Punto de partida
El paseo de Puerto Varas que se inspiró en Nueva York
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Un pizarrón blanco, un plumón y un listado de ideas. Los arquitectos Guillermo Andrews y Rodrigo Eterovic y el diseñador gráfico José Tomás González acababan de quedar fuera de un concurso público para desarrollar un centro antártico en Punta Arenas. Reunidos en la Casona 879 de Puerto Varas -cowork que recibe a emprendedores- decidieron entonces aprovechar la ocasión para, en vez, hacer un proyecto en la ciudad.
Entre las ideas que aparecieron esa tarde de 2017 en el pizarrón estaban, entre otras, poner basureros en la playa; mejorar la costanera y hacerla peatonal; y hacer un parque en la abandonada estación de tren, en desuso desde 1997. Un, dos, tres votaron. Ganó la tercera propuesta.
"Si bien tenemos muchos parques nacionales aquí", dice Andrews, "están todos en las afueras de la ciudad. Yo vivía en Santiago y recuerdo que llevaba a mi perro al Parque Araucano, que me quedaba cerca. Acá, en cambio, no hay parques urbanos, ni plazas donde la gente pueda pasear".
Eterovic complementa: "Puerto Varas estaba extremadamente carente de espacio público versus el avance del desarrollo inmobiliario. Y nadie se estaba haciendo cargo de ese punto. La estación estaba botada en una ubicación muy estratégica en la mira de las inmobiliarias".
Con eso en mente diseñaron un plano y armaron un anteproyecto. Se lo presentaron al alcalde Ramón Bahamonde, al intendente Harry Jurgensen y a Pedro Pablo Errázuriz, presidente de EFE. "A él (Errázuriz) le gustó mucho sobre todo porque se podría replicar en otras estaciones porque acá en el sur la mayoría están botadas: terrenos vacíos donde hay delincuencia, basura, en los veranos se ponen carpas. Son espacios que le producen mucho daño a la ciudad", dice Andrews.
Pero pasaron dos años antes de que el proyecto lograra despegar.
Primera estación: galpón y autocine
Cuando tuvieron el visto bueno de EFE, la entidad estatal debió hacer un llamado a concurso público para que otros interesados en hacer un desarrollo en el lugar presentaran sus propuestas. Nadie llegó.
El 1 de noviembre de 2019 la fundación Parque Estación firmó el contrato de arriendo con Ferrocarriles. "El acuerdo estaba hecho antes del estallido social, pero empezó nuestro contrato en este nuevo contexto que puso en manifiesto la necesidad de lo colectivo, del espacio público real", dice Eterovic.
Partieron por dividir el paño de casi 2 hectáreas en tres macrozonas: la comunitaria; el cruce peatonal que corta perpendicularmente el terreno y el área verde. Comenzaron por restaurar la primera.
En la mitad del parque se estacionaban los empleados de la empresa Australis. Los socios de la fundación se acercaron a la compañía y le propusieron cambiarle ese lugar por un antiguo estacionamiento de EFE que estaba justo frente al andén. Paso siguiente: el galpón abandonado que estaba siendo utilizado como bodega de la municipalidad. Lo limpiaron, construyeron baños y abrieron lucarnas. Entonces decidieron hacer un negocio que permitiera financiar el resto del proyecto.
Se asociaron con Enrique Damn que está a cargo de las ferias rurales de Frutillar para replicar la iniciativa en la ciudad. "Él gestiona el poryecto, nosotros ponemos mano de obra y el lugar", explica Andrews. Cada sábado los pequeños productores que no tienen acceso a vender sus hortalizas en otros lados los ofrecen en puestos que se les entregan en forma gratuita. Y hay otro sector a los que se les cobra un arriendo mensual: esos son los emprendedores locales que venden miel, plantas, panes de masa madre, chalecos, etc. Con la pandemia la feria se hizo virtual, para que las personas hagan sus encargos vía web durante la semana y los retiren los sábados.
Esto, dicen en la fundación, es solo el punto de partida. Pretenden pintar el galpón y hacerle un nuevo radier para darle uso no solo para la feria, sino poder arrendarlo a empresas para eventos durante la semana.
El lugar que había estado siendo utilizado como estacionamientos se convirtió en autocine. La idea surgió desde la sala independiente -1Cine, dirigida por Julián Fernández. Dado que las salas no estaban funcionando le propuso a Parque Estación poner una pantalla inflable de 12x9 metros con un proyector para ver las películas desde el auto con funciones que cambian semanalmente. En agosto comenzaró a operar, con capacidad para 30 automóviles.
El resto del terreno está planificado para ser parque. Por ahora están poniendo tierra vegetal y algunas flores nativas,pero la idea es que el proyecto surja desde la comunidad. "En eso nos inspiramos en el High Line de Nueva York, que es un proyecto que también surgió desde los propios vecinos", complementa Andrews.
Si bien existe una idea general de "hacia dónde va el parque", está en "etapa de recabación de información", explican, para que a través de consultas ciudadanas -ya se hizo una y se hará al menos una más- los propios puertovarinos diseñen el parque que quieren. "Se emplaza en un terreno privado (propiedad de EFE) pero es de gestión y uso ciudadano. La fundación lidera el proyecto, pero la idea es que toda la comunidad se haga partícipe", dice Eterovic.
Por ahora sólo con la cortada periódica del pasto, cuentan, comenzó a llegar la gente a pasear, hacer picnic, e incluso jugar fútbol. Por lo mismo, cuentan, van a instalar carteles del tipo "este parque lo hacemos todos", para que los vecinos lo sientan propio. "Ojalá puedan poner sus árboles, los muestren a sus hijos, para que así entre todos lo cuidemos", añade Andrews.
Segunda estación: patrimonio ferroviario
Varias de las líneas secundarias -las dos líneas principales no son parte de la iniciativa- están enterradas bajo tierra. Parte del proyecto es rescatarlas y ponerlas en valor. "Hemos ido limpiando la basura. Hacemos convocatorias por Instagram para que los vecinos lleguen con sus palas y carretillas a limpiar", dice Andrews. Con los mismos han plantado semillas nativas en el entre-línea de las vías y el próximo paso es iluminarlas desde los bordes. El objetivo es recorrer el parque completo a través de ellas.
Lo mismo con la tornamesa (donde la locomotora giraba para cambiar el sentido del viaje): estaba tapada de desechos, con electrodomésticos, botellas y mucha basura. Ahora está despejada y puede convertirse a futuro en un lugar para realizar actividades culturales, como conciertos u obras de teatro.
Última parada: Radio Parque
Cuando la fundación se juntó con -1 Cine compraron un transmisor de radio para poder conectar el audio de las películas. Eso aceleró la idea que tenían los socios de la fundación de hacer una radio comunitaria, que fuera una versión intangible del parque. Por ahora esa arista del proyecto está en carpeta a la espera de obtener una frecuencia radial. "Estamos en una fase de postulación para el próximo año", adelanta Eterovic.
En marzo del 2021 sumarán el antiguo andén, hoy en manos de un privado cuyo arriendo vence en esa fecha. Para el lugar hay distintas alternativas en mente: desde arrendárselo a la municipalidad para que abra una biblioteca hasta que se instale un restorán. "Lo que nos gusta de que se involucre la municipalidad es que el día de mañana puedan hacerse cargo de la mantención del parque, o de su iluminación, porque el andén mira hacia él", dice Andrews, "pero si aparece un café o restorán, puede ser también".
En los próximos días se instalará en el parque una hamburguesería en un container. "Es un primer paso. Queremos que más adelante puedan ponerse algunos foodtrucks, siempre incentivando emprendimientos locales", agrega.