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Punto de partida

Klym cierra ronda de US$ 27 millones con JP Morgan y la IFC

Klym cierra ronda de US$ 27 millones con JP Morgan y la IFC

La fintech de factoring fundada en 2017 por el chileno Andrés Abumohor y el colombiano Diego Caicedo busca ser rentable este año y crecer en Brasil. Su historia ha tenido altos y bajos: tres años después de su creación, en 2020, la fintech británica Greensill Capital los compró. La europea quebró, y tras ello, la dupla latina recompró su empresa. Ahora van al alza, dicen: ya suman 430 empleados, sus ingresos se multiplicaron por cinco, llegando a US$ 25 millones y el 2022 prestaron US$ 700 millones

Por: Juan Pablo Silva | Publicado: Sábado 4 de marzo de 2023 a las 21:00
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Andrés Abumohor viene del mundo del financiamiento de las pymes, su familia era dueña de una compañía de factoring, donde fue gerente general por más de cinco años. En 2017, dice el empresario, “me puse a pensar que en las facturas electrónicas había suficientes datos para tomar decisiones de crédito”. Con esa tesis decidió emprender.

Organizó reuniones con representantes del mundo de la innovación y, en uno de esos encuentros, uno de los que estaba ahí le dijo: “No entendí nada de lo que me dijiste, pero acabo de conocer alguien que me planteó lo mismo que tú”. Se trataba de un profesional colombiano, Diego Caicedo, con quien tras varias conversaciones decidió crear Portal Finance. Caicedo aportaría el conocimiento tecnológico y Abumohor la experiencia de operar una compañía.

En enero de 2019 le cambiaron el nombre a Omni Latam y salieron a levantar una ronda de capital. Buscaban dinero para acelerar la fintech de préstamos a proveedores y para poder financiar a sus clientes. En el camino conocieron a una compañía que les hizo una oferta de compra. En 2020 le vendieron a Greensill Capital, fintech inglesa que entre sus asesores tenía al ex primer ministro británico David Cameron, pero no todo salió como esperaban.

Poco después aquella firma fundada por un granjero australiano, que recibió US$ 800 millones de parte de Softbank y valorizada en cerca de US$ 8 mil millones de dólares, se declaró en bancarrota. Uno de los casos emblemáticos de crecimiento acelerado pasó de la cima al suelo, perdió a sus inversionistas e hizo desaparecer miles de millones de dólares. A los chilenos les habían pagado en acciones de la fintech. Prometía hacer una apertura en bolsa millonaria. Todo eso quedó en nada: las acciones de Omni Latam perdieron el 100% de su valor.

Entra JP Morgan

“Habíamos crecido mucho y nos acercamos al mundo europeo más desarrollado y cercano a los bancos”, recuerda Abumohor. Por eso, en abril del 2021 decidieron re comprar la empresa a los ingleses. Eran cerca de 110 empleados, pero -asegura- “había mucho daño en el equipo, mucha gente se fue”. Decidieron cambiarle el nombre a Klym, buscaban reflejar la palabra escalar.

Pero no todo fue negativo con esta mala experiencia. Fue tan mediático el caso de Greensill, que muchas empresas grandes se fijaron en qué activos podrían salvarse de la desaparición. Uno de ellos fue el banco norteamericano JP Morgan. A mediados del 2022 iniciaron conversaciones para hacer una alianza. Al mismo tiempo conversaban con el IFC (corporación financiera internacional, miembro del Banco Mundial y que apoya el sector privado). Tras más de seis meses de reuniones con uno de los bancos más grandes del mundo y una relación de cinco años con la institución internacional, Klym levantó una serie B de US$ 27 millones que busca acelerar el crecimiento en Brasil, donde iniciaron operaciones a finales del 2022. Esperan que el 50% del crecimiento de este año sea gracias a ese país, de la mano de la alianza estratégica con JP Morgan.

Proyecciones 2023

Conversaron con más de 100 instituciones entre VC y bancos para esta ronda, asegura Abumohor, sin embargo, “nos decidimos por JP Morgan y el IFC porque son jugadores estratégicos en esta industria, creen en este espacio y tienen una tesis de inversión que se apoya en lo que estamos desarrollando”. Y agrega que “sin menospreciar su trabajo, es distinto a lo que puede buscar un inversionista de riesgo que busca otro tipo de retornos”.

Gran parte del equipo de Klym se encuentra en Colombia y se han duplicado en personal en un año. Sus ingresos se multiplicaron por cinco año contra año y cerraron el 2022 con US$ 25 millones de dólares de facturación. Tienen un portafolio de crédito de US$ 170 millones y el año pasado sus préstamos llegaron a US$ 700 millones.

Con esta nueva marca están en condiciones de financiar proveedores en 32 jurisdicciones y 25 divisas diferentes. Han asegurado contratos en el sector agrícola, farmacéutico y de biocombustibles y en Chile tienen 85 clientes corporativos con 30 mil proveedores. Además de crecer en Brasil, a fin de año buscan entrar a México.

“Este será un año basado en la ejecución, donde buscamos crecer a varios dígitos”, dice el fundador de la fintech. Adelanta que en Chile están trabajando en un proyecto en torno a la minería, mientras que en Colombia hay 25 corporativos en desarrollo, y en Brasil hay tres proyectos funcionando y diez que parten este año. “Esperamos este año meterle máquina y que se empiece a mostrar todo lo que hemos construido, buscamos la rentabilidad el 2023”, asegura el COO.

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