En 2019, Nicolás Méndez, Antonio Roa y Agustín y Pablo Ruiz Tagle vieron un problema: lo difícil que era vender una propiedad en Chile. Sin más ciencia que eso, desarrollaron entonces una idea para darle liquidez a este mercado. “Y ahora que lo pienso era un sueño bien latero”, dice Méndez, CEO de Buydepa.

En pleno estallido social, Méndez se acercó a su jefe en la aseguradora Avla y renunció. “Me dijo ‘bueno, eres la única persona que está renunciando hoy día’”, recuerda. En ese entonces tenía dos hijos. Sus padres también le dijeron que no era el mejor momento para dejar un trabajo estable, “pero era un bicho que no podíamos soportar, ya estábamos lanzados y necesitábamos comprobar si esto se podía hacer o no”, explica.

En febrero del 2020 partieron el negocio, que -dice el CEO- “era muy simple: si alguien quiere vender una propiedad, nosotros se la compramos, la remodelamos y la volvemos a vender”. Ese mismo mes salieron a levantar deuda para operar y en marzo recibieron una oferta de financiamiento por UF 500.000.

Durante todo marzo pensaron si tomar o no la oferta, “porque venía con algunos requisitos, si nos iba más o menos mal se aceleraba la deuda y teníamos que salir a pagar, y era potencialmente quebrar la compañía desde un principio. Aunque era una gran noticia, la dejamos pasar”, comenta el ingeniero. A cuatro años de esa oferta, asegura que recién están llegando a ese monto de recaudación.

Seis meses después, en septiembre de 2020, lograron un acuerdo con HMC Capital y a finales de ese año levantaron cerca de US$ 220 mil en equity con el abogado tributarista Alex Fisher y el empresario Felipe Bascur.

 Propósito
Tras un año de operaciones, donde vendieron US$ 100 mil, algo cambió. “Nos dimos cuenta de que habíamos sido bien ingenuos en la identificación del problema, la dificultad que había en el mercado inmobiliario era mucho más grande, mucho mayor y mucho más desafiante. No era que la gente se demorara demasiado en vender una propiedad, era que hoy día es casi imposible acceder al sueño de la vivienda propia”, rememora Méndez.

Mirando cifras, se dieron cuenta de que en la última CASEN el 85% de las familias del país gana menos de $ 1,8 millones, “con eso te puedes comprar una vivienda de 2.500 UF, y hoy con el stock de vivienda nueva que hay en oferta, ese producto no existe. En términos reales, en la Región Metropolitana el 8% de las viviendas serían accesibles para ese 85% de las familias”, dice Méndez.

Con estos datos en la mano, le dieron un propósito a su negocio: permitir el acceso a una vivienda digna. Luego se certificaron como empresa B y modificaron el producto en materia inmobiliaria y financiera.

En temas inmobiliarios, compran un departamento y lo remodelan para dejarlo seminuevo, similar a un inmueble sin uso pero con un 30% menos de valor. También ampliaron la garantía post venta a un año.

En el ámbito financiero, “decidimos entregar financiamiento libre de interés a nuestros clientes para el pie. Les financiamos hasta un 15% de la propiedad a tasa cero UF por cinco años en cuotas mensuales”, explica el emprendedor. Y esto, agrega, no le hace sentido a algunos financistas.

Mientras habla, Méndez hace una pausa y ríe: “A medida que voy hablando y te voy contando, voy pensando que este negocio no tiene nada de startup, pareciera que no tiene nada de tecnología". 

A pesar de esto, han ido incorporando tecnología. Tienen un  sistema de valorización, se integran con el Portal Inmobiliario y TocToc y cada vez que una propiedad se publica, pasa por su API y son capaces de hacer una oferta instantánea. En cuanto a la deuda de los clientes, aseguran tener tecnología de scoring que los ha llevado a tener una cartera con 0% de morosidad.

“Yo creo que cuando decimos que no cobramos intereses me consideran imbécil, y cuando digo que no tenemos morosidad, me consideran mentiroso”, acota el CEO.

Para cerrar el 2021, levantaron US$ 1,8 millones con Ignacio Canals, Diego Fleischmann y Bryan Thornton. Este último, aseguran, ha sido fundamental para el escalamiento de la firma y ocupa un puesto en el directorio.

 Mantenerse firmes
Fue precisamente este propósito el que los privó de una inversión. A finales del 2023, en plena ronda de capital, se les acercó el gerente general de una inmobiliaria chilena con operación en otros países. Analizó el negocio y le encantó, asegura Méndez. Pero después de la presentación dijo: “Hay un punto que creo que tienen que modificar, y con eso yo invierto, si no, están haciendo puras huevadas. Tienes que cobrar interés por financiamiento, de otra manera estás perdiendo plata”

Méndez confiesa que sabía que esa pregunta podía venir, y le respondió: “Te agradezco que me hayas dicho eso, porque es imposible que lo hagamos, y si nos hubieras invertido estarías todos los días pidiéndolo”. Se mantuvieron firmes y decidieron pasar.

 Ronda de US$ 3 millones
Pero los números los acompañaron. En 2023 Buydepa vendió US$ 18 millones (150 viviendas), multiplicaron por tres las ventas del año anterior y aseguran tener un 10% de las ventas de la inmobiliaria PAZ, donde trabajan más de mil personas. Ellos son 20.

Hoy, dicen, su mayor cuello de botella es la falta de stock. Respecto de público, cuentan que son parejas jóvenes, de promedio 35 años, que entre ambos ganan entre $ 1,8 y $ 2,5 millones.

Hace unas semanas cerraron una ronda de US$ 3 millones donde entraron GP Ventures (Thornton), el family office de la familia Prieto (inversiones San Roque) y Rio Manso, de la familia Cornejo, entre otros. Sumado a esto, concretaron una línea de deuda con LarrainVial y Quest Capital, y también tienen acuerdos con BTG Pactual. En total tienen una línea de financiamiento de US$ 22 millones.

Este año, además, proyectan vender US$ 50 millones.

Dice Méndez que la clave ha sido el propósito: “Transformamos nuestra compañía, y desde ahí para adelante todo ha sido una una maravilla”.