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Musk en picada contra los subsidios del gobierno y los impuestos a los multimillonarios
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Elon Musk aterrizó en los titulares nuevamente esta semana. Esta vez con una crítica al billonario plan fiscal de Joe Biden. “Honestamente, sería mejor que no pasara”, contestó Musk en una entrevista para WSJ CEO Summit.
Para muchos, la declaración fue aún más sorprendente, porque el plan de acción climática de Biden contempla créditos tributarios para comprar autos eléctricos y una inversión pública por US$7.500 millones para expandir la red de puntos de carga.
“No necesitamos subsidios”… ¿Y la inversión para construir los puntos de carga?... No… ¿Necesitamos apoyo para construir bencineras? No. Bórrenlo”, afirmó escuetamente Musk.
Estas son las frases que más causaron revuelo de una entrevista de casi 40 minutos, accesible para los suscriptores de The Wall Street Journal. Pero The Journal, el podcast del mismo diario, publicó un buen resumen de las principales ideas de Musk.
El caso es que, siguiendo las ideas de Milton Friedman, Musk cree que “el Estado debería ser un árbitro, pero no un jugador más en la cancha”.
Aunque las empresas de Musk (no solo Tesla, también Solar City y Space X) se han beneficiado de subsidios en el pasado (unos US$ 5 mil millones a 2015), según The Times, el emprendedor ahora asegura que el gobierno de EEUU debería eliminar todos los subsidios, incluyendo al gas y petróleo.
Por un lado, Musk se declara preocupado por el creciente déficit fiscal de EEUU (“es de locos”). Por otro, se trata de principios. “El problema es que las reglas y regulaciones son inmortales… se siguen sumando, acumulando… y cada vez es más difícil hacer las cosas”, sostiene.
Sus declaraciones son una oda al libre mercado: “¿Por qué querrías darle más dinero a un monopolio que ha demostrado ser ineficiente en la asignación de capital, quitándoselo a empresas privadas y competitivas que han demostrado ser eficientes en ello?”.
Musk cuestiona así la idea de aumentar impuestos a los multimillonarios, pues afirma que gran parte del capital es para inversión y no para consumo.
Pero no hay que equivocarse, Musk no es un libertario que se niega a pagar impuestos. Asegura que sí lo hace (dice que su tasa llega a 53%) y sí cree que hay cosas que el Estado puede y debe hacer, como inversión en investigación e infraestructura pública.
Es un poco frustrante que la atención mediática se haya quedado hasta ahí. En la entrevista, Musk hizo otras declaraciones igual de interesantes. Por ejemplo, ¿Sabían que, en un hecho esencial a la SEC, Musk cambió su título a Techno King? Según él, buscó demostrar que el título de CEO, CFO o Consejo General directivo son “inventos”, que no significan nada.
Más importante, Musk adelantó hacia dónde va Tesla. Los autos son solo el inicio. “Piensen en Tesla como una fábrica de robots”, explicó. El sistema de navegación autónoma es en realidad una base de inteligencia artificial que, en un futuro, se podrá instalar en robots humanoides. “No sé cuándo, pero lo lograremos”, sentenció.
En el futuro, agrega, estos robots humanoides serán algo más que una curiosidad. “La mano de obra es cada vez más escasa”, advierte Musk, quien llama a no creer a quienes (progresistas de izquierda, ahem) llaman a no tener más hijos por razones ambientales y porque el planeta está sobrepoblado.
“No es cierto. Por favor, miren las cifras. La principal amenaza es la caída en las tasas de natalidad. Si la gente no tiene más hijos, la civilización va a colapsar de varias formas”, sostiene el padre de seis.
Musk es también fundador de OpenAI, una de las principales firmas de inteligencia artificial, y fundador y CEO de Neuralink, que busca conectar la actividad cerebral con dispositivos.
La descripción de los proyectos en que trabajan las empresas de Musk es como historias de ciencia ficción. Tesla espera poner en circulación el “Cybertruck”, para el transporte de carga, en 2023. Pero con Neuralink, el próximo año podrían realizar las primeras pruebas en humanos.
Piensen en personas cuadrapléjicas que podrían manejar de forma telepática cualquier dispositivo en una casa inteligente: abrir puertas, prender luces, escribir en un computador… Es más, Musk cree que “hay una importante probabilidad” de que la tecnología de Neuralink permita que personas que han perdido la movilidad de sus piernas o brazos puedan volver a utilizarlos.
Si esto no fuera suficiente, ¿qué le quita el sueño a Musk? La colonización espacial. Musk confiesa que Starship, el cohete reutilizable de SpaceX, es lo que consume más su “energía mental”. “Es la diferencia entre que seamos una raza de un solo planeta o una raza que vive en varios planetas”.
Y si se preguntan cuánto trabaja el hombre más rico del mundo, también lo dice: “Siete días a la semana, a veces con horas ridículas, desde que me despierto hasta que me duermo”.