Hace siete años tres amigos decidieron transformarse en socios para crear Fundación Antenna. Constanza Güell, licenciada en Estética y gestora cultural; Elisa Ibáñez, diseñadora y máster en Gestión de Negocios; y Alfonso Díaz, periodista y consultor en Asuntos Culturales y Comunicación Estratégica, sumaban nutridos recorridos en el mundo de la cultura y la comunicación.

Pero compartían además el sueño de ser puente entre filántropos, artistas, empresas y público. Amplificar, cual antena, instancias y experiencias que se tradujeran en un impacto real. 

Las cifras de estos años dan cuenta del trabajo realizado. Una red de 800 artistas y gestores culturales. 300 socios activos. 28 proyectos en alianza con empresas y fundaciones. Más de $ 3 mil millones invertidos en la industria creativa. 400 sesiones en las que se ha dado a conocer el trabajo de artistas, galeristas, museos y otros actores del ámbito cultural. 

También hay logros incuantificables, pero igualmente de valor: confianza y comunidad. “Después de siete años reconozco que nunca pensé que la comunidad iba a tener tanta fuerza. De ahí ha nacido todo. Me ha impactado la fidelización que logramos, con pandemia y todo, hay socios que están cumpliendo siete años con nosotros”, comenta Alfonso Díaz.

Se refiere a la red de socios que pagan una membresía -las hay de distintas características- para participar de las sesiones, encuentros y actividades organizadas por Antenna. “Es como una familia, en este tiempo se ha muerto gente, se han casado, se han separado, han tenido hijos, han cerrado empresas y creado otras… ha habido todo un ecosistema que hemos construido a partir del arte, y eso no me deja de impresionar”, agrega Díaz. 

La tarea que se han propuesto es permear a la élite de la necesidad de instalar la cultura como eje estratégico del desarrollo del país. “Si nuestros líderes no son conscientes de la relevancia de invertir en arte y cultura no podremos avanzar hacia una sociedad más creativa, más innovadora”, señalan sus socios fundadores.

“En un momento en que la falta de vínculo humano y la confianza están en crisis, hemos logrado crear redes y consolidar una comunidad. Esa para mí ha sido una gran sorpresa positiva”, dice Alfonso. EI mapa que diseñaron originalmente, construir un programa de experiencias, crear comunidad, vincularse con el mundo empresarial, armar canales de comunicación y conectarse en 360°, funcionó, afirman.

“Eso se logra cuando las cosas se hacen con visión de largo plazo y hay un propósito súper claro. Se diseña una manera de hacer que no es aleatoria, responde a un ecosistema, y salen cosas buenas de ahí”, apunta Elisa Ibáñez.

Han crecido. Hoy 17 personas trabajan en la fundación y tienen un equipo multidisciplinario que incluye gestores culturales, ingenieros comerciales, abogados, artistas, periodistas, publicistas, diseñadores. En los últimos tres años han potenciado, además, un área de proyectos que organiza colaboraciones entre empresas y artistas.Muchas veces se trata de lograr que dos idiomas muy distintos entre sí -el del arte y el empresarial- se comuniquen. 

“Nosotros entendemos el quehacer artístico, pero también las necesidades estratégicas de una empresa o su responsabilidad social empresarial, y a través del arte desarrollamos proyectos que puedan atender los distintos intereses. Era necesaria una organización que hiciera de intermediario, porque el artista se dedica a hacer su arte y tiene miedo de que le impongan algo. Lo mismo del otro lado. Traducir los dos intereses en un proyecto común es lo que hemos logrado afinar estos años”, explica Elisa.

Liceo Gabriela Mistral, Melipilla. Mural de Evelyn Latorre, artista conocida como La Loica.

Un ejemplo es el proyecto colaborativo Murales para Chile, impulsado por Falabella Retail y Sodimac, junto a la asesoría de Fundación Antenna y Museo a Cielo Abierto. Entre 2021 y 2022 se realizaron 5 murales en establecimientos escolares de escasos recursos dentro de la región Metropolitana, como parte del Programa Haciendo Escuela de Falabella. La próxima semana van a una sexta obra, a cargo del artista Jonathan “Seco” Sánchez en la escuela El Libertador de La Calera. Y durante el segundo semestre vendrán cuatro murales más en distintas localidades del norte y sur del país.

“Lo bonito es que no solo participa el artista y los alumnos, también profesores y apoderados. Se interviene la fachada del colegio y el entorno cambia. Los vecinos también lo reciben, es un impacto redondo para la comunidad”, comenta Díaz. 

“En Chile la sociedad es muy atómica, se juntan los abogados con los abogados, los empresarios con empresarios, los médicos con los médicos, entonces lo primero que hicimos fue crear espacios de encuentro donde estas personas se mezclaran y conocieran a los artistas y su trabajo. Ahí parte la magia”, cuentan los fundadores de Antenna. 

En estos siete años han visto florecer una mayor cultura filantrópica en nuestro país. Ellos mismos han logrado entusiasmar a parte de sus socios para que inviertan y se involucren en el mundo de las artes visuales. Personas y empresas que antes destinaban recursos a otras áreas como ciencia y educación, ahora han apostado también por la cultura.

Cuentan que hace dos años abrieron una membresía especial que se llama Patrons y que está asociada a un fondo de filantropía. Tienen 15 socios inscritos que a lo largo de este tiempo han aportado unos 70 millones de pesos a través de distintos proyectos. “Los invitamos a hacer un aporte mayor con el fin de fortalecer la fundación y expandir nuestro quehacer y se sumaron encantados, porque ya conocen nuestro trabajo y ven el impacto que tiene. Esa confianza solo se da cuando nos conocemos”. 

También destacan el trabajo que han realizado comunicacionalmente. “El lenguaje del arte en Chile puede ser súper críptico. Ahí hay una barrera enorme. Desde el día uno nos propusimos simplificar la comunicación, hablar como se habla con un amigo, que todo el mundo entienda”, señala Alfonso Díaz. Con esa misión y como spin off de Antenna, nace Onda, plataforma que elabora contenido de distintas disciplinas: artes visuales, teatro, cine, música, diseño, arquitectura. Una nutrida agenda cultural que suma más de 80 mil seguidores en su Instagram Ondacultura.

El tener un equipo más grande les ha permitido a los socios fundadores asumir un lugar en distintas instancias privadas y públicas. Elisa participó de la mesa circular que impulsó la nueva ley de donaciones culturales, Alfonso participa del directorio de industrias creativas de Corfo y Constanza forma parte de NODO Corfo junto a otras organizaciones culturales como Nave y FITAM.

“Además de nuestros socios y del trabajo con empresas, nos vinculamos al Estado, fundaciones, municipalidades. Sería más fácil para nosotros reunir a un auspiciador con un artista, pero no estaríamos haciendo cultura. Cuando un grupo de organizaciones se une por un mismo fin, aunque cueste más, ahí se logra impacto”. 

Sesión Antenna de Juan Castillo en el MAC Quinta Normal, enero 2022.

Un ejemplo de este tipo de alianzas es el proyecto producido en conjunto con DF MAS en el cual Antenna convocó a los artistas Marco Martínez y Claudio Pérez para que desarrollaran una obra digital que regalará una experiencia sensorial a los asistentes de Art Stgo este 20 y 21 de agosto en el GAM. Esto, como una manera de celebrar el segundo año de DF MAS con arte e innovación. 

Otra línea de trabajo que han seguido es la de apoyar a artistas chilenos con carreras internacionales. Invitan a sus socios a realizar aportes de manera de apoyar el financiamiento de muestras tan importantes como las de Voluspa Jarpa en la Bienal de Venecia 2020 o la actual muestra de Cecilia Vicuña en el Guggenheim de Nueva York.

La chilena es la primera mujer artista latinoamericana que expone en este museo y Spin Spin Triangulene, que comparte espacio con una exposición de Kandisnky, se puede visitar hasta el 5 de septiembre. Fue Pablo León de la Barra, curador de arte latinoamericano del Guggenheim, quien invitó a Antenna a sumarse armando una red de socios que realizó un aporte económico.

“Fue un momento muy power para la cultura chilena. Cecilia aportó toda su energía, poesía y performance para instalar temas tan importantes como lo femenino, los pueblos originarios y la naturaleza”, describe Elisa sobre la inauguración de la muestra, en la que también participaron otras artistas chilenas radicadas en Estados Unidos.
Elisa, Pablo León de la Barra y Cecilia Vicuña, en la inauguración de la artista en el Guggenheim el 27 de mayo.

Sobre la internacionalización de artistas chilenos, Alfonso acota: “En los colegios no se enseña arte chileno ni nuevos referentes. Nosotros hacemos una bandera país para que tremendos artistas, que afuera son muy apreciados, tengan un reconocimiento. Son verdaderos embajadores de nuestra cultura”. 

En esa línea, hace tres años crearon, junto a Bank of America, el Premio Artista Mujer (PAM) que reconoce a creadoras y artistas visuales chilenas mayores de 60 años. “Nos gusta llenar vacíos, cosas que no existan. Y había un vacío enorme en cuanto a artistas mujeres de cierta edad, una historia contemporánea no relatada de tremendas mujeres”, explican.

De hecho, en 78 años de historia de los Premios Nacionales, solo seis artistas mujeres se lo han ganado. En las primeras dos ediciones, el Premio PAM se lo han adjudicado Julia Toro, Cornelia Vargas, Carmen Piemonte, Elsa Bolívar, Eugenia Vargas, Rosa Velasco, Paz Lira y Javiera Moreira. En su edición 2022, cuyas postulaciones están abiertas hasta el 20 de septiembre y las bases en www.premiopam.cl, se busca destacar a otras cuatro artistas chilenas, entregándoles un aporte monetario.

Además del jurado -compuesto por Drina Rendic, presidenta del Capítulo Chileno del National Museum of Women in the Arts; Constanza Güell, directora fundadora de Fundación Antenna; Varinia Brodsky, Coordinadora Artística del Museo Nacional de Bellas Artes; Denise Rattinoff, directora regional de la casa de subastas Christie’s y Marion Díaz, gerente de Bank of America-, en esta versión habrá un voto del público. 

Otra de las novedades de Antenna, liderada por Elisa Ibáñez, es el lanzamiento de la plataforma laculturapuede.cl. “Podemos resolver problemas profundos si nos unimos para hacer de Chile un país donde arte y cultura sean parte del cotidiano. Descubre en estos siete conceptos por qué esto es posible”, se lee en el sitio que despliega una completa investigación con data recopilada en distintos países sobre el impacto de las artes y la cultura en la sociedad.

“En Chile se mide solo el consumo artístico cultural pero no hay información sobre por qué invertir en arte y cómo mejora todos los ámbitos: salud, educación, desarrollo cognitivo, cohesión social, bienestar general y felicidad. Sentíamos que para poder explicarle al sector empresarial por qué hacemos lo que hacemos, teníamos que organizar esta información. Ahora cualquier persona puede descargar esta data para defender o apoyar sus propios proyectos culturales”, recalca Elisa.

El arte como herramienta real de desarrollo personal y social. El mensaje de Antenna en estos siete años es que la cultura puede.