En la misma semana en que entregaba resultados record, Blizzard, la exitosa desarrolladora de juegos como Call of Duty, Warcraft y Overwatch vivía una de sus jornadas corporativas más complicadas: sus trabajadores iniciaron una protesta por las diferencias salariales en la compañía.

El martes por la tarde, Activision Blizzard (nombre oficial de la firma) presentó sus resultados para el trimestre finalizado el 30 de junio de 2020 con ventas por casi US$ 2.000 millones, de los cuales US$ 1.590 millones correspondieron a canales digitales. Todo un récord.

El fin de semana pasado, la agencia de noticias Bloomberg reveló que los trabajadores de la compañía comenzaron a difundir anónimamente una hoja con los salarios de toda la plantilla, dejando en evidencia la brecha de ingresos entre el nivel creativo y ejecutivo. Según el artículo, el hecho que detonó la protesta fue una encuesta interna de la propia Blizzard en que más de la mitad de los trabajadores manifestaban su insatisfacción en materia de salarios y compensaciones.

En su informe de resultados, la firma reconoció el impulso "desde el refugio en casa" en las ventas, producto de la pandemia de Covid-19, que llevó a millones de personas a aumentar su consumo de juegos. "Cada una de nuestras franquicias clave arrojó resultados mejores de lo esperado, con un crecimiento liderado por Call of Duty, luego del lanzamiento de Warzone", indicó la firma.