Viajes
Los destinos paradisíacos que buscan atraer a los teletrabajadores chilenos
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La pandemia cambió la forma de vivir y de los hábitos que antes teníamos. Tal vez lo que más transformaciones sufrió fue el modo de trabajar. De manera rápida y abrupta las oficinas en el mundo se deshabitaron y los hogares se convirtieron en pequeños centros de operación a distancia.
En nuestro país este fenómeno se venía abriendo paso de forma lenta, pero con el arribo del Covid-19, se desencadenó aceleradamente, avanzando en pocos meses lo que se esperaba que aconteciera en los próximos años. Según datos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), un 95,3% de las empresas a nivel nacional tienen a sus trabajadores desempeñando la modalidad de teletrabajo.
Además, agregan que el 81,3% de estas empresas decidieron implementar este formato a partir de la aparición de la pandemia en el país, y solo un 2,6% lo hizo tras el estallido social.
La opción permite a los empleados buscar el lugar más cómodo para realizar su trabajo. Gracias a la masificación del internet y las tecnologías -sumado a la emergencia sanitaria- las personas pueden cumplir sus funciones desde cualquier lugar del mundo, permitiéndoles moverse de un sitio a otro. Este fenómeno se practicaba hace más de una década a nivel internacional. De hecho, estos viajeros son conocidos como "nómadas digitales".
75% de chilenos "dispuesto"
Uno de ellos es el mexicano Ricardo Martínez (31). Este escultor inició en 2010 su nuevo estilo de vida, cuando dejó Monterrey para buscar otras experiencias. Sus primeras paradas fueron Cancún, Belice y Canadá, donde además de conocer muchos sitios, fue desarrollando una carrera en el marketing digital, pese a que era un artista dedicado a las esculturas. Actualmente radica en Bélgica.
"Planeo continuar con mi actividad de nómada, pero con una base fija donde pague impuestos y pueda optar a un fondo de retiro. Me faltan algunos meses para obtener la residencia europea. Una vez que tenga todo listo, pienso viajar en auto y volver a mi casa por opción y no por obligación", comenta Martínez, que creó un blog donde registra sus experiencias para interesados en este tema.
En Chile los casos van en aumento, y las condiciones actuales parecen ser el escenario perfecto para que sigan proliferando. Según el estudio "Decodificación de talento global, in situ y virtual" del Boston Consulting Group y The Network, en colaboración con Laborum.com, el 75% de los trabajadores chilenos se muestra dispuesto a trabajar remotamente para un empleador en otro país.
También agregan que el perfil detrás de los interesados en esta alternativa corresponde principalmente a jóvenes (61%) y a personas con alta cualificación en el contexto profesional (54%).
Para María Jesús García-Huidobro, gerenta de marketing de Laborum.com, el teletrabajo es una opción que llegó para quedarse una vez que termine la pandemia. "Se comprobó la eficiencia y el compromiso que había con las organizaciones, sin tener que estar presente. Esto trae beneficios, como ahorro de tiempo en desplazamientos, equilibrio en el mundo familiar y laboral, autonomía y confianza en los equipos de trabajo. Con el tiempo se irán creando ajustes y mecanismos que hagan más eficiente esta modalidad y así aumentar su adaptación", explica García-Huidobro.
Los destinos
Los lugares predilectos por los nómadas digitales, según el estudio "Decodificación de talento global, in situ y virtual", han sido históricamente: Estados Unidos, Canadá, Alemania, Suiza, el Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda.
No obstante, muchas de estas naciones y sus capitales han sido afectadas por el coronavirus, por lo que en 2020 comenzaron a surgir nuevas alternativas, alejadas de las grandes urbes. Una de ellas es Islas Canarias, en España.
Este archipiélago ubicado frente a la costa noroeste africana, reconocido por sus altas temperaturas a lo largo del año, ha sido el nuevo lugar de refugio para muchos europeos que escaparon de las medidas restrictivas de movimiento en sus países.
Los hoteles de la isla, que antes de la pandemia estaban reservados para grupos de adultos mayores, hoy son ocupados por profesionales de 30 a 55 años, que trabajan desde los balcones o desde cafés que se han transformado en verdaderos coworking. Los paquetes de estancia parten desde los 900 euros, unos $ 800 mil.
Sin embargo, hay algunos que prefirieron una desconexión mayor alejándose lo más posible de sus ciudades, y se asentaron en el Sudeste Asiático. Las playas de Tailandia, Indonesia o Vietnam han cautivado a extranjeros, que se han visto atraídos por los paisajes naturales, buenas conexiones a internet y precios bajos; la estadía mensual puede ser inferior a los US$ 800 en esos lugares, cercano a los $ 600 mil.
La francesa Laure Maumus viajaba por el mundo cuando se inició la pandemia, por lo que se instaló en Koh Pha Ngan, una isla al sur de Tailandia. Allí existen cientos de extranjeros que trabajan de forma remota al igual que ella, donde se han generado verdaderos coworking improvisados.
"Me duermo con el sonido de las olas, con el sonido de los pescadores, esto es la naturaleza. Vivo inserta en ella, era algo que necesitaba", comentó a la agencia France 24 esta parisina, quien trabaja en la generación de contenido para una cadena de restaurantes que abrirá en la capital gala.
Atraer a los nómadas
Costa Rica quiere convertirse en un punto de atracción para los nómadas digitales. Producto de la situación sanitaria y cómo esta afectó al turismo de ese país, el diputado Carlos Ricardo Benavides formuló un proyecto de ley que busca otorgarle a los extranjeros una condición migratoria especial que les permita permanecer hasta un año y medio trabajando en el país a los viajeros con renta superior a los US$ 4 mil y que cuenten con seguros médicos.
"Buscamos que la iniciativa sea una reactivación a la economía que nos permita devolver el dinamismo al sector, promover la atracción de capitales y la reinvención de empresas y negocios ligados a la actividad", expresó el político.
Algunos de los beneficios serían liberarlos de impuesto a la renta, reconocer licencias de conducir y abrir cuentas bancarias, entre otros. Con esto, Costa Rica marcaría un precedente y podría ser el primer país de la región en regular la llegada de nómadas digitales hasta su territorio.
Para trasladarse hasta estos destinos algunas de las recomendaciones son comprar los pasajes en temporada baja o con una antelación de al menos cinco semanas.
Por ejemplo, ir hasta los países del Sudeste Asiático puede tener un valor promedio de $ 1 millón en pasajes, pero si son adquiridos en mayo (temporada baja), podrían disminuir su valor en un 5%.
En las Islas Canarias, los tickets rondan los $ 660 mil, pero en marzo se pueden obtener con un valor cercano a los $ 500 mil.
La mejor opción para aterrizar en Costa Rica es en mayo, donde los precios descienden hasta un 18% de lo normal ($ 400 mil entre la ida y vuelta).
Fuente: Kayak.cl