10 conciertos que en estos días se están desarrollando de Luis Miguel en Chile, que finalizan el 6 de septiembre, dan cuenta del movido ambiente de espectáculos musicales que hay en el país. Pronto vendrán más, como José Luis Rodríguez, Franco Simone y Morrissey.

Todos estos en un escenario común: el conocido Movistar Arena, el recinto que depende de la Sociedad Concesionaria Arena Bicentenario y cuyos gestores -el Grupo Hiller como socio mayoritario y Alfredo Alonso- se anotaron la semana pasada una conquista. 

Porque el 17 de agosto quedó a firme y rubricada una resolución que el Gobierno había tomado en junio de este año, a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP). Se trata de la modificación en el contrato de concesión de dicho recinto, de modo que ésta se extendió por dos años más, hasta el 4 de septiembre de 2026. Antes de esta extensión, el plazo vencía el 3 de septiembre de 2024. 

Este acuerdo considera, por contrapartida, que la sociedad concesionaria deberá ceder el recinto a título gratuito, sin canon de arriendo ni compensaciones de ningún tipo, para la realización de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos entre el 1 de octubre y el 6 de noviembre próximos. A su vez, hay un cambio en la coparticipación con el Estado, que aumenta para el fisco, en un monto no precisado. 

Este cambio es tan reciente que aún el “Estado Techado Parque O’Higgins” aparece con llamado a licitación para 2024 en la cartera del MOP, lo que -confirman en la cartera- cambiará y se ajustarán esos plazos. “Respecto a la ampliación del plazo de la concesión Estadio Techado del Parque O’Higgins, también conocido como Movistar Arena, se debe precisar que el Instituto Nacional de Deportes, mandante de la obra, ha manifestado su interés de realizar una nueva licitación.

Por ello se está a la espera de la entrega de los antecedentes necesarios, por parte de la institución, que serán entregados el segundo semestre de 2024. En vista de lo anterior se determinó ampliar el contrato en 24 meses, lo que implica que la actual concesión finalizará el 4 de septiembre de 2026. Esta ampliación de plazos no implica pagos por parte del Estado”, dijeron desde la Direccion General de Concesiones del MOP. 

Para los concesionarios, señalan fuentes, esta extensión es un primer paso, pues mantienen su intención de lograr un plazo aún mayor, considerando la baja que vivieron en pandemia y que les afectó de manera drástica en el negocio, al no poder realizar eventos en los dos años críticos del Covid -19. 

El Movistar Arena es uno de los recintos para espectáculos más importantes de América Latina. No sin razón ha aparecido, por ejemplo, en la revista Pollstar, en los ranking que periódicamente prepara esta publicación que surgió en California en 1981 y que se dedica a la industria de conciertos y espectáculos.

En 2019 -para tomar un periodo pre pandemia-, Movistar Arena apareció en el númermo 105 del ranking de las 200 Arenas para eventos “worldwide” de Pollstar -por tickets vendidos-, sólo superada a nivel latinoamericano por cuatro recintos, tres en México (Arena Monterrey, Arena Ciudad de México y Palacio de los Deportes) y uno en San Juan de Puerto Rico (el Coliseo de Puerto Rico). Esto, considerando -dicen fuentes- que fue afectada por el estallido social y que no reportaba sus datos a Pollstar, por lo que está subrepresentada en esa medición.

En rigor, el accionista de la sociedad concesionaria del Movistar Arena es Fidelitas Entertainment SpA, que integran en 90% HLR Group, el grupo que lidera el histórico empresario Peter Hiller Hirschkron con su familia -otrora gestor de Central de Restaurantes, entre sus negocios que fueron más conocidos-, y en 10% por el publicista y músico Alfredo Alonso (de la productora Bizarro). Quien está a cargo del negocio es Daniel Hiller, director general de BeLive Group, que es el nombre de fantasía con que operan, que también incluye otros negocios.

Por ejemplo, el grupo Fidelitas Entertainment está presente desde fines de 2018 en Movistar Arena Bogotá (la sociedad se llama Colombiana de Escenarios), en sociedad con el empresario Eduardo Olea, que allá es socio de la ticketera Tuboleta. 

La historia del recinto Movistar Arena Santiago se remonta a 2002, cuando el Instituto Nacional del Deporte dio un mandato al MOP para entregar en concesión la ejecución y explotacion de un estadio techado en el Parque O’Higgins, lo que cristalizó dos años después, cuando en julio de 2004 se adjudicó esta concesión al consorcio Arena Bicentenario, que comenzó a operar el 4 de septiembre de ese mismo año. Y dos años despúes, en 2006, el grupo Hiller se hizo cargo de la explotación del complejo.

Con 44 mil metros cuadrados como área de concesión, capacidad para 12 mil espectadores (considerados en tribuna) y una altura de 50 metros a nivel de cúpula, datos internos de la concesión muestran que desde aquel año este teatro multipropósito ubicado al costado poniente del Parque O’Higgins, tuvo una historia ascendente, conforme se desarrollaba en Chile la industria del entretenimiento y los espectáculos masivos. 

En 2019, los ingresos de explotación del contrato llegaron a su mejor momento:  $7.649 millones, el equivalente a casi US$ 9 millones de hoy, según los reportes que entrega el MOP. Incluso, medido en días de ocupación, 2017 marcó el peak histórico de Movistar Arena, con 143 días de uso, y el año siguiente, 2018, marcó otro hito, en el número de eventos, con 104 en total. 

Pero luego la pandemia hizo lo suyo. Entre enero y diciembre de 2020, los ingresos de explotación del contrato cayeron a sólo $ 2.975 millones, sólo hizo 10 eventos y tuvo 15 días de ocupación en el año.

Y 2021 fue aún peor, y llegaron a $ 2.572 millones, el más bajo resultado en ingresos de explotación en 13 años, y totalmente fuera de los rangos de la última década, con 11 eventos y 40 días de ocupación. De hecho, en sus estados financieros registró pérdidas en ese ejercicio (-$1.498 millones), los que en 2022 logró revertir (+$2.539 millones como utilidad del ejercicio). 

Las últimas cifras disponibles, a mayo de este año, muestran que lleva ingresos por   $ 5.799 millones. En el desglose, el 66% provino del arriendo del domo y salones, mientras el saldo se desglosa entre el Big Sponsor (el contrato anual por exclusividad de marca con Movistar), venta de alimentación, arriendo de oficinas, entre otros.