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Opinión | Teletrabajo: un sobreviviente a la pandemia
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El trabajo a distancia llegó para quedarse. Mientras hace menos de un año, sólo el 1% de las empresas chilenas funcionaba bajo esa modalidad, la pandemia nos obligó a condensar una década de transformación digital en tan solo meses. No ha sido un periodo exento de desafíos, pero a la hora de hacer el balance y proyectar qué es lo que viene, es inevitable pensar que el teletrabajo será uno de los protagonistas del mundo corporativo.
Sin duda, ha sido determinante a la hora de dar continuidad al negocio, pero sus alcances van mucho más allá. Los cambios que hemos experimentado en diferentes ecosistemas –trabajo, consumo y comunicación, entre otros–, dan cuenta de que no hay pie atrás en esta materia y que, de cara al desconfinamiento, parece difícil que su adopción se contraiga a niveles que tenía previo a la pandemia.
Por su parte, la experiencia en otros países y los planteamientos de las personas nos hacen pensar que el teletrabajo se mantendrá una vez superada la pandemia, transformándose en una práctica habitual tanto para optimizar procesos como para disminuir costos. ¿El motivo? este modelo se perfila como un camino para reducir tiempos de traslados, mejorar competencias técnicas, potenciar la autonomía e incluso aumentar la productividad.
En ese sentido, hoy uno de los desafíos es avanzar en la creación de ambientes colaborativos y seguros e impulsar el uso de plataformas que favorezcan la comunicación y el trabajo en equipo, con soluciones tan simples como nubes de almacenamiento o herramientas para crear y editar documentos en línea. Hoy la apuesta –sin importar el tamaño de la organización– es el Smart Working, concepto que apunta a un equilibrio entre la productividad y eficiencia al interior de una organización con modelos basado en la nube.
En otros casos, será necesario integrar la tecnología con el trabajo en terreno. Y es que el trabajo a distancia no sólo permite dar continuidad a tareas propias de una oficina, sino que se ha vuelto predominante para optimizar procesos como operar maquinaria de producción o monitorear la humedad del suelo en un campo en forma remota.
El trabajo inteligente nos acercará a la transformación digital, pero además, si las empresas logran acompañar a sus equipos en ese proceso, puede llegar a mejorar las reglas del juego en materia laboral. Eso lo convertirá en todo un sobreviviente a la pandemia.