A los arquitectos de la Universidad Católica Diego Rivera y Javier Insunza siempre les interesó el diseño y la fabricación de objetos. Y hace cinco años, buscando integrar la tecnología y la estética, crearon RUNA (@runa.diseno), marca que finalmente se concretó el 2020, cuando se asociaron. “Hubo una etapa exploratoria en la cual se trabajó en el desarrollo de un sistema constructivo para la fabricación de muebles y objetos, empleando la carpintería digital y la tecnología CNC (computerized numerical control)”, cuentan los arquitectos.

Para los socios, la inspiración viene de la naturaleza chilena, que logran plasmar en sus muebles a través de la exactitud de la carpintería digital. En las maderas que son el soporte de sus piezas se ven patrones y texturas inspirados en la costa de Chile, las araucarias, las dunas y los Andes, por ejemplo. “Nuestro trabajo se ha enfocado en inquirir una ruta propia mediante la investigación constante en torno a la técnica y la materialidad, plasmando en nuestras piezas una cuidadosa responsabilidad por la calidad y durabilidad”, explican.

Dentro del catálogo tienen buffets, bares, respaldos de cama, mesas, arrimos, entre otros, y además hacen proyectos personalizados como cocinas, oficinas y hoteles. “Diseñamos y fabricamos en alto estándar, con versatilidad y seriedad. Siempre miramos al futuro y nunca dejamos de pensar en llevar el diseño chileno a un plano internacional”. En septiembre abrirán un espacio físico en CV Galería, que funcionará como showroom del catálogo de productos RUNA, además de un lugar para desarrollar proyectos nuevos.

Más de 60 obras de 21 creadores y estudios chilenos destacados conforman la exposición Naturaleza y geografía de Chile a través del diseño, que se puede ver hasta este fin de semana en la Galería del Diseño del Centro Cultural La Moneda (CCLM). Entre los creadores que forman parte de la muestra, curada por Hernán Garfias, está Moblia (@moblia.cl), un estudio de diseño de mobiliario fundado en 2021 por el arquitecto Stefano Dodero y el ingeniero en transportes Carlos Olivares. La empresa nació porque a los dos socios les encantaba el diseño de mobiliario y querían crear proyectos únicos.

“No se trataba sólo de crear muebles a medida, sino de ofrecer una experiencia completa y reconfortante a cada cliente. Cada detalle cuenta, cada pieza es creada con la misma dedicación que si fuera hecha para los propios fundadores”.

Pocos días después de formar la empresa, encontraron una casa en Providencia que se transformó en el “zen” del negocio: un espacio donde lograron combinar el taller, el estudio de diseño y el espacio de exhibición en un solo lugar, para tener una relación más cercana tanto con los clientes como con el equipo de producción. Esto también supuso un desafío:

“En un taller, la comunicación fluida es esencial y la integración del equipo de diseño y los maestros en un mismo espacio fue todo un reto. Además, pusimos énfasis en estandarizar procesos en un trabajo tan personalizado como el de la fabricación de muebles a medida, buscando siempre la optimización sin perder la esencia artesanal”.

Hoy tienen banquetas en madera de lenga y tapizadas, mesas de comedor, taburetes, repisas y sofás tapizados, entre otros. “Mirando hacia el futuro planeamos expandir la línea de productos, con un enfoque particular en muebles para terrazas, e incorporar nuevos materiales en los diseños, siempre bajo la visión de calidad, sostenibilidad y estética única”, explican.

Tras estudiar diseño industrial en la Universidad Diego Portales, Juan Carlos Correa empezó a buscar un máster. Finalmente, en 2017, decidió partir a Barcelona a estudiar diseño de mobiliario. “Un año después partí a Madrid para hacer un segundo máster en diseño de mobiliario; me quedé con las ganas”, cuenta Juan Carlos. A inicios de 2019, el diseñador regresó a Chile y trabajó en dos oficinas de diseño y arquitectura. “Después de eso decidí independizarme, me pagaban mal y además quería armar mi propia empresa. Lo mío son los muebles”, dice.

Pensando en lo que quería el público chileno, que según Juan Carlos “es más bien conservador”, empezó a diseñar una propuesta que fuera única y distinta, “sin una intención de ser tan experimental, ni osado”.

El punto de partida fueron las rocas. “Me inspiré en la arquitectura de Smiljan Radic, el Museo de Arte de São Paulo y los puentes como objeto de diseño en general”. 

El primer diseño de Todos los Puentes (@todoslospuentes), como nombró a su estudio, fue una mesa con cubierta de madera y con dos rocas como base. Con el tiempo el diseño fue evolucionando y derivó en una nueva mesa más pequeña, con sólo una roca. Y finalmente, llegó el producto más vendido: las bancas con dos piedras. Todos los productos son diseñados por Juan Carlos y hechos en Chile, con rocas de río y de basalto; mármoles traídos de Italia, Brasil y Asia y maderas de lenga y raulí.