Punto de partida
Emprendedoras que conectan a influencers con empresas reciben inversión de Cristián Tala y Patricio Rojas
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Un café en Alemania es el origen de PinUp. Tras estudiar economía en la Universidad Adolfo Ibáñez, Paulina Garrido se fue a vivir a Berlín. Trabajando en un café de la zona conoció Freachly, una startup que permite a los influencers comer gratis en el lugar, si publican lo que están haciendo.
En 2019, al volver a Chile, trabajó en el ministerio de Desarrollo Social como analista de datos. “Ahí empezaron mis primeros vínculos con la tecnología”, dice Garrido. Estuvo tres años en el Gobierno, si bien seguía con la idea de Freachly.
En ese contexto le contó a su amiga de la universidad, Agnes Feeley lo que tenía en mente. Ella se movía en el mundo de los influencers y entendía de marketing.
Cada una con sus trabajos en paralelo empezaron a desarrollar el negocio. La idea era conectar a micro influencers (más de cinco mil seguidores) con empresas. Hicieron una lista de 200 influencers y salieron a venderla. Constituyeron la empresa en julio de 2021 y un mes después tuvieron su primer cliente: una marca de pijamas llamada By Apolonia. En ese entonces funcionaban con Google Forms, Excel y Mailchimp para madar campañas vía mail. En 2021 facturaron US$ 25 mil.
La Universidad Adolfo Ibáñez las entrevistó y publicó su idea de negocio. “Ahí empezaron a llegar muchos clientes”, recuerdan. Entre ellos Tenpo, Clever, Fpay y pymes. En marzo del 2022 fueron aceptadas en StartupChile y las dos renunciaron a sus trabajos para dedicarse a tiempo completo a PinUp.
Migraron a una plataforma sin código -ninguna de las dos sabía programar- y empezaron a buscar a un CTO para tener más tecnología en la firma. En agosto del 2022 llegaron al ingeniero de software de Falabella.com, Gonzalo Motta y le ofrecieron ser cofundador.
¿Cómo funciona el negocio? Una empresa necesita influencers para promocionar un producto. Publica en PinUp lo que ofrece a cambio, segmenta a su público objetivo y la audiencia del influencer y se genera un match con alguno de los 2.468 creadores de contenido que tienen en la plataforma. Las empresas suben su oferta de manera gratuita y la startup cobra una comisión por cada transacción que se realice.
En octubre del 2022 Garrido se propuso levantar capital, “pero no tenía idea como hacerlo. Soy de Punta Arenas y no tenía muchas redes”, recuerda. Hizo una lista de 50 CEOs de startup más desarrolladas que ellas y les escribió por LinkedIn para recibir consejos. Uno de los que le contestó fue el inversionista ángel y fundador de Pago Fácil, Cristián Tala.
“Conectamos altiro”, afirma la emprendedora y se juntaron en un café. “Yo no tenía idea que él ya había vendido su empresa. De manera muy desinteresada me empezó a aconsejar”, agrega.
Al poco tiempo se convirtió en su mentor y le presentó a otro inversionista ángel, Patricio Rojas (que ha invertido en Capitalizarme, Adara y Science Haven, entre otras). Tras meses de mentoría, ambos decidieron, el 11 de mayo, invertir en PinUp y cerraron un financiamiento de US$ 110 mil. A esta se sumó también el CEO de Sumeria Nicjolas Iakl.
En 2022 lo cerraron con una facturación de US$ 130 mil y el primer trimestre de este año están creciendo un 51% promedio al mes. Garrido adelanta que esperan multiplicar por seis su facturación y este mes ya tienen 20 campañas activas y 400 influencers trabajando.
Además, ganaron el programa Build e Ignite de StartupChile y ya han trabajado con 90 empresas en Chile, Perú y Estados Unidos, entre ellas Clever, Cocha, Tempo, FPay, Calcetines Bacanes, Isdin, Techo, Yogen Früz y Santander.