La promesa era la siguiente: CryptoEats se trataba de una aplicación inglesa para delivery muy parecida al actual UberEats. La diferencia, era muy tentadora para los eventuales consumidores: permitía el pago en criptomonedas.

En un comunicado -que ya no se puede encontrar en la web- Wade Phillips, supuesto fundador de la plataforma, anunció la recaudación de US$ 8 millones en fondos de la Serie A y el lanzamiento de EATS, el token o criptomoneda que se podía comprar a través de blockchain.com, una billetera que permite el intercambio y compras de criptodivisas.

La aplicación prometía tener a disposición cientos de restaurantes para elegir y también la posibilidad de entregar artículos y productos de distintos locales simultáneamente en el Reino Unido. Supuestamente contaría con entregas de café en no más de cinco minutos y prometió a los posibles trabajadores salarios y fondos de pensiones garantizados.

El fin de semana pasado comenzó la venta del token. Lo que pasó después, aún no tiene explicación clara. Minutos después de iniciarse la transacción de la moneda, la app desapareció: según muestran los registros de blockchain los compradores habrían invertido un total de US$ 500,000 en Binance Coin antes de que el sitio web de CryptoEats y todas sus redes dejaran de existir. El fraude fue comentario obligado en la industria tech global.

Tirón de alfombra

Sin embargo, estafas como estas ya son conocidas en el mundo de las criptomonedas, incluso existe un término acuñado especialmente para ellas: rug pull o tirón de alfombra, ​​una técnica que consiste en recaudar fondos para un proyecto antes de que éste desaparezca por completo.

De todas formas lo que hace diferente a CryptoEats fue la enorme campaña que a primeras se veía legítima: utilizaron portales de noticias respetados como GlobeNewswire, crearon una elaborada campaña con influencers ingleses como el DJ Charlie Sloth y el boxeador Bouncer, también en las calles ya se podían ver a algunos repartidores con el logo de Cryptoeats en sus mochilas.