Cultura
Corredores verdes: una apuesta para reducir la temperatura promedio en las grandes ciudades
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Según datos de la ONU, el 55% de la población mundial vive actualmente en ciudades y se proyecta que la cifra aumente a un 68% dentro de las próximas tres décadas. Por eso, lograr que las ciudades sean lugares cada vez más eficientes, habitables y sostenibles es una de sus preocupaciones. Y los corredores verdes o ecológicos son grandes aliados en las estrategias para regular las altas temperaturas en las metrópolis.
Pero, ¿qué son los corredores verdes y para qué sirven? Son recorridos urbanos que conectan diferentes áreas naturales, como parques, bosques o reservas naturales, que se han visto interrumpidas por la acción del hombre.
Margarita Jans Baez, académica de la Escuela de Arquitectura en la Universidad Diego Portales, lo define como: “Áreas naturales lineales de valor socio-ecológico, que encontramos o se desarrollan en las áreas urbanas para generar continuidad entre las distintas tipologías de áreas verdes, generando una red. Son corredores que conectan con otras áreas verdes y que albergan y protegen la biodiversidad”.
La arquitecta de la Pontificia Universidad Católica, Ph.D en Arquitectura de la Universidad de Cambridge y directora del Laboratorio Ciudad y Territorio UDP, Elizabeth Wagemann, agrega que los corredores verdes también permiten incrementar la cobertura verde para la recreación, el bienestar psicológico y la movilidad activa de los habitantes.
Además, estos corredores entregan un beneficio cada vez más deseado: son capaces de disminuir las temperaturas en las ciudades. Como en el Proyecto Corredores Verdes, en Medellín, que se empezó a implementar en 2016 y que ha logrado reducir la temperatura promedio anual en 2º C, y el Cheonggyecheon en Seúl, Corea del Sur, una exautopista elevada sobre un canal de agua que fue demolida por causa de las emisiones y ruido que generaba en la zona. En su lugar se construyó un parque lineal de más de 400 hectáreas que consiguió bajar la temperatura promedio en 3,6 ºC.
Qué pasa en Santiago
En Santiago existen varios proyectos importantes en esta materia, como el plan Santiago + Infraestructura Verde, que partió en 2018 y que fue elaborado por la Universidad de Chile en colaboración con actores públicos, privados y de la sociedad civil. Este sistema interconectado de espacios verdes busca aumentar la superficie de áreas verdes en 100 hectáreas al año 2025.
“Este plan es sin duda el proyecto más ambicioso por la complejidad que implica su extensión y diversidad en la administración del territorio. En su propuesta genera una red de áreas verdes interconectadas, más allá de las diferencias y desigualdades que presentan múltiples variables en las distintas comunas”, explica Margarita Jans.
Santiago + Infraestructura Verde está en fase de difusión e instalación, y los siguientes pasos incluyen la elaboración del plan de acción en conjunto con el GORE, y la implementación de medidas piloto por parte de más de 30 instituciones públicas, privadas y de la sociedad civil que adhieren al plan.
Alexis Vásquez, docente del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile y coordinador del proyecto, explica que el diseño e implementación de un sistema como este ofrece la oportunidad de catalizar el interés colectivo por los espacios verdes de distinta escala y tipo, y articular las diferentes iniciativas con una mirada estratégica de planificación integrada. “Los desafíos actuales son fortalecer la cooperación entre los actores relevantes, así como el desarrollo de una buena gobernanza para el plan”, asegura.
Otro proyecto es Mapocho 42K, que potencia el río Mapocho como una columna vertebral natural, conectando 11 comunas de la capital, desde Pudahuel hasta Lo Barnechea. Surge en 2009 al alero de una investigación académica llevada a cabo por la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica, los primeros tramos implementados partieron en 2013, y de esta consolidación se consigue integrar al Sistema de Parques ribereños con algunos parques adyacentes como el parque Bustamante, parque Metropolitano o las riberas del Canal San Carlos, al modo de un Sistema de Parques Integrados que conectan espacios públicos vinculados a fuentes de agua, permitiendo consolidar una matriz geográfica y ecológica para Santiago, como principal componente de su desarrollo urbano.
Sandra Iturriaga, arquitecta y directora de Mapocho 42k, asegura que la propuesta se ha seguido implementando por tramos hasta hoy, y es posible recorrer casi 20 km en continuidad por el borderío atravesando un sistema de parques desde Vitacura hasta Cerro Navia. “A esto se agrega la implementación que está realizando actualmente la Municipalidad de Vitacura de un tramo de más de 3 km de borderío, y que se suma a un esfuerzo por completar los 10,4 km que forman parte de la comuna”, asegura.
“Creo que falta un mayor apoyo a este tipo de proyectos con una visión estratégica en la planificación de las ciudades que impulse redes y conectividad ecológica, contenga el crecimiento urbano disperso y conecte áreas periurbanas con infraestructura verde mediante anillos, cinturones y/o corredores verdes”, opina Elizabeth Wagemann.