Cultura
Después de tres años, vuelve el festival latinoamericano de cocina Ñam
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“Volver a encontrarnos en torno a esta mesa maravillosa llamada Ñam es absolutamente emocionante. Y lo hacemos para compartir con todos aquellos que creen que la gastronomía es motor de cambio”, cuenta Rafael Rincón, director y cofundador del festival.
Uno de los objetivos de Ñam (@niamchile) desde sus inicios ha sido reposicionar la gastronomía como un pilar fundamental en la cultura, teniendo como eje la gastronomía social. Por eso, lo que partió como un congreso de cocina, un espacio técnico académico, ha ido evolucionando y se ha transformado en un evento capaz de reunir educación, celebración, formación e investigación. “Creo que hemos sido capaces de leer muy bien lo que ha ocurrido en el país, e interpretado las diferentes voces que están alrededor de la gastronomía, saliendo de la élite; hemos ido escuchando y viendo las tendencias para que en el festival estén presentes”, explica Rincón.
El festival, que se hará del 25 al 30 de abril, estará dividido en dos partes: Ñam Innova y Ñam Mercado. Innova es un encuentro gastronómico enfocado en la innovación social, con un perfil profesional y académico, y participarán variados exponentes chilenos y extranjeros. La idea es compartir ideas a través de charlas abiertas al público. “Nuestra base, que es la gastronomía social, va a estar muy bien contada a través de las personas que van a contar sus iniciativas”, comenta el director del festival.
Dentro de los invitados a esta instancia, que ya tiene sus cupos agotados, está Pía León, cocinera peruana que es referente mundial y creadora de Kjolle, restorán en el que despliega la diversidad gastronómica de su país y que ha sido calificado como uno de los mejores de Latinoamérica.
Otra de las novedades de esta versión es que durante los dos primeros días del festival los cocineros internacionales invitados irán a cocinar a comedores donde la Fundación Gastronomía Social (@gastronomia.social), a la que pertenece Ñam, está activa. “Un día de voluntariado y de acción social que creo que les va a entregar una imagen de lo que está sucediendo en Chile”, cuenta Rafael.
Cambiar el mundo comiendo
Además de Innova, está Ñam Mercado, la instancia más transversal del festival, que se realizará entre el 27 y el 30 de abril en el Cerro Santa Lucía. El foco de Mercado es hacer una fiesta gastronómica con actividades, restoranes, un espacio para niños, clases y mucho más, que se presenta como un recorrido por Chile desde sus productos, paisajes y personajes. En este espacio habrá un mercado con 60 expositores de todo el país, representantes de la agricultura familiar campesina, de la pesca artesanal e incluso una barra especial dedicada a los productores del Itata, que fueron víctimas del incendio.
Durante la pandemia, en Ñam hicieron también una gran transformación, al crear la Academia Ñam, una escuela con foco social que busca dar oportunidades a personas que las necesitan dentro de la gastronomía, sobre todo a jóvenes provenientes de comunas con altos índices de criminalidad y desempleo. En esta academia, que ahora funciona tanto de manera digital como física, hay cursos culinarios y de hospitalidad, además de una bolsa de trabajos donde se encargan de vincular a sus estudiantes con la industria.
Otro de los grandes proyectos de Rincón –madrileño que llegó a Chile hace 18 años por amor y que creció en el mundo de la gastronomía gracias a los restoranes de sus padres– fue la creación en 2019 de la Fundación Gastronomía Social, que tiene como misión desarrollar sistemas de acción colaborativos, que a través de la gastronomía permitan proteger la seguridad alimentaria, la inclusión social y la conciencia ambiental, y que desde entonces es la encargada de Ñam (antes era organizado por el Grupo Masa, también fundado por Rincón). “La industria gastronómica puede generar un sistema para solucionar casi cualquier problema socioambiental que el mundo esté enfrentando. Y en eso estamos. Nuestro punto de vista tiene que ver con que una industria que sea súper compleja y que tenga demasiados o muchos actores puede ser una industria que si se une, y se genera colaboración y sistemas claros de acción, pueden dar soluciones a muy corto plazo”, explica Rincón.
Hoy, desde la fundación, están apoyando a más de 2.700 almaceneros de comunas medioambientalmente vulnerables, y además están trabajando en la promoción de la política pública para que la asignatura de educación alimentaria sea parte de la malla curricular obligatoria de los colegios públicos de Chile, una iniciativa que ya está avanzando en España, donde llevan cuatro años y 25 mil niños. “Nosotros en Chile vamos con 300 niños por ahora, pero es un programa que va creciendo y esperamos en tres o cuatro años tener grandes resultados”, dice Rincón. Por ahora, tanto la Fundación en general, como Ñam, siguen con su propósito claro: Cambiemos el mundo comiendo.