Punto de partida
Partió estampando poleras en Patronato, hoy su software de transcripción factura $ 200 millones
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“Mi historia como emprendedor parte en el 2010”, dice Adolfo Munizaga, ingeniero comercial de 39 años. Siempre estuvo ligado al retail: trabajó en Unilever, Walmart, Ripley y Dafiti. En este último probó suerte en el emprendimiento. Su propuesta, dice, era “crear una marca de ropa taquillera”. Sin embargo, el mercado le dijo algo distinto, y terminó estampando poleras corporativas en Patronato.
Siguió en sus trabajos, pero paralelamente miró otros rubros. En Dafiti estaba vinculado al deporte, y además es instructor de esquí. En 2014 diseñó una aplicación que buscaba que al hacer deporte uno acumule puntos (similar a los inicios de Betterfly, cuando se llamaba Burn to Give).
El ingeniero no sabía programar, le presentó la idea a desarrolladores de software y se rieron de su dibujo. Llegó con un block con el esquema de lo que quería crear. Al poco tiempo se dio cuenta de que no tenía los recursos para un desarrollo tecnológico así y volvió al retail. Creó una marca de ropa outdoor. “Sin embargo, entendí que era poco escalable”, confiesa Munizaga.
Nace Wovi
Tras esto, en 2018 creó un marketplace de servicios. La propuesta de valor era que cualquier persona que quiera ofrecer sus servicios y monetizarlos pueda estar en una vitrina de posibles consumidores. En ese momento conoció a Camilo Contreras y éste se sumó como CTO de la plataforma. La llamaron Wovi.
Lograron tener más de 400 inscritos y “estábamos empezando a traccionar cuando partió la pandemia. Obviamente se acabaron los servicios a domicilio”, recuerda el emprendedor. ¿Qué hacemos? fue la pregunta que se hicieron, “había que sobrevivir como sea y empezamos a hacer de todo, aplicaciones, páginas webs, plugins, etc”. Pivotearon a Wovi services.
Entra Cadem
Durante los primeros meses los contactó la empresa investigadora de mercado Cadem, y los contrató. “Nos dimos cuenta de que hacían las transcripciones de manera muy manual, y eso era un dolor de cabeza. Pero además, perdían mucho tiempo en el análisis”, dice el CEO. Se les planteó el desafío de crear una herramienta que solucione este problema.
Armaron un primer programa que transcribía una hora de audio en 20 minutos. “Era lenta pero bastante certera”, acotan. Ahí se dieron cuenta de que en ese mercado había algo para crear, y postularon a Start-Up Chile.
En marzo de este año, junto a Camilo Contreras y Fernando López se dedicaron 100% a esta herramienta, “nos encerramos por 20 días en el departamento de uno de los cofundadores para desarrollar esto y bajar los tiempos de espera. Hoy, una transcripción de tres horas se demora dos minutos en estar lista, además de generarte un resumen”, dice.
A finales de mayo salieron al mercado y en los primeros 20 días llegaron a mil usuarios activos de toda la región. Lamentablemente, a pesar de ser una gran noticia, no tenían capacidad para cobrar en el extranjero y decidieron acotarlo sólo al mercado nacional. Actualmente dicen tener más de cinco mil usuarios internacionales en la lista de espera.
El resumen
En el camino fueron aceptados en los programas de Google y Microsoft para startups. En el mercado existen herramientas similares, como Sonix, Whisper (de los creadores de Chat GPT), Speech to text de Google. Su diferenciación, afirma el CEO, es en el resumen que genera su software con el audio y que están enfocados en focus group, abogados y periodistas, no en entretenimiento ni subtítulos.
"Me encantaría lograr que se ahorre tiempo, consumir información mucho más rápido. Por ejemplo, ofrecer un resumen con los puntos más importantes de un video de ocho horas".
Para asegurar la información de los usuarios, tienen encriptación de entrada y salida, por lo tanto, “no mantenemos la data de tu transcripción en nuestros servidores”, aseguran. En lo que va del año han facturado $ 200 millones y tienen más de mil usuarios pagando una suscripción. En los próximos 90 días esperan estar operando en Estados Unidos y con ello aceptar pagos de todas partes del mundo.
“Mi meta es que si un usuario sube una clase al software, nosotros ofrezcamos un resumen tan bueno, que tú no necesites ir a la clase. Me encantaría lograr que se ahorre tiempo, consumir información mucho más rápido. Por ejemplo, ofrecer un resumen con los puntos más importantes de un video de ocho horas. Ahí está mi valor. No es generar la mejor transcripción, es tener un resumen tan bueno que tú no necesites la transcripción”, explica el ingeniero comercial.
Tras una serie de emprendimientos fallidos, Munizaga empieza a sacar cuentas alegres. Hoy son siete personas en el equipo y están creciendo orgánicamente a tasas del 70% mensual, dice. Sobre esto, es enfático: “Al final todo se resume en el product market fit (definir el producto y mercado objetivo), porque uno puede tener muchas ideas, estar preocupado por cosas como el logo, el nombre y el color. Acá fue todo lo contrario, realmente aplicamos todo lo aprendido. Montamos un monolito en diez días, lo salimos a probar, era horrible, era feo, no funcionaba, se caía y con eso fuimos y lo vendimos. Después de haber fallado cuatro o cinco veces, humildemente aprendí”.
La prueba
Para certificar el funcionamiento de Wovi, esta entrevista se hizo un martes a las 16:00. A las 17:00 el audio fue subido a la plataforma y en dos minutos se generó una transcripción de ésta y un resumen de tres párrafos de la conversación, divididos en ideas principales y conclusiones.