál se compare, en extensión al menos, la de EEUU es harto más breve.
-Claro, pero es una visión promedio. En lo económico no es una Constitución que esté a la izquierda de las constituciones del mundo. Eso es súper claro y los empresarios y empresarias lo tienen clarísimo…

-¿Se lo manifestaron así?
-Sí, y no sólo lo conversé con inversionistas y empresarios extranjeros, sino que también en todas las reuniones que he tenido en Chile con el mundo inversionista. Además es lo que dicen algunos expertos constitucionales, también depende el caso, pero cuando uno lee entrevistas como las de Javier Couso, por ejemplo, él ha dejado claro que es una Constitución promedio en cuanto a su contenido.

-Hay otros bastante críticos.
-Sí… Los empresarios chilenos es más probable que tengan como referencia la Constitución del ’80. Y si uno se compara con ella, que en general en el mundo es considerada como una más bien extrema y no promedio, es bien probable que sean más críticos. Pero hace muy bien este tipo de viajes porque permite contextualizar lo que estamos haciendo en Chile y tener una mirada un poco más lejana, con más perspectiva.
 

La sintonía con Canadá

La misión del ministro Grau en el gobierno es concretar una agenda de crecimiento inclusivo. Lo está haciendo en un momento especialmente complicado, cuando el crecimiento se está desacelerando y la inflación supera el 10%, un máximo de 28 años. Los economistas plantean una posible recesión para 2023.

-En el Informe de Política Monetaria (IPoM) presentado esta semana, el Banco Central (encabezado por Rossana Costa) anticipa una caída de la inversión de 4,8% anual.  
-En general en el mundo todas las brechas de crecimiento están a la baja y principalmente asociados a la guerra y otras fuentes de incertidumbre y Chile no es ajeno a eso. Nuestro discurso como gobierno, es que estas no son cosas que están dadas, sino que dependen de las políticas que uno haga. Y esa, es entre otras razones, el sentido de este viaje, justamente trabajar duro para aumentar la inversión. Creo que hicimos un buen trabajo para que suceda. 

-El mandatario se reunió con Amazon, Coca-Cola, Pepsi, Google, City Bank, Microsoft, y otros. ¿Alguna decisión que se haya tomado?
-El Presidente hizo una invitación a todas las empresas tecnológicas que estaban ahí a seguir invirtiendo en datacenters en Chile. El grueso de ellas ya tiene datacenters en nuestro país, y Chile se ha convertido –por políticas que vienen hace una década–, en un lugar atractivo por temas de infraestrucutura, capital humano, y también porque es cada vez más importante su capacidad de generar energías limpias. Como gobierno mostramos todas nuestras ventajas asociadas al cobre, en el futuro a Hidrógeno verde…

-¿Cuál era la impresión de los inversionistas acerca del ecosistema chileno?
-Lo que más me sorprendió es la similitud entre los problemas que existen en Canadá y Chile, y la semejanza en la forma que el primer ministro canadiense ve esos problemas con el Presidente Boric. Déjame darte un ejemplo: la importancia de que las comunidades tengan una participación en los procesos de inversión desde sus comienzos que les permita sentirse parte del proyecto y que eso haga que se atenúe la posibilidad de que estos sean impugnados cuando están en una etapa más avanzada, eso es precisamente lo que uno quiere evitar. Ese problema, que en el caso de Canadá está principalmente radicado en su relación con los pueblos originarios, en el caso de Chile también existe. Proyectos que son necesarios para el país y para el mundo… sin ir más lejos, la producción de cobre es clave para efectos de la electromovilidad a futuro. Pero también es importante que se haga bien a nivel local, que se involucre a las comunidades, que se resuelva con los mayores estándares medioambientales. Las comunidades merecen tener incidencia y es lo mejor desde el punto de vista económico: así no se bloquean proyectos en etapas más avanzadas. Tambien coincidimos en otras áreas, como cuando hablamos de los desafíos asociados a la pequeña y mediana empresa o la importancia de que las mujeres participen en igualdad de condiciones en los directorios de empresas de gran tamaño, es exactamente lo mismo que están empujando en Canadá… El nivel de sintonía fue realmente alto, y eso se expresó en, para decirlo coloquialmente, la buena onda que se vio entre los presidentes, pero es mucho más profundo que eso.

-Como la foto de la cerveza…
-Claro, pero lo que quiero señalar tiene que ver con una mirada común de aquellos temas, y otros, como la visión del control de armas, la defensa de los océanos, la igualdad de género.Todo el equipo de la gira quedó muy entusiasmado después de esa visita. En EE.UU. es distinto, porque están todos los presidentes, es un evento más grande, pero también hemos visto buena recepción del mundo económico. En EE.UU. me debo haber juntado con más de 15 empresas en bilaterales.
 

De izquierda democrática

-”Soy de izquierda democrática” planteó el Presidente frente a los empresarios de EEUU, con la intención de despejar cualquier duda de similitud con países antidemocráticos de la región, dicen los analistas políticos.
-Uno de los temas que valoró el empresariado después de los encuentros con el Presidente, es justamente su honestidad. Dijo ‘soy una persona de izquierda, de izquierda democrática, que valora la instituciones, el diálogo, y la importancia de que no hayan sorpresas. 

-¿En qué sentido?
-Tenemos una trayectoria de cambios que propusimos al país cuando ganamos la elección, y es muy importante que sea conocida, y por cierto, discutida en los espacios que corresponde, y el principal, es el parlamento. Es ahí donde hemos enfatizado en que esta es una agenda de cambios, pero con certidumbre: se comunican, se conversan, se dialogan. Parte de ese diálogo, es que algunos aspectos de los cambios sean distintos al diseño original. Una cosa que se valora mucho acá, es que el Presidente no vino a mostrar algo que no somos. Vino a demostrar lo que somos y lo que es él: una persona que siempre ha defendido los derechos humanos, cree que los cambios tiene que hacerse a través de las instituciones, y que para que estos cambios perduren deben tener la mayor amplitud posible.

-Por qué tuvo que hacer la aclaración y alejarse de países como Venezuela. ¿Había otra impresión afuera?
-No sé si estaba o no estaba esa impresión. Pero obviamente el proyecto de izquierda del que el presidente se siente parte y que yo también me siento parte, no tiene nada que ver con Venezuela.

-¿Cuál es la visión de los inversionistas extranjeros sobre la revisión de los tratados?
-Nos hicieron algunas preguntas y lo que señaló el Presidente, lo que señalé yo y que hemos dicho siempre, es que nosotros tenemos una visión pro integración del país, no solo en lo comercial, sino cultural, política, que se traduce en la firma de Escazú, en la defensa de defensa de los oceános, y que también se expresa en nuestra valorización y respeto de los tratados comerciales. Eso no significa que creamos que son perfectos, pero deben hacerse a través de los mecanismos que los mismos tratados establecen y que son de multilateralismo. Eso lo hemos dicho siempre, y es lo que estamos haciendo ahora. Pero efectivamente hubo dos preguntas relacionadas a eso, y la respuesta fue siempre la misma.

-¿Novedades del TPP11?
-Eso lo está viendo Cancillería.
 

100 días

-Se cumplen 100 días de gobierno. ¿Cuál es su análisis de estos meses?
-Chuta, no sabía eso (ríe). Siento un gran honor de ser parte de esto, y me llena de orgullo. Estoy contento además porque he podido combinar las exigencias del trabajo con la vida familiar: tengo un hijo de un año tres meses y una hija que va a cumplir 5 años, y mi esposa, y es muy importante conciliar esas dos actividades. Muchas veces en la semana llego a la hora que comen los niños, trato de acostarlos, y después trabajo de nuevo. Uno de los sustos que tenía antes de asumir, era no poder lograrlo.
Una de las cosas positivas de estos 100 días es la aprobación del salario minimo, nos dejó contentos por varias razones, por la forma en que se hizo el acuerdo con la CUT, y que lideraron el ministro de Hacienda y la ministra del Trabajo, y por otro lado con el acuerdo con las empresas de menor tamaño, con sus organizaciones, que lideramos desde Economía, y que permitió hacer un alza, la más grande en términos reales desde 1998 y al mismo tiempo hacer un subsidio inédito para las empresas de menor tamaño, para que pudieran cubrir el alza real de ese incremento. Quedamos muy contentos. 

-Desde las PYME algunos plantean temor al incremento de trabajo informal...
-No creemos que aumentará. Además, parte del problema hoy es que los salarios son bajos, y eso hace menos atractivo la formalidad.
(...) En todo caso, no quiero decir que no hemos tenido dificultades, todo el tema asociado a la violencia, los problemas de comercio ilegal que existen en el país, los problemas de seguridad en general, no solo son un problema para las personas, sino también para la economía, y por eso estamos trabajando con tanta fuerza. Fue algo que existía cuando llegamos, fue un problema heredado, pero el Presidente nos dijo que nosotros no estábamos para comentar los problemas que existían, sino, para solucionarlos.

-¿Cómo lo harán?
-Es un tema que encabeza el Ministerio del Interior, y veo un plan muy claro desde ese ministerio, que involucra procesos de corto plazo, como los operativos en el barrio Meiggs y en otros barrios, el aumento de la dotación en el corto plazo y estrategia de aumento en el largo plazo, se expresa por la apuesta del gobierno de reducir las armas que existen. Por otro lado en Economía estamos haciendo un imporante trabajo con los locatarios que se vieron afectados por el estallido social y recuperación del barrio en general, las postulaciones se abren en junio y julio, cuando eso empiece a ocurrir, permitirá rescatar ciertos espacios. La recuperación va a tomar tiempo, pero es importante que eso suceda.

-¿Cómo ve a la ministra Siches hoy?
-Yo siempre la he visto bien.

-Es público que tuvo un momento más complicado...
-Siempre la he visto con un plan muy claro de lo que hay que hacer, en un ministerio que además es muy difícil dentro del gabinete. Yo valoro mucho su trabajo.

-El gobierno partió con apoyo en encuestas alto, después bajó, sobre todo al Presidente, también la CC. Ahora va subiendo de nuevo. ¿Cuánto afectan en el trabajo estos vaivenes de popularidad?
-Lo que hay que tener claro es que todos los problemas en los que trabajamos tienen un horizonte de mediano y largo plazo, y si te quedas en los vaivenes del día a día, te termina inmovilizando. Eso sí, cuando se presentan errores, más allá de las encuestas, hay que corregir.

-Volviendo a la Constitución, ¿usted cree que el Apruebo gana?
-No corresponde que yo haga ese tipo de matices.

Las opciones que evalúa Sartor para superar su mayor incendio

Durante esta semana la administradora estuvo en el ojo del huracán luego de que la CMF suspendiera los aportes a sus fondos por 30 días. Esta es una crónica de cómo se vivió la interna del conglomerado y las tres opciones que se barajan para salir de la crisis: que los socios pongan recursos de su bolsillo, acelerar procesos de pago, o vender una parte de la cartera. Todo está en duda, pero ya hay interesados en adquirir sus activos.

Qué hace la tercera generación Briones, más allá de Cementos Bío Bío

Tras la separación de negocios que hubo entre los hijos de Hernán Briones Gorostiaga, solo dos ramas se mantienen en Cementos Bío Bío (CBB). Pero las otras tres líneas familiares -de Anita, Felipe y Loreto Briones Goich- no están ajenas al mundo de los negocios, pues la tercera generación de cada uno de estos clanes ha sido prolífica en el desarrollo de emprendimientos.

La reservada negociación con la banca que dio nueva vida a las Empresas Bauzá

En marzo de este año RaboFinance Chile, entidad ligada al banco de Países Bajos, activó una liquidación forzosa en contra de una de las compañías del grupo empresarial chileno: su unidad exportadora. Pero el 16 de octubre pasado la entidad financiera se desistió de la acción legal. Tras este acuerdo, hubo una ardua negociación con ocho bancos que se manejó alejada de los tribunales y que culminó con una reprogramación de los pasivos del grupo, por unos US$ 30 millones. Tras las tratativas tuvo un rol protagónico un nuevo director ejecutivo externo a la familia. Y si bien deberán vender algunos activos, al interior de la centenaria empresa miran el futuro con optimismo. Esta es la historia.

SIGUIENTE »
« ANTERIOR