A principios de noviembre la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) entregó la certificación de registro a la primera administradora de fondos de inversión privados enfocada en la industria de los criptoactivos. Se trata de Incitus Capital, una boutique financiera fundada por Javier Urrutia, Alejandro Campero y Víctor Toledo.

Ya están armando el primer Fondo de Inversión Privado (FIP) de aproximadamente US$ 10 millones. De hecho, a fines de noviembre se protocolizó notarialmente dicho fondo (llamado Criptos 1). Ya cuentan con diversos inversionistas y en diciembre cerrarán el listado de aportantes.

El FIP está enfocado en dos tipos de inversionistas. Por un lado, personas de alto patrimonio que buscan diversificar su portafolio y, por otro, aportantes menores que están interesados en la industria de los criptoactivos y que no quieren exponer más de dos millones de pesos.

Incitus Capital opera mediante un modelo adaptativo con elementos automatizados algorítmicos y otros semiautomatizados que permiten rotar una cartera de activos criptográficos tales como bitcoin, ethereum, polkadot, solana, entre otros. Además, decidirán movimientos financieros en base a un análisis de sentimiento en redes sociales.

Para balancear la volatilidad de criptomonedas como bitcoin y ethereum, los fundadores de Incitus Capital explican que también invertirán en stablecoins y activos similares que correlacionan su valor contra el dólar u otras divisas para resguardo en periodos de máxima incertidumbre.

Están siendo asesorados por el estudio de abogados CMS Carey & Allende, liderados por Diego Rodríguez. También tienen otra red de advisors que prefieren mantener bajo reserva.

“Nuestra meta es tener al menos una docena de fondos de distintas características dentro del primer año”, dicen los fundadores. Y agregan: “No descartamos como próximo paso el estar bajo el alero de una AGF ya operativa o conformar una propia. También están las opciones de constituirnos en otro país a fin de ejecutar un plan de expansión”, dijo.